Pretérito (im)perfecto

Lo sé

el pasado es un lugar maleable

petición de asilo del tedio
frágil refugio, pesado lastre
pretérito artificio de grandeza
lo sé

que lo andado es la mitad del camino

(si los Dioses son benévolos)
mis mejores versos aguardan todavía
embriones de vientre de musa virgen
y el vino venidero y el abrazo endeudado
tardarán aún en abrirse y cerrarse
como las casquivanas piernas del tiempo

—todo esto lo sé—

y sin embargo demasiado a menudo

cuando los días son cadenas
arrastradas por fantasmas urbanos
y la rutina bosteza mostrando sus fauces
y el futuro llega a plazos en sobres
demasiado parecidos a las cartas del Banco
y las canas son la bandera del ridículo
en la pista de baile
entonces se abre paso la añoranza traicionera
y alguna imagen difusa de hace una vida
desentierra con sus uñas toneladas de memoria
y se planta coqueta en el salón de mi casa
  —sin invitación previa—
y antes siquiera de poder acariciarla
se desdice y despedaza en mil astillas
que suelen tardar varios días en desprenderse
de este corazón viejo e idiota.