Naranjas confitadas

Naranjas confitadas. En multitud de ocasiones me he encontrado con recetas muy atractivas con algo en común: incorporan las naranjas confitadas como uno de sus ingredientes. De hecho, la próxima receta que pienso publicar requiere de naranjas confitadas para su preparación. En mi localidad es difícil, por no decir imposible, encontrarlas en formato comercial. Además, las veces que las he visto en algún supermercado, el precio era bastante alto...
La solución está clara: prepararemos nuestras propias naranjas confitadas. Es una receta muy fácil y nos permitirá disponer de una base para afrontar muchas recetas de repostería e incluso de cocina salada tradicional...

Preparar las naranjas confitadas es extremadamente fácil. Simplemente disolvemos un poco de azúcar en agua, a fuego lento, y ponemos dentro de las naranjas. Lo dejamos cocerse todo durante una hora y ya está...
La cuestión es la cantidad de agua y azúcar con la que realizaremos el confitado. En la red podéis encontrar multitud de variantes y propuestas. Yo me he decantado por utilizar un poquito menos de agua que de azúcar.
La receta es para una naranja (empecé a hacerlas a las siete y media de la mañana y solo me quedaba una). Si queréis confitar más naranjas, multiplicad las cantidades.
Ingredientes de las naranjas confitadas (para una naranja): 

• 200 gr. de azúcar.
• 150 gr. de agua.
• 1 naranja.

Además:

• Papel de hornear.

Preparación de las naranjas confitadas (quizá debería haber dicho: "preparación de una naranja confitada" - chiste malo):
Ultra-fácil. En un recipiente de base ancha (una sartén o una olla grande) ponemos el agua y el azúcar. Lo ponemos a calentar a fuego lento y removemos bien para que el azúcar se disuelva.
Cortamos las naranjas en rodajitas finas (las mías eran de medio centímetro, como mucho).
A continuación, añadimos las rodajas de naranjas al almíbar (al agua y el azúcar) que se está calentando. Procuramos separarlas, para que estén homogéneamente cubiertas por el agua y no se peguen.



Las dejamos ahí dentro, que se vayan conociendo y cociendo, durante una hora aproximadamente.
Las sacamos con una espumadera y las ponemos sobre papel de hornear para que se enfríen.

Ya está!! Eso es todo. Ya tenemos nuestras naranjas confitadas listas para usar o degustar. Podéis conservarlas dentro de un recipiente en la nevera sin problema: os aguantarán semanas e incluso meses.
Nos vemos pronto! Buen provecho!!!