Revista Ciencia

Los planetas océanos podrían no ser tan aptos para la vida

Por Cosmonoticias @Cosmo_Noticias
Planeta océano

Ilustración artística de un planeta océano. Crédito: Hervé Piraud.

Un planeta océano es un tipo de planeta cuya superficie estaría completamente cubierta por un océano de agua, por lo tanto no poseería islas ni continentes. Aunque estos planetas están llenos de lo que se cree es un ingrediente clave para la vida, la falta de tierra puede limitar gran parte de sus posibilidades de albergar vida. El agua que cubre la superficie de los planetas océanos interactúa con el dióxido de carbono en la atmósfera en maneras que pueden volver muy fríos a los mundos helados y volver demasiado calientes a los cálidos.

Una nueva investigación demuestra que los mundos acuáticos del tamaño de la Tierra son habitables solo en un rango muy limitado de temperaturas, desde unos 0°C a 127°C. El estar fuera de este rango, que suele darse en planetas que se encuentran en las zonas habitables de sus estrellas, podría ser devastador para la vida como la conocemos.

Cuando las temperaturas son bajas, el océano disuelve una cantidad cada vez mayor de dióxido de carbono, un potente has de efecto invernadero, reduciendo aún más la temperatura del planeta. Con temperaturas más altas, menos gas es absorbido y el océano libera más dióxido de carbono al aire, contribuyendo a un efecto invernadero fuera de control.

Si bien los resultados están basados en cálculos de planetas de tamaño terrestre rodeando estrellas similares al Sol, los investigadores dicen que el proceso sería similar para mundos más grandes y otras estrellas. También indican que tendría lugar un ciclo similar con otros gases de efecto invernadero, tales como el metano.

Con un rango de habitabilidad tan estrecho, los planetas océanos podrían no estar tan llenos de vida como se pensaba.

El artículo “The unstable CO2 feedback cycle on ocean planets” fue publicado en la edición del 1 de octubre de 2015 de Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Fuente: Science


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