Lo que Jessica Fletcher y Angela Lansbury me enseñaron

(Referentes femeninosVI)

Leo con nostalgia, tras conocer la muerte de la actriz de teatro, cine y televisión, Angela Lansbury, una información del periódico El País, en el que se anunciaba el inicio de la transmisión en España de Se ha escrito un crimen, en 1986, una serie que había tenido mucho éxito en Estados Unidos. Decían del personaje principal, Jessica Fletcher, que era "una sensata y pacífica viuda" que entretiene su ocio escribiendo narraciones de misterio". Craso error. Yo, que era una niña de 9 años, entendí enseguida qeu aquella señora que vivía sola era una mujer independiente, creativa, escritora y capaz de ponerle un poquito de locura a su vida, poniendo su talento al servicio de la resolución de los delitos.

Jessica Fletcher nos enseñó a muchas niñas de los años ochenta que se podía ser una mujer mayor y vivir sola. La escritora no "entretenía su ocio", como decía El País, sino que desarrollaba su profesión y, además, era la primera mujer detective que veíamos protagonizar una serie de misterio.

Fue una pionera Fletcher en las pantallas de televisión, pero también lo fue actriz que le dio vida durante once temporadas (la última aún ocupó el octavo lugar en la lista de series más exitosas de Estados Unidos, en un empate técnico nada menos que con la primera de Friends), Angela Lansbury, con una gran carrera ya, antes de llegar a la serie, en el teatro y el cine. Alrededor de la quinta temporada, Lansbury comenzaba a sentirse agotada con el personaje y la serie y se enfrentó a los productores para conseguir, certificado médico por medio, que los capítulos se grabarán cada ocho días en vez de cada diez. Guerrera en la pantalla y fuera de ellas, siempre la relacionaré con el ruido de una máquina de escribir, un sonido ya fantasma que sólo habita nuestros recuerdos.