Revista Psicología

No se enganche a los juegos

Por Eredolosi @redolosi
Cuando hablo de juegos no me refiero a los juegos de ordenador, ni a los juegos de azar. Hago referencia a los juegos que se producen cuando dos personas se relacionan de forma errónea y poco constructiva.
Esta forma de relacionarse predominan en las relaciones disfuncionales, donde cada uno de sus miembros evita mantener un contacto directo e  íntimo debido a diversos factores.
Tiene que ver con la codependencia, con comportarnos en función a cómo estén los demás.
No se enganche a los juegos
Esta forma de interacción está muy bien explicada por Steve Karpman, y de ahí viene el conocido triángulo de Karpman (imagen), donde se reflejan los diversos papeles que la persona va alternando según le convenga. A veces actúa de víctima, otras de rescatador y otras de perseguidor, cada papel se sitúa en el vértice del triángulo. Ambos interlocutores se van intercambiando los papeles, lo cual les evita intercambiar de forma genuina información y sentimientos.
Según Robin Norwood,  todo el mundo, alguna vez, recurre a los juegos en sus interacciones, pero en las relaciones insalubres los juegos abundan.
Muchas parejas, amigos o familiares están acostumbrados a relacionase de esta forma, es decir están metidos en un ciclo de acusaciones, culpas, contraculpa, que no tiene sentido y que no lleva a ninguna parte.
Desafortunadamente, estos juegos no tienen ganador, nadie vence, sino todo lo contrario deja a los participantes con las energías gastadas y con problemas psicosomáticos.
Estos papeles se utilizan para manipular al otro, para conseguir lo que queremos, para sentirnos protegidos en una relación de dominio, etc... Hay quienes están tan acostumbrados a vivir de esta forma que les parece que es la única forma posible de relacionarse.Hace poco, comentaba con  una paciente este tema de los juegos y me decía "yo creía que eso era lo normal, sino me relaciono así, nosé como lo voy a hacer", como dice la autora anterior la vida puede parecerte al principio aburrida, ya que estás acostumbrada a las peleas, a estar exaltada. Incluso, al principio puede parecer difícil no entrar a jugar, pero con la práctica se consigue y al final sale uno reforzado mentalmente.
Sigue diciendo " El hecho de jugar en cualquiera de estas posiciones, ya sea en una conversación o en la vida, impide que usted se concentre en sí misma y la mantiene en su patrón infantil de miedo, furia e impotencia".


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