Revista Espiritualidad

Urantia 4

Por Ktikaa @XKRedes

LA ISLA ETERNA DEL PARAÍSO (DOCUMENTO 11)
(118.1) 11:0.1 EL Paraíso es el centro eterno del universo de los universos y la morada del Padre Universal, del Hijo Eterno, del Espíritu Infinito, y de sus divinos coordinados y asociados. Esta Isla central es el cuerpo más gigantesco organizado de realidad cósmica en todo el universo maestro. El Paraíso es una esfera material así como también una morada espiritual. Toda la creación inteligente del Padre Universal reside en moradas materiales; por lo tanto, el centro del control absoluto debe ser también material, literal. Nuevamente debe reiterarse que las cosas y los seres espirituales son reales.
(118.2) 11:0.2 La belleza material del Paraíso consiste en la magnificencia de su perfección física; la grandiosidad de la Isla de Dios se exhibe en las estupendas realizaciones intelectuales y en el desarrollo de la mente de sus habitantes; la gloria de la Isla central se muestra en la dote infinita de personalidad espiritual divina: la luz de la vida. Pero las profundidades de la belleza espiritual y las maravillas de este conjunto magnífico están totalmente más allá de la comprensión de la mente finita de las criaturas materiales. La gloria y el esplendor espiritual de la morada divina son imposibles de comprender para los mortales. Y el Paraíso existe desde la eternidad; no hay archivos ni tradiciones respecto al origen de esta Isla nuclear de Luz y de Vida.
1. LA MORADA DIVINA
(118.4) 11:1.2 Dios habita, ha habitado y habitará por siempre en esta misma morada central y eterna. Siempre lo hemos hallado allí y siempre allí lo hallaremos. El Padre Universal está cósmicamente enfocado, espiritualmente personalizado, y geográficamente reside en este centro del universo de los universos.
(118.5) 11:1.3 Todos sabemos el camino directo a seguir para encontrar al Padre Universal. Vosotros no podéis comprender mucho acerca de la morada divina debido a lo remota que está de vosotros y a la inmensidad del espacio que os separa de ella, pero los que pueden comprender el significado de estas distancias enormes conocen la ubicación y morada de Dios tan certera y literalmente como vosotros conocéis la ubicación de Nueva York, Londres, Roma o Singapur, ciudades definitiva y geográficamente situadas en Urantia. Si fueras un navegante hábil, equipado de nave, mapas y brújula, podrías encontrar fácilmente estas ciudades. Asímismo, si tuvieras el tiempo, los medios de viaje y estuvieras calificado espiritualmente, y contaras con la guía necesaria, podrías pilotear de universo en universo y de circuito en circuito, viajando siempre hacia el interior a través de los dominios estelares, hasta que por fin te hallarías ante el resplandor central de la gloria espiritual del Padre Universal. Provistos de todo lo necesario para el viaje, es tan posible encontrar la presencia personal de Dios en el centro de todas las cosas como lo sería encontrar ciudades distantes en tu propio planeta. El hecho de que tú no hayas visitado estos sitios no refuta en modo alguno su realidad ni su existencia auténtica. Que tan pocas de las criaturas del universo hayan encontrado a Dios en el Paraíso en modo alguno refuta tampoco la realidad de su existencia ni de su persona espiritual en el centro de todas las cosas.
(119.1) 11:1.4 El Padre ha de ser hallado siempre en esta ubicación central. Si se mudara, se desencadenaría el pandemonio universal, porque en él convergen en este centro residencial las líneas universales de la gravedad desde los confines de la creación. Si remontamos el circuito de la personalidad a través de los universos o seguimos las personalidades ascendentes mientras viajan hacia el interior de la creación donde está el Padre; si trazamos las líneas de la gravedad material hasta el Paraíso bajo, o seguimos los ciclos pulsantes de la fuerza cósmica; si trazamos las líneas de la gravedad espiritual hasta el Hijo Eterno o seguimos la procesión de los Hijos Paradisiacos de Dios que se dirige hacia el centro; si descubrimos los circuitos mentales o seguimos los billones de billones de seres celestiales que surgen del Espíritu Infinito, mediante cualquiera de estas observaciones o por todas ellas se nos conducirá directamente hasta la presencia del Padre, en su morada central. Aquí, Dios está personal, literal y realmente presente, y desde su ser infinito fluyen los caudales de las corrientes de la vida, la energía y la personalidad para todos los universos.
