(Varsovia, 15/12/2011, EFE)
El primer ministro polaco, Donald Tusk, alertó ayer del riesgo de división en la Unión Europea (UE) y pidió un esfuerzo para que Polonia no se quede al margen de la “columna vertebral” de la Unión, mientras la oposición nacionalista denuncia una cesión de soberanía que perjudica a los intereses nacionales.
El jefe del Gobierno polaco reconoció la “sensación de caos y de incertidumbre” que se ha apoderado de la Unión en los últimos meses, y mostró su temor a la división entre los miembros de la eurozona y los de fuera de ésta (entre los cuales se encuentra el país centroeuropeo).
Polonia, que ha asumido la presidencia rotativa de la Unión Europea durante este semestre, “ostentó el liderazgo en un momento crítico, no sólo por la situación dramáticamente precaria en la zona euro y las dificultades financieras de los países de la UE, sino también por el hecho de que la crisis financiera ha puesto de manifiesto las debilidades e inconsistencias” del sistema, añadió.
Mientras, desde el partido nacionalista-conservador Ley y Justicia, liderado por Jaroslaw Kaczynski, se critica lo que se considera una renuncia de la soberanía polaca en el ámbito financiero que perjudicará a los intereses nacionales.
Los diputados de Ley y Justicia lucían hoy banderas de Polonia en sus solapas como protesta a la decisión del Gobierno liberal de Donald Tusk.
El pasado martes este partido organizó en Varsovia una marcha de protesta por los acuerdos de Bruselas, en la que participaron cerca de 10.000 ciudadanos.
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