Revista Cocina

¿Podríamos rebozar sin huevo?

Por Mamucer @MarinaMunozC

rebozado
- Marina Muñoz Cervera -

El rebozado es una preparación culinaria apetitosa y nos cuesta prescindir de ella a la hora de instaurar nuestra saludable alimentación. No es necesario si cambiamos algunas costumbres.

Hay muchos tipos de rebozados, pero que duda cabe que los que se hacen con huevo, resultan muy crocantes y vistosos, a la vez que apetecibles.

¿Qué inconvenientes tienen los rebozados con huevo?

Normalmente un rebozado se hace para freír y es el primer obstáculo que nos encontramos porque supone que el alimento se llena de las grasas saturadas del aceite muy caliente (las grasas mono y poliinsaturadas que contiene el aceite crudo, se saturan con las altas temperaturas, perdiendo sus dobles enlaces).

Otro inconveniente es la cantidad de huevo diario, sin darnos cuenta podemos comernos 3 o 4 huevos “invisibles”, procedentes de:

- Alimentos procesados industrialmente que lo contienen.
- Tortas, galletas, etc., de elaboración casera.
- Budines de verduras.
- Salsas, etc.

El huevo es un alimento muy saludable, pero no en exceso. La yema contiene colesterol y la clara es fuente de proteínas de elevada calidad biológica.

Si comemos varios huevos al día, aunque sean “invisibles” no solo estamos aumentando nuestro consumo de colesterol sin ser conscientes, sino que además comemos un exceso de proteína animal.

Cómo podemos evitar estos inconvenientes:

Desde luego, no nos quedamos sin comer rebozados, solo hay que aprender a prepararlos de forma sana.

Para ello, el primer paso es rebozar sin huevo.

El Doctor Jorge Pamplona Roger, nos da en su libro “Placer y salud en su mesa” (*), una receta sencilla que elimina el huevo. Con ello solventamos el problema del colesterol añadido y, en parte, el del consumo proteico de origen animal porque sustituimos la proteína animal por vegetal.

Ingredientes:

– 1 cucharada colmada de harina de trigo.
– 200 ml de leche de soja o soya natural comercial o preparada por nosotros.
– 1 diente de ajo machacado.
– 1 cucharada de levadura de cerveza.
– Perejil picado.
– 1 pizca de sal.

Elaboración:

Mezclamos todos los ingredientes en una batidora para obtener una pasta espesa que se adhiera al alimento.

¿Cuáles son los beneficios de rebozar sin huevo?

Con este rebozado hemos conseguido tres cambios importantes:

- Eliminar el colesterol de la yema del huevo.
- Cambiar la proteína animal de la clara del huevo por proteína vegetal procedente de la soya.
- Enriquecer nutricionalmente el rebozado con ajo y levadura de cerveza.

Pero para completar el proceso de rebozado, tendríamos que freír y es otro obstáculo importante que podemos salvar de dos formas:

1.- Poniendo en la sartén aceite de oliva nuevo (que no tenga otros usos) y, sin dejar que humee, es decir, manteniendo la temperatura no muy alta, echamos el alimento rebozado. Una vez frito, absorbemos el aceite con una toalla de papel.

2.- Usando un horno convencional en vez de una sartén con aceite. Es la mejor opción, pues colocamos los alimentos rebozados en una fuente de horno, impregnada con un poco de aceite y la metemos en el horno, precalentado a 170-200ºC. De esta manera, no se impregna de grasas saturadas.

Como vemos, los obstáculos no existen si buscamos información y nos ponemos a crear variedades sanas de las recetas que nos gustan, de esa manera, seremos más felices porque seguiremos comiendo de forma sana y ello redunda en nuestro bienestar psíquico y físico y porque la creatividad satisface emocionalmente.

Para saber la cantidad de huevo que estamos comiendo, es importante que leamos la etiqueta de información nutricional de los productos envasados y que preguntemos el contenido de los alimentos, si no están preparados por nosotros. Nadie se molesta porque se le pregunte: ¿esta salsa lleva huevo? y ello redundará en nuestro conocimiento y salud.

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Fuente:

(*)Dr. Jorge Pamplona Roger. “Placer y Salud en su mesa. Recetas para vivir mejor”. pág- 76. Editorial Safeliz, S.L. 2004.
ISBN-: 978-987-567-210-9

Imagen:
http://recetas-familiares.blogspot.com/2012/03/calamares-rebozados.html


¿Podríamos rebozar sin huevo?

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