Revista Cultura y Ocio

¿Sabrán los ingleses que el origen de su himno es una fístula anal?

Por Nosoloviajeros @nosoloviajeros

Luis XIV de Francia

En ocasiones, navegando sin rumbo fijo por la red, uno puede encontrarse con auténticas perlas que merecen que se les preste un poco de atención; y para muestra de ello, el tema de hoy, los orígenes del “God save the Queen”. No he podido resistirme a tomar prestado el título del artículo de Javier Sanz ( Historias de la Historia ) para publicar esta nota, ya que algo más acertado difícilmente habría sido posible sacar.

La verdad es que nunca me ha llamado demasiado la atención la cultura británica, cosa que no puedo decir de su pasado, ya que en no pocas ocasiones estuvo entrelazado con la Historia de España ( batallas, piratería, etc ). Ahora bien, leyendo el artículo de Javier Sanz, no he podido más que soltar una carcajada e indagar un poco más al respecto de los orígenes del “venerable” himno británico, y bueno, la verdad es que como anécdota no tiene pérdida. ¿ Que tiene que ver el himno británico con las hemorroides ? Y no, no es que compusieran la canción con el culo, no es eso. Me explico.

El himno que actualmente emplean en el Reino Unido en actos oficiales y cuando les da la gana es el conocido “God save the Queen”, de Georg Friedrich Händel ( 1685 – 1759 ). Claro está que la Historia no es tan cristalina, y hay algo más que no suele decirse al respecto; el plagio de la obra.

La historia ronda por los años en los que en Francia reinaba Luis XIV, un monarca con un problema de salud bastante concreto, tenía hemorroides; algo que hoy en día, tras una sencilla intervención quirúrgica quedaría solucionado. Pero claro, estamos hablando de que este hombre reinó entre los siglos XVII y XVIII, y por aquel entonces no había una solución tan sencilla a esta patologia..

A raíz de esto, Luis XIV no podía llevar una vida normal, no podía casi cabalgar, y día tras día era algo que le iba amargando. Un buen día decidido que la situación tenía que acabar, y ni corto ni perezoso ordeno a su médico personal, Charles Félix de Tassy, que buscase una solución. Como comentaba antes, en la época, este tipo de operaciones no eran lo de hoy en día, y además de ello las pruebas que se habían hecho en otros pacientes con los mismos síntomas no habían sido demasiado exitosas.

Tras varias pruebas, el doctor se decidió a intervenir, y el resultado fue exitoso. Luis XIV ya podía llevar una vida normal, y claro, esa felicidad se empezó a contagiar entre los suyos; ya no tenían un rey amargado, sino todo lo contrario.

Para conmemorar este hecho, el compositor franoitaliano Jean Baptiste Lully compuso una canción, “Grand Dieu sauve le Roi” ( Gran Dios salve al Rey ). En su momento debió ser un éxito, ya que con el tiempo se acabo convirtiendo en el himno de la monarquía francesa.

Ahora bien, la parte de la historia que a los ingleses no acabará de gustarles en exceso empieza en este punto. El sr. Georg Friedrich Händel, músico de profesión y autor público del himno ante los ingleses, viajó en 1714 a Francia. En su visita se percato del éxito que estaba teniendo la canción de Jean Baptiste, y ni corto ni perezoso, tras hacerle un par de cambios, se lo presento al rey inglés Jorge I como una creación propia. Sobra decir que a este le encantó y comenzó a utilizarla...hasta el día de hoy.

Pero bueno, como comentaba anteriormente, este hecho no pasa de ser una mera anécdota, hay cosas de la época en este país que fueron bastante más preocupantes. En fin, no se como se lo tomarán los adeptos al “british way of life”, yo de mientras me río un poco, que tengo el día libre.

Fuente | Historias de la Historia


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