El gobierno uruguayo encabezado por José Mujica propone una medida que está causando revuelo en la región: la regulación del mercado de la marihuana. Más allá de bromas al respecto y opiniones cruzadas en redes sociales, se debe reconocer que la lógica del planteamiento es absolutamente razonable.
Según afirma el mandatario, en estado uruguayo gasta 80 millones de dólares anuales en la lucha contra el narcotráfico y los resultados obtenidos son ridículos respecto al esfuerzo empleado.
“Un siglo de represión y que lamentablemente podemos resumir. El país debe estar gastando entre pitos y flautas más de 80 millones de dólares anuales, logrando una eliminación que en ningún caso ha pasado de más de dos o tres mil quilos de droga que se prende fuego. Es un esfuerzo económico enorme, se arriesgan vidas y en realidad los resultados positivos son enormemente ridículos con respecto al esfuerzo que se hace.”- afirmó Mujica.
La medida está bien fundada y estudiada. Incluso el director de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay, Julio Calzada, dijo que ya se estableció un precio de 2,50 dólares por gramo de cannabis listo para consumir. Un valor que equipara el del mercado negro para evitar el traspase del producto de un mercado al otro. – Según publica el periódico “El País” de Uruguay.
La marihuana “legalizada” será vendida en farmacias autorizadas y los consumidores podrán también cultivar sus propias plantas, hasta seis por persona.
En lo personal, yo he tenido la oportunidad de observar en primera persona, cómo se maneja el tema tanto en España, donde viví 8 años, como en la Argentina. Los europeos mantienen una mentalidad mucho más abierta y flexible, no en cuanto al tráfico pero sí en lo tocante al consumo. Quienes se fuman un ‘porrito’ en Madrid no pertenecen a un sector marginado ni se esconden para hacerlo. Es quizás un vicio social, que sin minimizar su peligrosidad, no conlleva necesariamente al delito y la violencia como ocurre en Sudamérica.
En Argentina la actitud es mucho mas hipócrita, ya que la condena social y penal es mucho mayor pero las fronteras de este país son una enorme entrada abierta para todo tipo de sustancias y productos ilegales. El (o los) gobiernos de turno lo saben pero los funcionarios que permiten estas irregularidades no van a renunciar a su negocio.
Los uruguayos quizás están por delante en mentalidad y evolución social. El gobierno de Mujica es, a primera vista, abierto, transparente y sobre todo austero, cosa que ya es un mérito en sí misma.
En este país, una legalización de este tipo será impracticable mientras los poderosos quieran seguir manejando el negocio, eso sí, entre las sombras y el anonimato.
También podría interesarte:
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure