Revista Ciencia

Ni uno ni dos ni tres: Cuatro soles

Publicado el 21 octubre 2012 por Jocoma


La ciencia nos va diciendo poco a poco que los sentidos no son sólo cinco como los que tiene el Hombre. Con el tiempo, la observación y la aplicación del método científico ayudado por la técnica, nos hemos ido dando cuenta de que muchos de los animales de este Planeta han ido echando mano de multitud de sentidos distintos a los nuestros para sobrevivir. Desde el sonar de los murciélagos hasta los detectores térmicos de las serpientes, pasando por perceptores del campo magnético de tortugas, tiburones, anguilas y aves migratorias… hay un buen montón de sentidos que se han ido seleccionando para la supervivencia de sus poseedores y que nos hacen entender que el mundo se puede ver de muchas maneras.

Ni uno ni dos ni tres: Cuatro soles

Sistema circunbinario Giguere-Yale


Desde el catalejo de Galileo hasta los telescopios espaciales, han pasado muchos años de lucha por el conocimiento de la especie humana. Desde la lente de aumentos a los radiotelescopios, pasando por los que analizan el espectro de la luz y los campos magnéticos, toda esta técnica nos ha ido haciendo observar, reflexionar, proponer una tesis, aprobarla o descartarla, y continuar trabajando por el conocimiento.
Desde hace algunas décadas que el Hombre se ha tomado en serio la búsqueda de exoplanetas y ya van un buen montón de ellos descubiertos. Este, el PH1 y tiene una particularidad: Que se encuentra en un sistema planetario de cuatro estrellas. Yo alucino, ¿tú no? Aún tenemos ahí a la vuelta de la esquina a Galileo, saliendo del juicio y diciendo: “Y sin embargo se mueve”, después de haber tenido que renegar de su proposición al imponerle la Iglesia el reconocimiento de que la Tierra era el centro de Universo, que permanecía estática allí, y que era todo lo demás lo que giraba a su alrededor. Sólo han transcurrido 375 años desde entonces.
Ahora, mira todo lo que estamos descubriendo: Radiación de fondo del Big Bang, Galaxias, estrellas, agujeros negros, energía oscura… planetas y sistemas planetarios “cercanos”. ¡Qué mundo tan apasionante y distinto del “provinciano” de nuestra vieja cultura!

Ni uno ni dos ni tres: Cuatro soles

Universo profundo


Si echas un vistazo al artículo de cabecera de Público, “verás” cosas increíbles. Si profundizas un poco en el foro del artículo, también podrás ver que los contertulios tienen mucho que decir. Hay una cuestión del artículo que también se ha tocado: La masa. Este aspecto es muy importante. Algún día tendremos que profundizar un poco en él. De momento sólo comentaré que ese sistema planetario, como el nuestro, como otros y como toda la materia que hay dispersa por el Universo, no es ni más ni menos que el producto de la agrupación de la materia producida por sus leyes; por ello tiene una gran importancia la masa existente y que acaba convirtiendo los objetos espaciales en distintos tipos de astros y fenómenos con arreglo a la masa agrupada en cada uno de ellos. Esto hará que haya un sistema solar con una sola estrella (y que como en el caso nuestro, bien cerca estuvo de ser un sistema binario si Júpiter hubiera tenido algo más de masa), y que haya dos, tres o incluso cuatro estrellas como en este caso.

Ni uno ni dos ni tres: Cuatro soles

Telescopio espacial Hubble


Si lees el comentario de Niuq redivivo, el número #57, verás que nos dice:  “Las configuraciones de sistemas extrasolares deben de ser casi infinitas en un universo inconmensurable. Imaginaos la configuración más exótica, (respetando ciertos parámetros astronómicos) y seguro que existe en algún lugar del Cosmos.”
Para ver cada vez más lejos y mejor, sólo tenemos que subirnos a hombros de gigantes.
¿Apasionante, no?
Caña a aquello que no nos deja levantar la cabeza del suelo y mirar a las estrellas.
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Juan-Lorenzo [email protected]


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