Revista Asia

Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong

Por Amoreno
Último capítulo de nuestro viaje a Raja Ampat. El quinto día iniciamos el camino de retorno desde Pulau Wayag hasta Sorong, en la isla de Nueva Guinea. Al igual que habíamos hecho a la ida, a mitad de trayecto nos detuvimos en Pulau Kri.
Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong
El humilde resort de cabañas junto a la playa de Yenkoranu Homestay ofrecía todo lo que necesitábamos: un embarcadero donde amarrar nuestro barco, un sitio donde pasar la noche y con desayuno, comida y cena incluídos. Todo por el módico precio de Rp 350.000 a dividir entre tres.
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Fue una elección acertada quedarnos allí. Estábamos tan a gusto que no teníamos ninguna prisa por volver a la civilización.
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Contra todo pronóstico habíamos cumplido con el calendario de viaje y nos sobraba un día, así que lo dedicamos a descansar tirados en la playa y coger algo de tono en la piel. No vaya a ser que al volver a casa no noten que hemos pasado unos días por el ecuador.
Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong
Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong
Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong
Combinamos el sol de mediodía con las siestas a la sombra de una palmera y con un chapuzón en el mar o un paseo por la costa de Kri. Tras el ajetreo de los días anteriores, agradecíamos muchísimo esos momentos de tranquilidad.
Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong
Así es como el día pasó volando y de nuevo nos encontramos tumbados en las hamacas del pequeño muelle contemplando el atardecer. El último atardecer que veríamos sobre las aguas de Raja Ampat.
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A la mañana siguiente recogimos y nos despedimos de la alegre familia que regentaba el homestay. Les dimos gracias una y mil veces por haber sido tan atentos con nosotros.
Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong
Ya por la tarde arribamos al puerto de Sorong. Después de pasar cinco días perdidos por el Mar de Halmahera regresábamos a la civilización. Adiós a las playas de arena blanca, a las palmeras, a las cabañas de madera en mitad de la nada, a las transparentes aguas repletas de coral.
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Al entrar en el puerto nos invadió un sentimiento de tristeza. La travesía llegaba a su fín y tendríamos que despedirnos de Agús, el patrón, el niño Iksan y el alegre Pinongui, el señor del sombrero. Después de pasar juntos cinco días a bordo del Karimata les habíamos cogido algo de cariño. Nos hicimos la foto de familia y nos abrazamos con el corazón encogido. Quién sabe si nos volveríamos a ver.
Raja Ampat, Días Seis y Siete - Regreso a Sorong
Aquí terminaba nuestra gran aventura por Raja Ampat. Una historia que podremos contar a nuestros hijos y a nuestros nietos. La historia de cómo navegamos a bordo de un long-boat nada menos que 200 km hasta llegar a Pulau Wayag, uno de los últimos paraísos vírgenes en la Tierra que no aparece en ninguna guía de viaje. Y durante el viaje nos habían sucedido multitud de anécdotas, habíamos escalado hasta las nubes para contemplar paisajes increibles, habíamos pasado por lugares mágicos como la Bahía de Aljui o el pasaje de Pulau Gam, habíamos contemplado atardeceres imposibles con el mar totalmente en calma, habíamos conocido a las extraordinarias gentes de Papúa y habíamos vivido muchas otras experiencias que jamás olvidaríamos.
Había sido el viaje de nuestras vidas.


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