Lecturas para tardes poco dadas a la letra pequeña

Hay tardes de esas en las que el cansancio hace que la cabeza no tenga ganas de leer letras pequeñas ni gordos volúmenes literarios, pero que l, ni el cerebro tenga que descifrar el código de narrativas difíciles. Para esos momentos es ideal un buen cómic (si es de los clásicos de aventuras mejor), una recopilación de viñetas gráficas o un libro de los llamados "transversales", esto es, apto para todos los públicos y que suele disponer de numerosas ilustraciones. Aquí les dejo dos que a mí me acompañaron una de esas tardes, que se leen muy rápido, pero que dejan el poso de alguna reflexión pululando por más tiempo.

• Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar. Ame Soler (Tres Voltes Rebel). La ilustradora Tres Voltes Rebel cuenta su acercamiento al feminismo y se atreve a exponer buena parte de sus traumas de adolescencia (los suyos y los de la mayoría de mujeres, me temo), cómo cayó en las garras de un maltratador y cómo se reinventó de la mano de conceptos como el tan manido, pero profundo, sororidad. Es una buena forma de recordar el camino que nos ha llevado a lo que somos hoy y de introducirnos en algunas ideas y libros feministas. Ideal para leer con los adolescentes de la casa si los hubiera.
• Las vidas que dibujamos. 72 kilos. Óscar Alonso. Plan B. Las viñetas de 72 kilos son famosas en las redes sociales y si tuviera que definirlas diría que son aire fresco. Sus colores vivos atraen de inmediato tu atención, mientras que sus bocadillos son tan finos que te cortan como el filo de un folio. En este libro se agrupan muchas de ellas, aunque también hay contenido inédito. Releerás muchas viñetas, porque te descubrirás en ellas.