2. LA NATURALEZA DE LA ISLA ETERNA


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(119.2) 11:2.1 Puesto que estáis comenzando a vislumbrar la enormidad del universo material discernible incluso desde vuestra ubicación astronómica, vuestra posición espacial en los sistemas estelares, debería ser evidente para vosotros que un universo material tan extraordinario ha de contar con una capital adecuada y digna, un centro de gobierno a la altura de la dignidad e infinitud del Soberano universal de toda esa vasta creación de reinos materiales y seres vivientes.
(119.3) 11:2.2 El Paraíso difiere en su forma de los cuerpos espaciales habitados: no es esférico. Es definidamente elipsoide, siendo un sexto más largo en su diámetro norte-sur que en su diámetro este-oeste. La Isla central es esencialmente plana, y la distancia desde la superficie superior hasta la superficie inferior es un décimo del diámetro este-oeste.
(119.4) 11:2.3 Estas diferencias en dimensiones, consideradas juntamente con su estado estacionario y la mayor presión exterior de fuerza-energía en el extremo norte de la Isla, permiten establecer dirección absoluta en el universo maestro.
(119.5) 11:2.4 La Isla central se divide geográficamente en tres ámbitos de actividad:
(119.6) 11:2.5 1. El Paraíso superior.
(119.7) 11:2.6 2. El Paraíso periférico.
(119.8) 11:2.7 3. El Paraíso bajo.
(119.9) 11:2.8 La superficie del Paraíso ocupada por las actividades de personalidad se define como la zona superior, y la superficie opuesta, como la zona baja. La periferia del Paraíso provee actividades que no son estrictamente ni personales ni no personales. La Trinidad parece dominar el plano personal o superior, el Absoluto No Cualificado, el plano inferior o impersonal. Casi no concebimos al Absoluto No Cualificado como una persona, pero consideramos que la presencia funcional en el espacio de este Absoluto se halla enfocado en el Paraíso bajo.
(120.1) 11:2.9 La Isla eterna está compuesta de una sola forma de materialización —sistemas estacionarios de realidad. Esta substancia literal del Paraíso es una organización homogénea de potencia espacial que no se encuentra en ninguna otra parte del vasto universo de los universos. Ha recibido muchos nombres en diferentes universos, y los Melquisedek de Nebadon desde hace mucho tiempo la han denominado como absolutum. Este material del Paraíso no está ni muerto ni vivo; es la expresión original no espiritual de la Primera Fuente y Centro; es Paraíso, y el Paraíso no tiene duplicado.
(120.2) 11:2.10 Nos parece que la Primera Fuente y Centro ha concentrado todo el potencial absoluto para la realidad cósmica en el Paraíso como parte de su técnica de autoliberación de las limitaciones de la infinidad, como medio para posibilitar la creación subinfinita, incluso espacio-temporal. Pero de ello no se desprende que el Paraíso esté limitado por el tiempo y el espacio tan sólo porque el universo de los universos revela estas cualidades. El Paraíso existe sin tiempo y no tiene ubicación en el espacio.
3. EL PARAÍSO SUPERIOR
(120.4) 11:3.1 En el Paraíso superior hay tres grandes esferas de actividad, la p resencia de la Deidad, la Esfera Santísima, y el Area Santa La vasta región que rodea inmediatamente la presencia de las Deidades se reserva como la Esfera Santísima para las funciones de adoración, trinidización y elevado logro espiritual. No hay estructuras materiales ni creaciones puramente intelectuales en esta zona; no podrían existir allí. Es inútil para mí intentar describir para la mente humana, la naturaleza divina y la esplendorosa magnitud de la Esfera santísima del Paraíso. Este dominio es completamente espiritual, y vosotros sois casi completamente materiales. Una realidad puramente espiritual es, para un ser puramente material, aparentemente inexistente.
(120.5) 11:3.2 Aunque no hayan materializaciones físicas en el área santísima, hay abundantes recuerdos de vuestros días materiales en los sectores de la Tierra Santa y los hay aún más en las áreas históricas reminiscentes del Paraíso periférico.
(120.6) 11:3.3 El Area Santa, la región exterior o residencial, está dividida en siete zonas concéntricas. Al Paraíso se le llama a veces «la Casa del Padre» puesto que es su morada eterna, y estas siete zonas se denominan frecuentemente «las mansiones paradisiacas del Padre». La zona interior o primera está ocupada por los ciudadanos del Paraíso y los nativos de Havona que a la sazón moran en el Paraíso. La zona siguiente, o segunda, es la zona residencial de los nativos de los siete superuniversos del tiempo y el espacio. Esta segunda zona está en parte subdividida en siete inmensas divisiones, el hogar en el Paraíso de los seres espirituales y las criaturas ascendentes que provienen de los universos de progresión evolutiva. Cada uno de estos sectores está exclusivamente dedicado al bienestar y progreso de las personalidades de un solo superuniverso, pero estas instalaciones trascienden de manera casi infinita los requisitos actuales de los siete superuniversos.
4. PARAÍSO PERIFÉRICO
(121.2) 11:4.1 La Isla central termina abruptamente en la periferia, pero su extensión es tan enorme que su ángulo terminal es relativamente indiscernible dentro de un área circunscrita. La superficie periférica del Paraíso está ocupada, en parte, por los campos de desembarco y de envío de distintos grupos de personalidades espirituales. Puesto que las zonas no ocupadas del espacio casi infringen en la periferia, todos los transportes de personalidad destinados al Paraíso aterrizan en estas regiones. Ni el Paraíso superior ni el bajo son accesibles para los supernafines de trasporte ni otros tipos de viajeros del espacio.
(121.3) 11:4.2 Los Siete Espíritus Rectores tienen su sede personal de poder y autoridad en las siete esferas del Espíritu, que giran alrededor del Paraíso en el espacio entre los orbes resplandecientes del Hijo y el circuito interno de los mundos de Havona, pero mantienen sedes centrales de la focalización de la fuerza en la periferia del Paraíso. Aquí, las presencias de los Siete Directores Supremos del Poder que giran lentamente, indican la ubicación de las siete estaciones de transmisión para ciertas energías del Paraíso que salen a los siete superuniversos.
6. LA RESPIRACIÓN DEL ESPACIO
(123.3) 11:6.1 No conocemos el mecanismo mismo de la respiración espacial; meramente observamos que el entero espacio se contrae y se expande alternativamente. Esta respiración afecta tanto la extensión horizontal del espacio ocupado como las extensiones verticales del espacio desocupado que existen en los vastos depósitos de espacio por encima y por debajo del Paraíso. Para intentar imaginar el perfil de volumen de estas reservas espaciales, podríais pensar en un reloj de arena.
(123.4) 11:6.2 Cuando los universos de la extensión horizontal del espacio ocupado se expanden, los depósitos de la extensión vertical del espacio no ocupado se contraen, y viceversa. Hay una confluencia de espacio ocupado y no ocupado justo debajo del Paraíso bajo. Ambos tipos de espacio confluyen allí a través de los canales que regulan y trasmutan, donde se operan cambios que hacen no ocupable el espacio ocupable, y viceversa, en los ciclos de contracción y expansión del cosmos.
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8. LA GRAVEDAD DEL PARAÍSO
(125.4) 11:8.1 La atracción inescapable de la gravedad mantiene eficazmente aferrados a todos los mundos de todos los universos de todo el espacio. La gravedad es la atracción todopoderosa de la presencia física del Paraíso. La gravedad es la cuerda omnipotente en la cual están ensartadas las fulgurantes estrellas, los soles llameantes y las esferas rodantes que constituyen el ornamento físico universal del Dios eterno, quien es todas las cosas, llena todas las cosas, y en quien radican todas las cosas.
(125.7) 11:8.4 Las numerosas formas de la fuerza cósmica, de la energía física, del poder universal, y las diversas materializaciones revelan tres etapas generales, de respuesta a la gravedad del Paraíso, aunque no perfectamente delineadas:
(126.1) 11:8.5 1. Etapas pregravitacionales (fuerza). Éste es el primer paso en la individualización de la potencia espacial en las formas de fuerza cósmica preenergéticas. Este estado es análogo al concepto de la carga de fuerza primordial del espacio, a veces llamada energía pura o segregata.
(126.2) 11:8.6 2. Etapas gravitacionales (energía). Esta modificación de la carga de fuerza del espacio se produce por la acción de los organizadores paradisiacos de fuerza. Señala la aparición de los sistemas de energía que responden a la atracción de la gravedad del Paraíso. Esta energía emergente es originalmente neutral, pero después de metamorfosis ulteriores mostrará las así llamadas cualidades positivas y negativas. Designamos estas etapas ultimata.
