Revista Educación

¡Quééééédate! vs ‘el cansino maestro corrector de Radio ECCA’

Por Siempreenmedio @Siempreblog
¡Quééééédate! vs ‘el cansino maestro corrector de Radio ECCA’

A estas alturas de mes y año pocas personas podrán decir que no saben quién es Quevedo (Las Palmas de Gran Canaria, 2001), ese chico de apenas 20 años que ha reventado las listas de éxito en canales como Spotify o Youtube desde principios de julio con su tema ¡Quééééédate! (así lo ha bautizado el mundo entero) junto al productor argentino Bizarrap. Las cifras de descargas y reproducciones son una locura. Hace más de un mes llevaba 370 millones de escuchas en Spotify y 225 reproducciones en Youtube. Hasta ahí los datos. De impacto.

Independientemente del estilo, su calidad vocal, la letra y su futuro como artista, cuyo fin inminente vaticinan algunos críticos a los que denomino 'cansinos maestros correctores de Radio ECCA', lo cierto es que este tema ha sido un bombazo. Y eso, para empezar, hay que reconocerlo. Y entiéndase la expresión anterior, de uso familiar, con la que nos referimos a la crítica constante, no a quienes se dedican a formar a través de este medio de comunicación, cuya labor es muy loable en Canarias.

No es mi estilo, si es que tengo alguno, pero con honestidad admito que al margen de esa letra que para mi generación quizá no nos diga gran cosa y en la que tampoco voy a entrar, este ¡Quéééédate! es brutal. Ignorarlo, despreciarlo públicamente, arrastrarlo por el fango en unas líneas de texto porque simplemente no te guste es cansino; es, si me apuran, elitista.

Lean si no las palabras que dijo el crítico Fernando Neira, recogidas en agosto en un artículo publicado en El País, un gran ejercicio de elegancia. "Es la canonización de la nada. No hay un solo nanogramo de personalidad, de lenguaje propio, en la música. Y no digamos ya en la voz, ultraprocesada y cacofónica, que es la de Quevedo pero podría ser la tuya, literalmente. La letra, si se puede considerar tal (y si se entiende, que no es sencillo), es un bochorno sonrojante, la súplica de un machirulo que intenta dárselas de tío con sentimientos. Definitivamente, nos estamos dejando manejar por la dictadura del algoritmo y por los espejismos de la viralidad y sus progresiones geométricas. Nadie recordará esta cosa de aquí a un año".

¿La música no es sinónimo de emociones? Pues aquí dos tazas.

Y precisamente la forma en que este señor critica de manera pública es lo que a mí, desde que lo leí, me ha hecho más fan de Quevedo, quien por cierto me simpatiza desde que lo oí hablar por primera vez. Es el hartazgo cansino de la crítica brutal y destructiva por parte de quienes pasean públicamente el aura de la verdad absoluta sobre la calidad o no de una canción. Agota esa supremacía moral. ¿Que no te gusta? No la escuches. Así de sencillo. Puedes también, Neira, escribir de quienes sí te gustan y todos tan contentos.

En definitiva: en esta ocasión es Quevedo y su temazo veraniego, pero mañana será cualquier otro. Me agota la actitud. Me agota la superioridad. Me agotan los maestros correctores de Radio ECCA. Que una canción de un tipo de 20 años sea incluso motivo de un tuit de la RAE, creo que al menos es para un respeto, que respeto no es sinónimo de acepción, sí de educación.

Consultas de la semana | ¿Cómo escribo "Quédate" alargando la primera "e"?
Cuando se repite una vocal con tilde en una palabra para reflejar un alargamiento expresivo, debe escribirse también la tilde sobre cada vocal repetida: "¡Quéééédate!". pic.twitter.com/CI78jhplWt

- RAE (@RAEinforma) September 28, 2022
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