Revista Opinión

Quemar un ejemplar de la Constitución como protesta

Publicado el 29 agosto 2016 por Elblogderamon @ramoncerda

Hace unos meses (aunque aquí no nos hemos enterado hasta hace poco) se produjo un pequeño escándalo cuando la escritora y periodista Empar Moliner procedió a quemar un ejemplar de la Constitución como protesta contra el Tribunal Constitucional por declarar nulas algunas medidas de la Generalitat para combatir la pobreza energética. Una de las dudas que surgieron ante algunas quejas fue si el hecho de quemar un ejemplar de la Constitución en público podría enmarcarse dentro de la libertad de expresión o no.

Quemar un ejemplar de la Constitución. Mi opinión personal sobre lo ocurrido

#Quemar un ejemplar de la Constitución

Quemar un ejemplar de la Constitución debe considerarse libertad de expresión aunque no nos guste

Personalmente no es algo que me guste, pero entiendo que sí que debería considerarse libertad de expresión. Supongo que todo ocurriría en un entorno en el que se estaba criticando la Constitución y quemar el libro no era otra cosa que escenificar las palabras de la periodista, aunque pueda entrar dentro del terreno del mal gusto o pueda herir sensibilidades. En un momento dado yo podría estar criticando (por poner un ejemplo cualquiera) el Impuesto de Patrimonio, como de hecho he criticado más de una vez, y para mostrar que estoy en total desacuerdo con cada uno de los párrafos, quemar un ejemplar que hable del impuesto o el BOE donde se publicó la última modificación. Supongo que eso sería perfectamente legítimo (mal gusto aparte).

También hay que tener en cuenta que ni siquiera se procedió a quemar un ejemplar de la Constitución auténtico, sino que se trataba de simple atrezo, aunque original o no, tanto da porque la posible afrenta es la misma. Imaginemos que estuviera quemando un ejemplar (de mentira) del Corán. Supongo que ahora estaría incluso amenazada de muerte como Salman Rushdie.

El CAC (Consell Audiovisual de Catalunya) tomó cartas en el asunto y llegó a la conclusión de que quemar un ejemplar de la Constitución en directo en un programa de TV·3 entra dentro del derecho a la libertad de expresión. Conclusión a la que se ha llegado tras una reñida votación que ha acabado en empate (tres votos en contra y tres votos a favor). Empate solucionado con el voto de calidad del presidente del CAC.

Bajo mi punto de vista creo que no sería sano que Moliner fuera condenada judicialmente (en caso de que la denunciaran) por haber procedido de este modo porque seguiríamos adentrándonos en terreno escabroso. Mejor que cada cual se exprese como crea conveniente y no vayamos privándonos de libertad unos a otros. Si no estamos de acuerdo con Moliner, limitémonos a criticar lo que ha hecho y decir que tiene una forma ofensiva de expresarse.

Ramón Cerdá


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