(126.3) 11:8.7 3. Etapas postgravitacionales (poder del universo o poder universal). En esta etapa, la energía-materia revela una respuesta al control de la gravedad lineal. En el universo central estos sistemas físicos son organizaciones triples conocidas como triata. Son ellos los sistemas maternos de superpoder de las creaciones del tiempo y del espacio. Los sistemas físicos de los superuniversos son movilizados por los Directores del Poder Universal y sus asociados. Estas organizaciones materiales son duales en su constitución y se conocen como gravita. Los cuerpos oscuros de gravedad que rodean Havona no son ni triata ni gravita, y su poder de atracción revela ambas formas de gravedad física, la lineal y la absoluta.


9. LA SINGULARIDAD DEL PARAÍSO
(126.6) 11:9.1 El Paraíso es único en el sentido de que es el dominio del origen primordial y la meta final de destino de todas las personalidades espirituales. Aunque es cierto que no todos los seres espirituales inferiores de los universos locales están de inmediato destinados al Paraíso, el Paraíso no deja de ser la meta anhelada por todas las personalidades supermateriales.
(126.7) 11:9.2 El Paraíso es el centro geográfico de la infinidad; no es parte de la creación universal, ni siquiera parte real del eterno universo de Havona. Comúnmente nos referimos a la Isla central como perteneciente al universo divino, pero realmente no es así. El Paraíso es una existencia eterna y exclusiva.
(127.5) 11:9.7 El Paraíso es el centro de gobierno universal de todas las actividades de personalidad y el origen-centro de todas las manifestaciones de fuerza-espacio y energía. Todo lo que ha sido, es ahora, y aún va a ser, ha venido, viene ahora o vendrá de esta morada central de los Dioses eternos. El Paraíso es el Centro de toda la creación, la fuente de todas las energías, y el lugar de origen primordial de todas las personalidades.
(127.6) 11:9.8 Después de todo, para los mortales, la cosa más importante acerca del Paraíso eterno es el hecho de que esta morada perfecta del Padre Universal es el destino real y remoto de las almas inmortales de los hijos mortales y materiales de Dios, las criaturas ascendentes de los mundos evolutivos del tiempo y el espacio. Cada mortal que conoce a Dios y que ha abrazado la carrera de hacer la voluntad del Padre, ya se ha embarcado en la larga, la larguísima senda hacia el Paraíso en la búsqueda de la divinidad y logro de la perfección. Y cuando un ser de origen animal llega a la presencia del Dios del Paraíso, como ya lo han hecho muchos, en número incontable, habiendo ascendido de las esferas humildes del espacio, ese logro representa la realidad de una transformación espiritual que llega a tocar los límites de la supremacía.
EL UNIVERSO DE LOS UNIVERSOS (DOCUMENTO 12)
(128.1) 12:0.1 LA inmensidad de la vasta creación del Padre Universal está totalmente más allá del entendimiento de la imaginación finita; la enormidad del universo maestro asombra incluso la noción de los seres de mi orden. Pero es posible enseñar mucho a la mente mortal sobre el plan y la disposición de los universos; podéis conocer algo de su organización física y de su maravillosa administración; podéis aprender mucho acerca de los diversos grupos de seres inteligentes que habitan los siete superuniversos del tiempo y el universo central de la eternidad.
(128.2) 12:0.2 En principio, es decir, en potencial eterno, concebimos la creación material como infinita porque el Padre Universal es realmente infinito, pero según estudiamos y observamos la totalidad de la creación material, sabemos que en todo momento específico en el tiempo es limitada, aunque para vuestras mentes finitas es comparativamente ilimitada, virtualmente sin fronteras.
(128.3) 12:0.3 Estamos convencidos, por el estudio de las leyes físicas y la observación de los dominios estelares, que el Creador infinito no se ha manifestado aún en la finalidad de la expresión cósmica, que gran parte del potencial cósmico del Infinito sigue siendo autocontenido y no revelado. El universo maestro puede parecer casi infinito a los ojos de los seres creados; pero dista de estar terminado; aún existen límites físicos a la creación material, y la revelación experiencial del eterno propósito sigue su curso.


