Revista Cultura y Ocio

“Mi primer libro de cocina coreana”, de Caroline Hwang. Fotografías de Lisa Linde

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Un manual de uso cotidiano y para todas las ocasiones, que abarca todo tipo de recetas, desde acompañamientos hasta postres.»

“Mi primer libro de cocina coreana”, de Caroline Hwang.  Fotografías de Lisa Linde

Cubierta de: ‘Mi primer libro de cocina coreana’

Desde las primeras páginas Caroline Hwang nos lo deja muy claro: “En Corea, al servir una comida, se suele decir: «¡Que comáis bien!». La salud es primordial para los coreanos, y comer bien es una forma excelente de cuidarse, ya que la salud empieza por el estómago. Además en Corea, las comidas son una experiencia comunitaria. Tanto los banchan —acompañamientos— como la mayoría de los platos principales se comparten entre todos los comensales. No se emplea ningún tipo de utensilio para servir, sino que cada cual dispone de sus propios palillos y de una cuchara para tomar lo que busque de la fuente o cacerola comunitaria. Este es el momento del día el el que, aunque no se diga nada, se comparte algo con las personas con quienes se degusta una comida.”

En general se tiene el prejuicio de creer que  la comida coreana es compleja y difícil de preparar. En realidad, es muy sencilla. Se requieren una serie de ingredientes básicos, pero, una vez que se han llenado la despensa (luego hablaré de ella), y el frigorífico, todo está a punto para empezar a elaborar deliciosos platos. Hay unos ingredientes que son imprescindibles en esta cocina y además son muy comunes en las despensas occidentales como son el ajo, las cebolletas, las cebollas, la manzanas fuji, el pimiento morrón o los brotes de soja; pero hay que reconocer que hay otros que nos complican más la preparación de algún plato, como por ejemplo los rábanos coreanos o daikon, la col china, la raíz de loto o los camarones salados fermentados.
Como decía más arriba mención aparte merece la despensa, pues en ella si tendremos que tener algunos productos menos corrientes pero no difíciles de encontrar en las tiendas de productos orientales como es el gochugaru (hojuelas de pimiento rojo coreano) o el gochujang (pasta de pimiento rojo coreano).

El libro está muy bien organizado incluyendo apartados de sopas y guisos; carne, aves y pescado; fideos y arroz; dosirak (almuerzos para llevar y tentempiés) y postres y bebidas. Lo complementa un capítulo muy interesante de recetas básicas, ideas para menús y un amplísimo índice de ingredientes.

Y como dice la autora:“con todas estas recetas, los comensales se sentirán satisfechos y se despedirán diciendo, al igual que los coreanos: «Muchísimas gracias. Ha sido un verdadero placer»”.

“Mi primer libro de cocina coreana”, de Caroline Hwang.  Fotografías de Lisa Linde

Caroline K. Hwang

La autora:
Caroline K. Hwang creció en Los Ángeles, California, en el corazón de Koreatown. Debe su pasión por la comida coreana a su abuela materna, que vivía en casa, con su hermano y sus padres, y se encargaba de cocinar para toda la familia. Su abuela preparaba unos platos sencillos, pero siempre nutritivos y sustanciosos; ello le enseñó que la simplicidad y unos buenos ingredientes constituyen la base de una buena cocina.
Tras licenciarse en ilustración por el Art Center College of Desing, se trasladó a Brooklyn, Nueva York. Con el tiempo, sin embargo, su entusiasmo y su pasión por la gastronomía se impusieron sobre su trayectoria como ilustradora. Después de trabajar durante varios años como ayudante de chef y cocinera, además de estar al frente de un club gastronómico privado, empezó a trabajar como auxiliar de estilistas culinarios, para finalmente convertirse en una estilista profesional. Ha trabajado, entre otros, para Food & Wine Magazine, Goop y Starbucks, y es la autora de varios libros como Delicias al wok y Cocina sana a la plancha. Actualmente escribe una columna sobre cócteles y es la editora gastronómica de la revista Tiral Magazine.
Se ha establecido de nuevo en Los ángeles, donde los recuerdos de su niñez y Koreatown son una importante fuente de inspiración para sus actividades culinarias y de estilismo gastronómico.

El libro:
Mi primer libro de cocina coreana (título original: My First Korean Cookbook, 2017) ha sido publicado por Lunwerg Editores en su Colección Gastronomía. Traducción de Gemma Salvà Santanachs. Encuadernado en tapa dura y gran formato 18,5 x 27 cm, tiene 256 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Para saber más:
https://www.carolinekhwang.com/one

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