Revista Educación

Que las voces no te vuelvan

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Que las voces no te vuelvan

Honestidad. Esa es la palabra que me viene a la cabeza tras terminar de leer Por si las voces vuelven, de Ángel Martín, un señor que se define como "alguien que hace cosas" y que muchos habremos visto en su faceta de cómico y presentador en la televisión. Tras sufrir un brote psicótico, en el que guionizó auténticas tramas argumentales diversas junto a las voces que escuchaba, y un proceso largo de recuperación, Martín plasma en este libro su experiencia, pero no desde el victimismo, ni mucho menos. Con toques de humor, parece no callarse nada, desnudarse con el único fin de que a otros les pueda servir lo que él vivió.

Pero si Ángel Martín es honesto, yo no le he sido. En realidad yo no me leí el libro, escuché el audiolibro que, encima, está locutado por él mismo. Así que tengo la sensación de que Ángel Martín y yo hemos pasado una noche hablando de nuestras mierdas, como él diría. Y, como estas cosas unen mucho, pues yo lo que le deseo es que las voces no le vuelvan, y que, si lo hacen, toda la sabiduría que sobre el tema ha acumulado, le ayude a salir a flote de nuevo.

Que las voces no te vuelvan

Empatía. Esa es otra de las palabras que me surgen con este libro. Porque estas páginas ayudan a entender a quienes pasan por algo similar y eso se debe a que Ángel Martín explica cómo la percepción del enfermo cambia, los objetos y casualidades que se convierten en señales, las frases que de pronto cambian su significado. Y eso permite que podamos mirar el mundo a través de sus ojos.

Es importante que personas conocidas hablen con naturalidad de las enfermedades mentales en primera persona, porque se convierten en referentes de muchos pacientes, familiares y amigos que se enfrentan a estas patologías. Ángel Martín también ha reunido en un podcast los testimonios de artistas y periodistas sobre su experiencia con diferentes enfermedades mentales. Si les apetece pinchen aquí y escúchenlo, lean Por si vuelven las voces y, si se encuentran mal, no duden en buscar ayuda. Ojalá a todos se nos enseñara desde pequeños hábitos saludables para nuestra mente y herramientas para lidiar con las enfermedades mentales propias y ajenas.


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