Tortilla noruega (o Alaska)

Este es un postre de contrastes. Al comerlo causa una gran sensación por el contraste entre el frío y el calor. En la actualidad se puede hacer de forma individual y se puede tostar con un soplete o bien introduciéndolo en el horno con el gratinador. Se suele acompañar con frutas confitadas alrededor.
Mi opinión particular es que es un postre que sorprende, fácil de hacer, aunque la época de calor no creo que sea la más propicia, ya que el helado tiende a derretirse muy rápido. Por eso en la foto del corte se puede apreciar que el helado no aguanto el tiempo de exposición para la foto.
Lo explicaré por partes y les pondré los enlaces a la recetas, ya que la del bizcocho y la del merengue están ya en la página. Son postres individuales con un molde de semiesfera.

Ingredientes:
-Bizcocho genovés
-Helado o biscuit glacé
-Merengue italiano.
-Una cuchara de azúcar 
Preparación:
Hacemos un bizcocho ligero o genovés, aquí les dejo la receta del paso a paso: BIZCOCHO LIGERO. Una vez tengamos la plancha hecha la cortamos de la misma forma de la fuente que vamos a utilizar, en este caso redonda, para lo cual utilicé un aro redondo del mismo tamaño que el molde dónde tenía el helado preparado.
Preparamos el helado o biscuit glacé. El helado puede ser comprado y al gusto de cada uno. Si quieres probar con un biscuit glacé te dejo la receta de BISCUIT DE HIGOS, pincha aquí y verás la receta: BISCUIT DE HIGOS.
Con el helado rellenamos los moldes individuales en forma de espera o cualquier otro molde donde queramos hacer el postre. Si es de silicona no hace falta cubrirlo con papel de film. Si es de cristal o plástico es preferible cubrir el molde con papel de film y luego introducir el helado, así es más fácil a la hora de desmoldar.
Por ultimo preparamos el merengue italiano. Ver la receta aquí: MERENGUE COCIDO. Lo introducimos en una manga pastelera con boquilla rizada.
Montaje del postre: Pondremos un circulo de bizcocho, encima pondremos el helado que hayamos elegido y luego cubrimos todo con el merengue. Con ayuda de una cuchara le vamos dando toques para que quede de formas dispares. Una vez lo tengamos todo cubierto lo espolvoreamos con un poco de azúcar  y lo quemamos con el soplete, o bien lo introducimos en el horno, con gratinador, hasta que dore.