Revista Libros

Mi amigo imaginario

Por Clochard

Mi amigo imaginario Cuando era niño lo único que deseaba con todas mis fuerzas era crecer. Por eso un buen día apuñalé por la espalda a mi amigo imaginario. Ahora, ya adulto, cuando tengo uno de esos días horribles en el trabajo, subo al desván en el que guardo su cadáver todavía incorrupto y una caja con todos los juguetes y muñecos de la infancia quemados. En sus ojos muertos parece haber quedado una pregunta eterna, una duda congelada. Comprendo que a mucha gente pueda parecerle cruel pero sé que lo cruel hubiera sido dejarlo crecer haciéndose cada vez más invisible, más ajeno, observando como un fantasma estúpido y acusador la clase de persona en la que me he convertido.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas