THE COVE (Louie Psihoyos, 2009)

Todo empezó con Flipper, la serie estrella de la televisión de los años 60. Flipper inventó al delfín como mito animal de la cultura de masas, propagó su inteligencia, su monomía y su lealtad y lo puso en el centro de un rubro de la industria del entretenimiento que desde entonces no pararía de crecer y expandirse: los parques acuáticos.
Medio siglo después un ex colaborador de Flipper, Richard O´Barry, recluta a un puñado de activistas para viajar a Taiji (en Japón) y poner fin a las masacres de delfines que los pescadores ejecutan todos los años en una cala discreta, protegida de cámaras y miradas delatoras. 23 mil delfines masacrados cada año a golpes de arpón, faenados en el más absoluto sigilo y vendidos en supermercados como carne de ballena. Ese es el escándalo que aborda The cove el documental de Louie Psihoyos que vamos a ver esta noche en Primer Plano en este mes dedicado al cine documental. Un escándalo de brutalidad, ocultado por la complicidad de las más altas esferas oficiales japonesas, pero también un escándalo económico que pone en juego la salud pública dado que la carne de delfín es portadora de tasas de mercurio que la convierten en una bomba de tiempo.
Como el brazo audiovisual del operativo comando que O´Barry planea en Taiji Psihoyos mete su cámara en todas partes (foros internacionales, despachos gubernamentales, gabinetes médicos, laboratorios), su eje sin embargo es el golpe mismo que la película describe, desde que es concebido hasta que es ejecutado, con la adrenalina y el suspenso con que Steve contaba el golpe de contra los casinos de Las Vegas. Se trata de sembrar la cala fatídica con cámaras ocultas de modo de registrar la carnicería de delfines y difundir las imágenes en la escena pública.
The cove es tres películas en una: un documental de activismo (que muestra el sórdido lado B de un mito de la industria cultural americana), la biografía de un arrepentido (Richard O´Barry, el ex entrenador de delfines puesto a militante) y una historia de inocencia y brutalidad que se juega siempre ante una cámara: primero las viejas cámaras de TV que hicieron posible a Flipper en los años 60, ahora, las cámaras clandestinas del siglo XXI, espías, testigos, ojos insomnes que sacan a la luz las verdades que nadie quiere ver.
Presentación realizada por Alan Pauls el de noviembre de 2011 en el ciclo dedicado a los documentales en Primer Plano I.Sat.
Transcripción del siguiente enlace audiovisual: https://www.youtube.com/watch?v=WctI7TNwSvg