Revista Libros

Nosotros, los monstruos

Por Clochard
Nosotros, los monstruos ¿Ya está grabando? Bien, comenzaré aclarando que si acepté esta entrevista tras rechazarla en varias ocasiones es para tratar de dejar las cosas claras de una vez por todas, a estas alturas no pretendo reivindicar nada ni busco notoriedad alguna...Vamos, no sea estúpido, no irá a decirme que aquí no se puede fumar, ¿acaso no recuerda con quién está hablando? Además no creo que a sus espectadores lo del cigarrillo sea lo que más les preocupe.
Verá, hasta hace bien poco existía cierto acuerdo tácito entre ustedes y nosotros, cada bando (permítame la expresión) se limitaba a su función establecida, ya sabe, ustedes blandían sus antorchas y nosotros acechábamos desde armarios o nos refugiabamos en la torre más alta del castillo. No digo que se tratara precisamente de un maravilloso Status Quo, pero cada uno sabía a qué atenerse. Pero ustedes, ah, ustedes ya se sabe cómo son, siempre queriendo ir más allá, sus revoluciones ilustradas, su evolución, su modernidad...ustedes con su pretendida superioridad moral se encargaron de estropearlo todo. No se dan cuenta del daño que nos han hecho con ese nuevo afán de comprendernos, con esa hipócrita empatía y empeño en encontrar el corazón oculto...¡paparruchas!
Disculpen el puñetazo en la mesa, no pretendía asustarles. Veo que todavía no entiende lo que estoy tratando de explicarle, verá nosotros somos lo que somos, no estamos contentos con ello y por supuesto que daríamos lo que fuera por transformarnos en alguien...¿qué palabra emplean ustedes?...ah, sí, normal, en alguien normal. Pero resultaba mucho más fácil aceptar nuestra condición sabiendo que dicha trasformación era imposible y...¿Disculpe? Ah, sí, claro, La bella y la Bestia, ya tardaba usted en esgrimir el clásico argumento, si yo le contara cómo acabó en realidad aquello tendría pesadillas el resto de su vida. Además qué bonito, La Bestia tiene que sufrir todo tipo de vejaciones y humillaciones por parte de su amada y renegar de lo que es para al final estar con ella y, por supuesto, cuando al fin se convierte en lo que ustedes consideran bueno su grotesca apariencia cambia a la de un apuesto joven. Esa versión suya es la que nosotros contamos a nuestros retoños para infundirles el miedo y el desprecio hacia ustedes.
¿Le escandaliza? Venga, hombre, el miedo y el desprecio son recíprocos entre ustedes y nosotros. Los humanos siempre han sentido repulsión y asco hacia nosotros, no, no arquee las cejas como si no fuera con usted lo que digo, no crea que no me he fijado en la forma que tiene de evitar mirarme directamente a la cara, en las gotas de sudor frío del cámara, en el temblor de la técnica de sonido...de hecho puedo olerlo, el miedo, no se preocupe, es como tiene que ser, pero, por favor, no intente ser hipócrita conmigo.
Como le decía todo ese odio, repulsión y miedo hacia nosotros es lo que nos convierte en lo que somos, la apariencia es sincera y el hábito hace al monje, dejémonos de refranes bienintencionados. Debido a cómo somos ustedes nos temen y nos desprecian, debido a esos sentimientos hacia nuestra apariencia nosotros somos crueles, taimados, desconfiados y perversos. Esto ha sido siempre así y así seguirá siendo pese a esa moda suya de ahora de intentar cambiar las tornas.
Nosotros, los monstruos
Por su culpa a algunos de los más jóvenes se le han metido pájaros en la cabeza (otro de sus absurdos refranes) y se ha lanzado alegremente a rescatar princesas o encontrar amigos de aventuras. Como era de esperar siempre han salido escaldados de sus ridículas tentativas, las princesas tras saberse seguras y con una mueca de asco como mucho les han dado una palmadita en la espalda antes de lanzarse a los brazos y la cama del apuesto príncipe que aguardaba bebiendo cerveza y viendo la televisión sin hacer nada, los compañeros de aventuras o apalizaron al ingenuo o se mofaron de él haciéndose pasar por amigos para echar unas carcajadas.
¿Y luego no quieren que seamos cómo somos?¿Venden historias de ogros buenos y monstruos de gran corazón?
En fin, no importa, los jóvenes que han sobrevivido a sus vejaciones se muestran ahora más fuertes, más comprometidos con nuestra causa y nuestra identidad. Tendría que verlos, conmueve el nivel de salvajismo y horror que son capaces de alcanzar...veo que usted continúa tomándome por un idiota, ya sé que no todos ustedes son iguales, por supuesto, faltaría más, pero, permítame que le haga unas preguntas para terminar; y nosotros, los monstruos ¿somos todos iguales, merecemos el mismo trato? ¿tenemos que aguantar o su odio o su condescendencia?
Si, para mí también ha sido una entrevista muy "interesante" por emplear sus mismas palabras y les agradezco en el alma la oportunidad que me han dado para expresar nuestros puntos de vista. Pero, ¿sabe? me preocupa que el mensaje no haya quedado lo suficientemente claro y me temo haber aburrido al respetable con tanta charla, de modo que he pensado que su audiencia aumentaría y agradecería un poco de acción...¿cómo dicen ustedes?...ah, sí, una imagen vale más que mil palabras y las que vienen a continuación seguro que valen su peso en oro y se quedan en la retina del espectador junto con el mensaje que quiero transmitir, ya verá serán impactantes, al menos hasta que el cámara aguante de pie...
Nosotros, los monstruos

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas