M'Kadem

Tánger, 2015. expatriadaxcojones.blogspot.com

La figura del M’Kadem siempre me ha intrigado. Todos saben de su existencia y hablan de él como si tal cosa. A mí, su trabajo me fascina y me asusta a partes iguales. Le pido a una chica tangerina si me puede explicar en qué consiste exactamente su trabajo. Esta es la respuesta que me da:
—El M’Kadem es un funcionario del gobierno. Trabaja para el ayuntamiento. Quizás sea el cargo más bajo de todo el escalafón. Cada distrito de la ciudad tiene el suyo. Debe validar las reuniones de vecinos, dar el beneplácito a las obras de una casa,… cualquier gestión que ataña al barrio pasa por sus manos y acabará llevando su firma.
Hasta aquí, nada especial. Pero el M’Kadem es un funcionario peculiar. Debe conocer a todo el mundo en la zona que tiene asignada. Quiénes son las personas que viven en cada casa, a qué se dedican, con quién se relacionan, dónde van cuando salen… su trabajo es tenerlos a todos bien fichados e informar a los de arriba. Ahí reside la importancia de su trabajo.
Un ejemplo: En 2011, siguiendo la estela de lo que pasaba en otros países musulmanes—bautizado por los medios como Primavera Árabe—, se produjeron en Marruecos algunas manifestaciones. La más importante, que daría nombre al Movimiento, se produjo el 20 de Febrero. Ese día, sus integrantes, la mayoría jóvenes, convocaron vía Facebook una marcha en Rabat, a la que asistieron más de cuatro mil personas, y de la que hubo replicas en otras ciudades del país. Tánger fue una de ellas.
Esta tangerina, que por aquella época regentaba una tienda de ropa en el Boulevard, me cuenta lo siguiente.
—Estaba trabajando. Vi que la calle empezaba a llenarse de gente. Eran manifestantes. Gritaban, tiraban piedras, rompían lo que encontraban a su paso… estaban descontrolados. Yo bajé la persiana por miedo a lo que pudieran hacerme. Al día siguiente, viendo como había quedado el centro de la ciudad, algunos de los comerciantes nos quejábamos. La policía no había hecho absolutamente nada. Cosa extraña porque la de Marruecos está considerada una de las más eficaces. Y, efectivamente, aunque no los vimos, ese día había agentes infiltrados entre los manifestantes. Secretas. Equipados con cámaras y grabándolo todo. Cuatro días después los cabecillas estaban todos en la cárcel.
¿Cómo habían dado con ellos tan rápidamente? Dicen que fue gracias a los M’Kadems. Dicen que los reunieron a todos en un mismo lugar y les pusieron a visionar las imágenes. Así de sencillo. Así de rápido. Se acabaron las protestas.