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1. LOS NIVELES ESPACIALES DEL UNIVERSO MAESTRO

(128.4) 12:1.1 El universo de universos no es un plano infinito, un cubo sin fronteras ni un círculo ilimitado; ciertamente tiene dimensiones. Las leyes de la organización y la administración físicas prueban concluyentemente que el entero vasto agregado de fuerza-energía y materia funciona en último término como una unidad espacial, como un todo organizado y coordinado. La conducta observable de la creación material constituye prueba de un universo físico claramente delimitado. La prueba final de un universo tanto circular como delimitado está en el hecho, bien conocido por nosotros, de que todas las formas de energía básica giran siempre alrededor de la senda curva de los niveles espaciales del universo maestro, obedeciendo a la atracción incesante y absoluta de la gravedad del Paraíso.
(12.8.5) 12:1.2 Los sucesivos niveles espaciales del universo maestro constituyen las divisiones principales del espacio ocupado —creación total, organizada y parcialmente habitada, o aún para ser organizada y habitada. Concebimos que, si el universo maestro no fuera una serie de niveles espaciales elípticos de reducida resistencia al movimiento, alternándose con zonas de relativo reposo, algunas de las energías cósmicas serían despedidas observablemente en una línea de tiro infinita, en línea recta hacia un espacio sin senderos; pero no observamos jamás dicha conducta de la fuerza, la energía o la materia; éstas siempre rotan, siempre giran por las rutas de los grandes circuitos espaciales.
(129.1) 12:1.3 Partiendo del Paraíso a través de la extensión horizontal del espacio ocupado, el universo maestro existe en seis elipses concéntricas, los niveles espaciales que rodean la Isla central son:
(129.2) 12:1.4 1. El universo central —Havona.
(129.3) 12:1.5 2. Los siete superuniversos.
(129.4) 12:1.6 3. El primer nivel del espacio exterior.
(129.5) 12:1.7 4. El segundo nivel del espacio exterior.
(129.6) 12:1.8 5. El tercer nivel del espacio exterior.
(129.7) 12:1.9 6. El cuarto o el más extremo nivel del espacio.
(129.8) 12:1.10 Havona, el universo central, no es una creación del tiempo; es una existencia eterna. Este universo sin principio ni fin consta de mil millones de esferas de perfección sublime y está rodeado por los enormes cuerpos oscuros de gravedad. En el centro de Havona está la estacionaria y absolutamente establilizada Isla del Paraíso, rodeada por sus veintiún satélites. Debido a las enormes masas de cuerpos oscuros de gravedad que la rodean en el límite del universo central, el contenido de masa de esta creación central es muchísimo mayor que la totalidad de masa conocida de los siete sectores del gran universo.
(129.9) 12:1.11 El sistema Paraíso-Havona, el eterno universo que rodea la Isla eterna, constituye el núcleo perfecto y eterno del universo maestro; los siete superuniversos y todas las regiones del espacio exterior giran en órbitas establecidas alrededor del gigantesco agregado central de los satélites del Paraíso y de las esferas de Havona.
(129.10) 12:1.12 Los siete superuniversos no son organizaciones físicas primarias; en ningún lugar dividen sus fronteras una familia nebular, ni tampoco cruzan ellas un universo local, una unidad creativa principal. Cada superuniverso es simplemente una agrupación geográfica en el espacio de aproximadamente una séptima parte de la creación organizada post-Havona y parcialmente habitada, y cada uno es aproximadamente equivalente a los otros en el número de universos locales que comprende y en el espacio que le corresponde. Nebadon, vuestro universo local, es una de las creaciones más nuevas en Orvonton, el séptimo superuniverso.
(129.11) 12:1.13 El gran universo es la actual creación organizada y habitada. Consiste en los siete superuniversos, con un potencial evolucionario total de alrededor de siete billones de planetas habitados, sin mencionar las esferas eternas de la creación central. Pero este cálculo aproximado no toma en cuenta las esferas arquitectónicas administrativas, ni tampoco incluye los grupos exteriores de universos no organizados. La actual frontera irregular del gran universo, su periferia desigual y no acabada, juntamente con el estado enormemente inestable del entero plan astronómico, sugieren a nuestros astrónomos que aun los siete superuniversos todavía no están completos. A medida que procedemos desde adentro, desde el centro divino hacia afuera en cualquier dirección, llegamos finalmente a los límites exteriores de la creación organizada y habitada; llegamos a los límites exteriores del gran universo. Y es cerca de esta frontera exterior, en un rincón remoto de tan espléndida creación, que vuestro universo local tiene su existencia pletórica.
