Revista Educación

Querido taxista

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Querido taxista

Humo del tabaco. Crédito: eldiaonline.comQuerido taxista: esta carta no te va a gustar.

Es muy probable que no vaya contigo, que ni siquiera estés entre ellos, que al leer entiendas que esto es una aberración (el hecho en sí, no que yo lo cuente). Si es así, perfecto. Pero si eres de los que, como narro, actúa de un modo tan inhumano e irrespetuoso, permíteme decirlo: maldito seas.

Ya van dos veces, aunque lo que me ha empujado a escribir esto ha sido la segunda. Porque una cosa es que entres a un taxi y éste apeste a humo de tabaco (aunque sea revenido, de días anteriores), y otra es que entres a un taxi cargadito de humo bien reciente. Les cuento.

Últimamente, por diverso motivos, he usado el taxi bastante a menudo. Una de esas veces, al meterme, ya olí que aquello era humo de tabaco recientito que podía cortarse con cuchillo. Dada mi condición de asmática, y pese al frío del invierno (y a las horas nocturnas), tuve que abrir la ventana para no morir. Se daba, además, la amable circunstancia de que estaba lloviendo. El conductor no dijo ni mú. Se limitó a cobrarme, y yo, a pensar para mis adentros que tenía que preguntar cómo iba la normativa del tabaco en taxis. Pero lo olvidé. Hace unos días volví a necesitar un taxi en una noche lluviosa. De nuevo, nos subimos a uno y se repitió la gracia: ropa y pelo (eso es lo de menos) apestando, la ventanilla bajada, lloviendo a cántaros, y, cuál es mi sorpresa cuando el conductor me suelta “¿Te molesta el humo chica, quieres bajarte del taxi?”.

Manda cojones. Sí, repito, ¡manda cojones!

Resulta que con la oscuridad no me había dado cuenta, pero el caballero ¡estaba fumando! Le respondí que claro que me iba a bajar, que cuánto le debía (sí, encima soy gilipollas), pero como habíamos avanzado solo unos metros, me dijo “Nada, nada”. Imagino que tampoco quería arriesgarse a darme un tiquet con sus datos… en definitiva, que me invitó a bajarme de “su” taxi, probablemente porque es de los que piensan que “en mi casa mando yo”. Pues señores, porque soy tontica, pero la próxima vez pillo el número de matrícula y le meto una denuncia del copón. Porque, sépanlo: por ley, está prohibido fumar en los taxis.


Volver a la Portada de Logo Paperblog