Se me acumulan las preguntas

Ya se lo decían a mi madre desde que era chica: “Esta niña habla mucho en clase”. En realidad, yo lo que hacía era preguntar y si no tenía respuesta de los compañeros, me dirigía al maestro. “Siempre te adelantas, Naima, me respondía”. Y claro, me ofuscaba y callaba, pero por dentro siempre pensaba, con esta mente un tanto alemana y cuadriculada que tengo, que si a mí me surgía la duda era porque el orden de la explicación podía no ser el correcto y, quizá, si se explicara de forma más lógica, no daría tiempo a que me surgieran las dudas. En fin, recuerdos aparte, lo cierto es que siempre se me acumulan las preguntas. Esta semana, por ejemplo, tengo la libreta llena, así he decidido formular algunas a ver si alguno sacia tanto interrogante.

-¿Cuántas versiones más dará Estados Unidos sobre su acción ¿terrorista? para liquidar a Bin Laden?

A Hillary, la pobre, le da asma cuando liquidan a Bin Laden. / Foto: Pete Souza (Casa Blanca)

-¿Qué significado tiene el término JUSTICIA para la administración de Obama? ¿Y el término DERECHOS HUMANOS?

-¿De verdad la cara de Hillary Clinton con la mano sobre la boca era porque tenía tos, como ha dicho?

-¿De dónde sacaron eso de que la ley islámica obliga a tirar los cadáveres al mar?

Y ésta, que no tiene nada que ver con las anteriores, pero que me tiene hablando sola hace mucho tiempo:

-¿En las carreras de Fórmula Uno podría ganar cualquiera de los participantes? ¿Si yo compito con un Escarabajo y un amigo con un Ferrari tenemos las mismas posibilidades? ¿Gana quien más dinero tiene para tener el mejor coche o el que es mejor piloto?