(129.12) 12:1.14 Los niveles del espacio exterior. Lejos en el espacio, a una distancia enorme de los siete superuniversos habitados, se están acumulando vastos e increíblemente maravillosos circuitos de fuerza y energías en vías de materialización. Entre los circuitos de energía de los siete superuniversos y este gigantesco cinturón exterior de la actividad de fuerza, hay una zona espacial de relativa calma, que varía en anchura pero con un promedio de aproximadamente cuatrocientos mil años-luz. Estas zonas espaciales están libres de polvo estelar— niebla cósmica. Nuestros estudiosos de estos fenómenos están en duda en cuanto a la condición exacta de las fuerzas espaciales que existen en esta zona de calma relativa que rodea los siete superuniversos. Pero alrededor de medio millón de años-luz más allá de la periferia del gran universo presente, observamos los comienzos de una zona de increíble acción energética que aumenta en volumen e intensidad por más de veinticinco millones de años-luz. Estas enormes ruedas de fuerzas energizantes están ubicadas en el primer nivel del espacio exterior, un cinturón continuo de actividad cósmica que rodea toda la creación conocida, organizada y habitada.
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2. LOS DOMINIOS DEL ABSOLUTO NO CUALIFICADO
(130.3) 12:2.1 Cuando los astrónomos de Urantia escudriñan los misterios del espacio exterior a través de sus telescopios cada vez más poderosos y contemplan la sorprendente evolución de universos físicos casi incontables, deberían darse cuenta de que están contemplando la obra poderosa de los planes inescrutables de los Arquitectos del Universo Maestro. Es verdad que poseemos pruebas que sugieren la presencia de ciertas influencias de la personalidad paradisiaca aquí y allá a través de las vastas manifestaciones de energía que caracterizan ahora a estas regiones exteriores, pero desde un punto de vista más amplio las regiones espaciales que se extienden más allá de los límites exteriores de los siete superuniversos se reconocen generalmente como constituyendo los dominios del Absoluto No Cualificado.
(130.4) 12:2.2 Aunque a simple vista el ser humano tan sólo puede ver dos o tres nebulosas más allá de las fronteras del superuniverso de Orvonton, vuestros telescopios literalmente revelan millones y millones de estos universos físicos en proceso de formación. La mayoría de los dominios estelares visualmente expuestos a la investigación de vuestros telescopios modernos están en Orvonton, pero mediante la técnica fotográfica, los telescopios más poderosos penetran mucho más allá de las fronteras del gran universo, hasta los dominios del espacio exterior, allí donde incontables universos están en proceso de organización. También existen otros millones de universos fuera del alcance de vuestros instrumentos presentes.
(130.5) 12:2.3 En un futuro no lejano, los nuevos telescopios revelarán a la mirada sorprendida de los astrónomos urantianos no menos de 375 millones de nuevas galaxias en los tramos remotos del espacio exterior. Al mismo tiempo, estos telescopios más poderosos revelarán que muchos universos aislados que anteriormente se creía que estaban en el espacio exterior, son en realidad parte del sistema galáctico de Orvonton. Los siete superuniversos aún están creciendo; la periferia de cada uno de ellos se está expandiendo gradualmente; nuevas nebulosas se están estabilizando y organizando constantemente; y algunas de las nebulosas que los astrónomos de Urantia consideran extragalácticas están en realidad junto a la frontera de Orvonton y viajan con nosotros.
(131.1) 12:2.4 Los astrónomos uversanos observan que el gran universo está rodeado por los antepasados de una serie de conjuntos estelares o planetarios que rodean completamente la presente creación habitada como anillos concéntricos de múltiples universos exteriores. Los físicos de Uversa calculan que la energía y la materia de estas regiones exteriores no cartografiadas equivalen ya a muchas veces la totalidad de la masa material y la carga de energía de los siete superuniversos. Se nos informa que la metamorfosis de la fuerza cósmica en estos niveles del espacio exterior es función de los organizadores de la fuerza del Paraíso. Sabemos también que estas fuerzas son ancestrales a aquellas energías físicas que presentemente activan el gran universo. Los directores de poder de Orvonton, sin embargo, no tienen nada que ver con estos dominios ultrarremotos, ni tampoco están los movimientos de la energía que allí ocurren discerniblemente conectados con los circuitos de poder de las creaciones organizadas y habitadas.
