Revista Sociedad
El como endiablado cursor moviéndose, rewind. Un parpadeo hacia atrás, febril, como una película. Si hubiera seguido con el mismo ritmo que tenía, habría logrado aquellas escenas silentes de mi infancia en que Tom Mix corría en su caballo.
Pues llueve de una manera brutal y, por supuesto, el parabrisas está haciendo todo lo que puede hacer.
Me imagino que soy yo el que está en el volante: el cursor, el rewind junto al parabrisas devorando mi pasado, hasta recorrer todas las millas.
Pero nada más que en un instante coloca, ¡es lamentable!, entre tanta lluvia como está cayendo, su garra el Tigre de lo Invisible. ¡Es lamentable!
Ya que sólo esto le ha bastado al Tigre -tocar con ferocidad instantánea-, para que el cursor se convierta, junto al parabrisas inútilmente disparado, en lo que, trebejo como tareco, sólo sirve para mostrarse con ese zumbido, móvil-inmóvil, de lo que nunca volverá a dar pie con bola...