Revista Educación

Maternidades al límite

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Maternidades al límite

Tras ver Sagrada Familia en Netflix, que ya ha anunciado renovación para una segunda temporada, me he dado cuenta que he visto muchas series de Manolo Caro sin ser consciente. Reconozco que me resultaron entretenidas y que me atrapa el uso que hace del color, que ya sé que esto queda de prepotente y sabionda, pero en realidad no, es todo lo contrario, es que, como espectadora simple, me atrae como la luz a los bichitos ese uso tan vistoso de los colores, tan brillante, tan sólido. Pero vayamos a Sagrada Familia que es a lo que yo he venido aquí. A mí me vale la serie sólo por disfrutar de los papeles de Najwa Nimri y Alba Flores, sobre todo de esta última, por la que siento debilidad (que me perdone Alex García, al que también le guiñaría un ojo). En todo caso, la serie es una entretenida intriga sobre una familia que no es lo que aparenta, que se instala en un barrio residencial de lujo, que se presupone tranquilo.

Como su título deja ver, la serie aborda qué se entiende por familia al uso, qué es ser una madre y, con el juego de luces que le permite la profesión de artista de vidrieras de la protagonista, se nos presentan varios tipos de maternidades, la mayoría al límite, con unas madres que se saben tóxicas y se defienden como tal y unos hijos que se debaten entre la obediencia sagrada y la libertad profana. A ratos, las pequeñas incursiones en la no maternidad resultan casi fingidas, con poco fuelle, como si hubieran obligado a los guionistas a poner la elección de no ser madre como el placebo que confirma los resultados de un estudio. Las maternidades se muestran al límite, mientras otras opciones permanecen en un margen gris, habrá que esperar a la segunda temporada a ver si deciden pintar de colores brillantes también a las mujeres que escogen no ser madres. Es cierto que es difícil tratar un tema tan complejo en una serie en la que, de forma acertada, los capítulos no suelen superar los cuarenta minutos.

Maternidades al límite


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