(131.2) 12:2.5 Poco sabemos sobre la significación de estos extraordinarios fenómenos del espacio exterior. Una mayor creación del futuro está en proceso de formación. Podemos observar su inmensidad, discernir su extensión y percibir sus dimensiones majestuosas, pero por lo demás conocemos poco más de lo que conocen los astrónomos de Urantia acerca de estos ámbitos. A nuestro entender, en este anillo exterior de nebulosas, soles y planetas no existen seres materiales del orden de los humanos, ni ángeles ni otras criaturas espirituales. Este dominio distante está más allá de la jurisdicción y administración de los gobiernos de los superuniversos.
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3. LA GRAVEDAD UNIVERSAL
(131.4) 12:3.1 Todas las formas de fuerza-energía —material, mental o espiritual— están igualmente sujetas a aquellas atracciones, a aquellas presencias universales, que llamamos gravedad. La personalidad también responde a la gravedad: al circuito exclusivo del Padre; pero aunque este circuito es exclusivo del Padre, no está excluido él de los otros circuitos; el Padre Universal es infinito y actúa sobre todos los cuatro circuitos de la gravedad absoluta en el universo maestro:
(131.5) 12:3.2 1. La gravedad de personalidad del Padre Universal.
(131.6) 12:3.3 2. La gravedad espiritual del Hijo Eterno.
(131.7) 12:3.4 3. La gravedad mental del Actor Conjunto.
(131.8) 12:3.5 4. La gravedad cósmica de la Isla del Paraíso.
(131.9) 12:3.6 Estos cuatro circuitos no están relacionados con el centro de fuerza del Paraíso bajo; no son ni circuitos de fuerza, ni de energía, ni de poder. Son circuitos absolutos de presencia y, como Dios, son independientes del tiempo y el espacio.
(132.1) 12:3.7 Respecto a ésto es interesante notar ciertas observaciones realizadas en recientes milenios en Uversa por el cuerpo de investigadores de la gravedad. Este grupo de expertos ha llegado a las siguientes conclusiones respecto a los diferentes sistemas de gravedad del universo maestro:
(132.2) 12:3.8 1. Gravedad física. Habiendo formulado un cálculo de la suma total de la capacidad de gravedad física del gran universo, han efectuado una laborioso cotejo de estos resultados con el cálculo total de la presencia de la gravedad absoluta que funciona presentemente. Estos cálculos indican que la acción total de la gravedad en el gran universo es una porción muy pequeña de la atracción de gravedad estimada del Paraíso, computada en base a la respuesta gravitacional de las unidades físicas básicas de la materia del universo. Estos investigadores llegan a la pasmosa conclusión de que el universo central y los siete superuniversos que lo rodean están presentemente haciendo uso de aproximadamente un cinco por ciento de la función activa de la atracción de la gravedad absoluta del Paraíso. En otras palabras: en este momento, alrededor del noventa y cinco por ciento de la acción de la gravedad cósmica activa de la Isla del Paraíso, computada sobre la base de esta teoría de totalidad, está dedicada a controlar sistemas materiales mas allá de las fronteras de los actuales universos organizados. Todos estos cálculos se refieren a la gravedad absoluta; la gravedad lineal es un fenómeno interactivo que se puede computar sólo si se conoce la verdadera gravedad del Paraíso.
(132.3) 12.3.9 2. Gravedad espiritual. Mediante igual técnica de cómputo y cálculo comparativos, estos investigadores han explorado la capacidad actual de reacción de la gravedad espiritual y, con la cooperación de los Mensajeros Solitarios y de otras personalidades espirituales, han llegado al total de la gravedad espiritual activa de la Segunda Fuente y Centro. Es ilustrativo el mencionar que encuentran aproximadamente el mismo valor para la presencia real y funcional de la gravedad del espíritu en el gran universo que postulan para el presente total de la gravedad activa espiritual. Dicho de otro modo: en este momento, prácticamente toda la gravedad espiritual del Hijo Eterno, computada sobre la base de esta teoría de totalidad, puede ser observada funcionando en el gran universo. Si estos descubrimientos son confiables, podemos concluir que los universos que ahora evolucionan en el espacio exterior son en este momento, completamente no espirituales. Y si esto es cierto, explicaría satisfactoriamente por qué los seres dotados de espíritu poseen tan poca o ninguna información acerca de estas vastas manifestaciones de energía, aparte de conocer el hecho de su existencia física.
