Meet the superhumans

De vuelta en la vida normal. Proceso de despresurización. Primer sábado sin trabajar en tres semanas. Todavía resuena en mi cabeza el Get Lucky de Daft Punk cientos de veces repetido en el montaje del proyecto que me ha tenido abducido estos días.

La semana pasada se celebró el festival de Cannes de publicidad, los Cannes Lions. Y cómo no, vimos un nivel de películas muy alto, un poco bajo al de años anteriores para mi gusto pero mejor de lo que vemos en la tele, esa que yo ya no veo.

Lo que más me gustó fue esta peli de Tom Tagholm para Channel 4. Es una promo de los Juegos Paralímpicos de Londres en los que vemos a los ingleses entrenar, sufrir, superarse, hacer cosas auténticamente de superhéroes y, por un segundo, el origen de su discapacidad.

Es una peli completamente de realización. La creatividad es un concepto, una línea en una hoja, lo fantástico es el desarrollo, la puesta en escena, los encuadres, el montaje, el ritmo de la película sobre el Harder Than You Think de Public Enemy que hasta la escucharemos bajo el agua. La música de librería no es lo mismo por mucho que se empeñe el presupuesto.

La introducción es de unos 20 segundos, un poco más, planos detalle, planos de lugares vacíos, combinación de 25fps con 50fps, mirada a cámara de la nadadora bajo la ducha, primeros acordes de la música y arranca la peli. Nos empotramos con los deportistas, en su entrenamiento, en sus gestos que no vemos en la tele, en las miradas previas a la competición, todo aquello que nos gusta ver a los realizadores y que nunca se muestra. Acabo de rodar con el Estudiantes y verles entrenar, verles en el túnel antes de saltar a la cancha, estar casi dentro de la pista en el último partido de la temporada es una experiencia que nada tiene que ver con ver un partido visto desde la grada.

Se detiene la música, salemos del mundo deporte con una explosión, pasamos a una eco y de ahí a un accidente. Momento trágico en la vida de alguien. Pero nadie se queda atrás, no podemos pararnos por no tener piernas, esfuerzo y a subir la barra, este soy yo y nada va a evitar que sea capaz de embestir al mundo entero si me lo propongo.

Acaba la peli sobre el minuto 1:19 y hay un pequeño picado de planos con cambio de sonido hasta volver al plano general del estadio y al de los deportistas,  serios pero no desafiantes, huyendo de la moda de hace unos años de deportistas-macarras, y me queda en la retina hiperabierta el plano de las sillas de ruedas de los baloncestistas chocando violentamente y de la canasta a una mano desde el centro del campo.

Genial.