Todos los hobbies son iguales. Ursula Sprecher & Andi Cortellini.

Gracias a Dios, o mejor dicho, a Linkedin y toda la leche esta de la marca personal, ha disminuido el uso del apartado más penoso de los CVs impresos. Y no, no me refiero a cuando ponías todos tus trabajos de estudiante cuando la oferta era para un empleo completamente distinto, no. Me refiero a esa parte tan supuestamente empática pero, rancia a más no poder, que se titulaba “MIS AFICIONES”.

¿Cómo que “mis aficiones”? ¿Qué aficiones vas a poner ahí? ¿Que te gusta ir al cine, salir con tus amigos, leer y hacer deporte? ¡¿Sííííííííííííí?! ¿EN SERIOOOOOO? O me lo juras o no te creo.

Y esto sí que va en serio, porque, todos tenemos algunas aficiones que no se pueden poner ahí sin parecer un depravado mental. Imagina (y pon tu mente en modo años 90 ON): me gusta ir al cine, cocinar y cuidar de mis gatitos. La loca de los gatos. O, me gusta hacer deporte, ver la tv y colecciono minerales. Repelentes no, gracias. O, me gusta disfrutar de la naturaleza, me encanta la jardinería y cuidar de animales. Follacabras. O, disfruto mucho viendo pelis de serie B y haciendo macramé con mi madre. No hay duda, este nos mata. Eso era así. Era.

Ahora, con las redes sociales, todo dios sabe que estás coleccionas posavasos, que tienes un huerto urbano o que te gusta hacer figuritas con fieltro. Pero, cuando estas actividades las haces en común, es decir, las compartes con otra gente ¡¡empiezas a parecerte a ellos!! No hay más que ver la serie fotográfica que han realizado Ursula Sprecher & Andi Cortellini, donde, te queda patente los parecidos entre sus protagonistas.

Esta serie fotográfica empezó en la cola de un supermercado cuando alguien se preguntó que llevaba a todas esas personas tan diferentes a comprar, al mismo sitio, un sábado por la mañana. ¿Qué sería de sus vidas? ¿Qué harían cuando no estuvieran allí? Planteamientos que han acabado siendo pasto de 60 fotografías y un libro llamado “Hobby Buddies”.

En él puedes descubrir nuevos hobbies muy interesantes como la sociedad de amigos carniceros, el club de los tranvías, el grupo de señores a los que les gusta disfrazarse de Santa Claus ¡¡o los que juegan a la gallinita ciega!!

Como se suele decir en estos casos, hay gente pa tó. Y por si fuera poco, los hobbies los juntan y ellos se parecen.