Salmón marinado con emulsión de maracuyá

Hace unos años era algo reacia a cocinar salmón. Era un pescado que practicamente nunca cocinaba y si lo consumía era ahumado y en poca cantidad. Con el paso del tiempo lo he ido incorporando a los menús de casa por la cantidad de beneficios que puede aportar el consumo de salmón a nuestro organismo, además de ser un pescado deliciosos, es altamente beneficioso para nuestra salud.
Lo podemos cocinar al horno, en papillote a la plancha, con verduras, con salsas, con cuantas combinaciones nos permita nuestra imaginación. Esta vez lo vamos a combinar con unas verduras y un toque cítrico. Vamos con la receta


Ingredientes:
-300 gr. de salmón (en dos filetes de 150gr c/u)
 -2 maracuyá o en su defecto puré de maracuyá
-Aceite de oliva
-4 cucharadas de salsa de soja
-1 cucharita de ralladura de jengibre
-1/2 cebolla roja (pequeña)
-cilantro
-1 zanahoria
-1 calabacín zucchini
 
Elaboración:
Ponemos a marinar el salmón en un recipiente, con la piel hacia arriba,  junto con la soja, el zumo de maracuyá, incluso la pulpa y un poco de aceite de oliva. Lo reservamos tapado con papel film durante unos 25 minutos aproximadamente.
Pasado el tiempo de reposo escurrimos el salmón del marinado  (reservamos el marinado)  y lo ponemos en una bandeja apta para horno. Precalentamos el horno a 175º y horneamos el pescado durante cinco minutos.
Por otro lado cortamos la zanahoria y el calabacín en cintas con ayudas de un pelaverduras. Ponemos un poco de aciete en una sartén, dejamos calentar ligeramente y salteamos las cintas de verduras, para dejarlas al dente.
Reducimos el marinado que habíamos reservado a fuego lento junto con el jengibre, el cilantro picado y un poco de aceite.
Para montar el plato pondremos una base de cintas de verduras, colocamos encima el salmón y salseamos con la reducción de maracuyá. Cortamos la cebolla en juliana y la incorporamos a la presentación del plato.
Terminamos con una  emulsión que haremos con dos cucharadas de pulpa de maracuyá, dos de aceite de girasol y un poco de sal.
¡A comer!, buen provecho.