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Resistencia

Por Clochard

Resistencia
Resistencia Ayer cayó otro de los nuestros. Ese maldito chico, quién le mandaría exponerse de esa manera. Todos llegan aquí con el mismo brillo en los ojos y la insolencia grabada en su rostro, no importa cuántas veces trates de explicarles cómo son las cosas, que esto no es un juego, que la mejor manera de vencer es muchas veces pasar inadvertido. Cuántos de ellos te miran como si no fueses más que un viejo chiflado y lo peor es que quizá tengan razón. El muy idiota se creía un héroe, habíamos salido de patrulla a plena luz del día en contra de mi voluntad porque era necesario encontrar víveres ya que los alimentos comenzaban a escasear de manera más que alarmante. Entonces nos topamos con aquel control imprevisto que nos cortaba el paso y el chico desobedeció mi orden de aguardar escondidos hasta el anochecer. Cayeron sobre él de inmediato, eliminándolo con una facilidad tan cruel como insultante. Pero lo cierto es que su maniobra nos ayudó a escapar al resto, el chico del demonio dio su vida por nosotros y yo no dejo de pensar que no era necesario, que nadie se lo pidió. A esos jóvenes no hay manera de meterles las cosas en la cabeza. Hay que moverse con rapidez pero también con sigilo y agilidad, nunca debemos ser descubiertos, siendo capaces de aguardar hasta el momento oportuno. Ellos son mucho más fuertes, están mejor armados y jamás hacen rehenes. Nuestra ventaja reside precisamente en la seguridad que ellos tienen sobre la superioridad de su pueblo. Llevan siglos dominando, masacrando y extinguiendo a lo que ellos consideran razas inferiores. Cada vez inventan nuevas armas más mortales que las anteriores, con nosotros antes utilizaban el cuerpo a cuerpo pero ahora ni siquiera se dignan a ensuciarse las manos, usan armas químicas sumamente letales con las que no es necesaria la batalla, sólo tienen que esparcir el producto por el aire y esperar a que el veneno haga su trabajo. Sin embargo tengo la certeza de que la victoria final será nuestra, sé que nuestros enemigos acabarán destruyéndose a sí mismos con su propia ambición. Tan solo debemos ser capaces de resistir, nosotros estábamos en este planeta desde mucho antes que ellos y hemos sido capaces de adaptarnos y evolucionar en cualquier circunstancia, por cada uno de nosotros que caiga surgirán miles, millones, más preparados y mejorados genéticamente. Por eso estoy seguro que cuando no quede rastro del paso del ser humano por este planeta, nosotras, las cucarachas, conseguiremos nuestro ansiado reinado.

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