Sangría

En verano, con el calor, nos apetece tomar y comer cosas frescas. En esta época del año apetece mucho sentarse en las terrazas, a disfrutar del momento y tomarnos una cervecita, o cómo no, un buen vaso de sangría.
Existen muchísimas recetas para hacer Sangría, hay quien le pone más de una cosa que de otra, pero siempre manteniendo sus ingredientes principales: EL VINO y LA FRUTA. Yo les pondré la forma que durante muchos años la hemos elaborado en casa.
Según he podido leer la procedencia de la Sangría es algo confusa. Se dice que proviene de las Antillas, cuando era colonia británica. Los ingleses hablan del sangaree, una bebida refrescante muy apreciada en las Antillas inglesas y francesas. Los franceses la llamaron sang-gris. Así mismo se piensa que el nombre de la Sangría se debe al color del vino con el que los campesinos la elaboraban. Habitualmente era un vino rojo y robusto con un tono morado, muy común en toda la costa mediterránea de España y muy parecido al color de la sangre. Esta es una pequeña introducción de lo que podemos denominar la bebida típica española por excelencia.

Ingredientes:
-750 ml. De vino tinto
-750 ml. de refresco de naranja
-1 manzana
-1 pera
-1 melocotón
-2 rodajas de piña natural (sirve en almíbar)
-2 naranjas
-5 cucharadas de azúcar
-100ml. De licor de naranja
-50ml. De ron
-50ml. De brandy
-1 palito de canela
-Hielo
Preparación:
Lo primero que haremos es preparar la fruta. La manzana la pelamos, quitamos el corazón, al igual que una de las naranjas. La pera y el melocotón lo lavamos bien.  Troceamos en brunoise toda la fruta (manzana, pera, piña, melocotón y naranja). 

 En un recipiente amplio introducimos el vino y tres cuartas partes del refresco de naranja, le añadimos el azúcar y la fruta troceada, mezclamos bien para que la fruta se vaya macerando. Introducimos también el palo de canela.

Añadimos los licores (licor de naranja, el ron y el brandy), le añadimos el zumo de la otra naranja y volvemos a revolver todo para que se integren bien todos los ingredientes. Por último le añadimos el resto del refresco de naranja, mezclamos, lo introducimos en un recipiente de cristal o jarras y lo dejamos en la nevera, bien tapado para que se macere todo, mejor de un día para otro.
En el momento de servir, revolvemos un poco y lo presentamos en vasos o copas con unos trozos de hielo. (El hielo se pone en el momento de servir para que no se derrita y la sangría pierda su sabor)


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