Revista Psicología

Sin ti, no puedo vivir

Por J.k. Pérez

¿Alguna vez has utilizado esta frase? Y puede no ser precisamente esta, pero sí algo parecido. A veces sólo pasa porque nos sentimos tan enamorados que este tipo de afirmaciones se nos “escapan”. Pero, ¿somos conscientes de lo que estamos diciendo? ¿En verdad me muero sin ti? ¿Qué pasa cuando lo decimos en serio? Cuando en verdad sentimos que se nos va la vida sin esa persona, cuando no sabemos qué haríamos si nos dejara, cuando nuestra vida depende total y completamente de otra persona…. ¿Es sano pensar de esta manera?

no puedo

Para algunas personas, esta es su forma de amar y es absolutamente normal. Es común (por mencionar un ejemplo= que cuando terminamos una relación nos sintamos desganados, decepcionados, enojados, tristes, confundidos… en fin, un cóctel de emociones que varían de acuerdo a la razón del rompimiento. Sin embargo, es una cuestión pasajera. Sí hay momentos donde podría faltarnos la motivación, pero es sólo mientras aprendemos a retomar nuestra vida de forma normal. La realidad es que suena mucho más fácil de lo que se vive realmente, pero es así: lo sano es superar el rompimiento (el cual puede variar en la medida de tiempo) para poder salir adelante.

Hace un par de años, durante una clase varios estudiantes de psicología nos dimos a la tarea de buscar una canción de amor que no fuera “enfermiza”; es decir, que concibiera al amor de forma sana. Lamentablemente, no logramos encontrar ninguna! (así que si conocen alguna, por favor háganmelo saber). La mayoría de las canciones de amor contienen frases tan determinantes y absolutistas como el título de esta entrada, otras fantasean con la idea del amor, algunas otras manejan celos y enojo, en otras se mueren sin el ser amado… en fin, analizar una sola canción nos podría llevar mucho tiempo.

Puede parecernos intrascendente, pero la música (entre otras cosas) refleja la concepción que como sociedad tenemos del amor. ¿Qué pasa si manejamos al amor desde una perspectiva enfermiza? Lo más seguro es que nosotros nos sintamos cómodos con ello y hasta queramos adoptarlo en nuestras vidas. Si lo adoptamos como nuestro, cabe la posibilidad de que olvidemos que esta no es una forma sana de concebir al amor.

media naranja

No somos una mitad buscando por la vida aquella otra mitad que nos siga dando vida. Somos un ser único y completo, por eso es tan importante amarnos a nosotros mismos: conocernos, aceptamos, querernos, aprender a vivir con nosotros. Para amar a alguien más, primero debemos amarnos a nosotros mismos. Esto no garantiza que amemos de una forma sana, pero al menos, que no vamos a morir en la ausencia de la persona amada.

Para marcar una diferencia entre lo que es un amor sano y uno “tóxico”, he encontrado la siguiente lista que enmarca algunas características y sus diferencias en cada tipo de relación.

amor sano amor mal sano

Es importante recordar que esta lista es sólo un ejemplo, pero nos puede ayudar a reflexionar en el tipo de relación que nos encontramos. Espero que les sirva para hacer un análisis de sus propias relaciones identificando su relación en un “tipo” de amor, que aunque NO es determinante, les puede ayudar para realizar cambios o mejoras en sus relaciones.


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