(132.4) 12:3.10 3. Gravedad mental. Basándose en los mismos principios de computación comparativa, estos expertos han acometido el problema de la presencia y reacción de la gravedad mental. La unidad mental de estimación fue el resultado del promedio de tres tipos de mentalidad material y tres tipos de mentalidad espiritual, aunque el tipo de mente de los directores de poder y sus asociados resultó ser un factor perturbador para los fines de llegar a una unidad básica para el cálculo de la gravedad mental. Poco había que impidiera el cálculo de la capacidad presente de la Tercera Fuente y Centro para la función de la gravedad mental de acuerdo con esta teoría de la totalidad. Aunque en este caso los hallazgos no son tan definitivos como en los cálculos de la gravedad física y espiritual, ellos son, si se los considera comparativamente, muy instructivos e incluso fascinantes. Estos investigadores deducen que alrededor del ochenta y cinco por ciento de la respuesta de la gravedad mental a la atracción intelectual del Actor Conjunto se origina en el gran universo existente. Esto sugeriría la posibilidad de que haya participación de actividades mentales relacionadas con las actividades físicas observables actualmente en progreso en todos los dominios del espacio exterior. Si bien este cálculo probablemente dista de ser preciso, concuerda, en principio, con nuestra creencia de que organizadores de la fuerza inteligentes dirigen actualmente la evolución del universo en los niveles espaciales más allá de los actuales límites exteriores del gran universo. Sea cual fuere la naturaleza de esta inteligencia postulada, al parecer no responde a la gravedad del espíritu.
(133.1) 12:3.11 Pero todos estos cómputos son, en el mejor de los casos, cálculos basados en leyes presuntas; los consideramos relativamente confiables. Aunque hubiera unos pocos seres espirituales en el espacio exterior, su presencia colectiva no influiría marcadamente sobre estos cálculos que conllevan dimensiones tan enormes.
(133.2) 12:3.12 La Gravedad de personalidad no es calculable. Reconocemos el circuito, pero no podemos medir ni cualitativa ni cuantitivamente las realidades que responden a ella.
4. EL ESPACIO Y EL MOVIMIENTO


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(133.9) 12:4.7 El espacio desde el punto de vista humano es nada —es negativo; existe sólo en la medida en que se relaciona con algo positivo y no espacial. El espacio es, sin embargo, real. Contiene y condiciona el movimiento. Incluso se mueve. A grandes rasgos los movimientos del espacio se pueden clasificar de la siguiente manera:
(133.10) 12:4.8 1. Movimiento primario: respiración espacial, el movimiento del espacio mismo.
(133.11) 12:4.9 2. Movimiento secundario: las oscilaciones direccionales alternativas de los sucesivos niveles espaciales.
(133.12) 12:4.10 3. Movimientos relativos: relativos en el sentido de que no se los evalúa tomando como base el Paraíso. Los movimientos primario y secundario son absolutos, movimiento en relación con el Paraíso inmóvil.
(133.13) 12:4.11 4. Movimiento compensatorio o correlativo destinado a coordinar todos los otros movimientos.
(134.1) 12:4.12 La relación presente de vuestro sol y sus planetas asociados, aunque revela muchos movimientos relativos y absolutos en el espacio, tiende a dar la impresión a los observadores astronómicos que estáis relativamente estacionarios en el espacio y que los conjuntos y sucesiones estelares circundantes vuelan hacia afuera a velocidades cada vez mayores a medida que calculáis hacia afuera en el espacio. Pero tal no es el caso. Vosotros no reconocéis la presente expansión uniforme hacia afuera de las creaciones físicas de todo el espacio ocupado. Vuestra propia creación local (Nebadon) participa de este movimiento de expansión universal hacia afuera. Los siete superuniversos participan en los ciclos de respiración espacial de dos mil millones de años, juntamente con las regiones exteriores del universo maestro.
(134.2) 12:4.13 Cuando los universos se expanden y se contraen, las masas materiales en el espacio ocupado se mueven alternativamente a favor y en contra de la atracción de la gravedad del Paraíso. El trabajo realizado en el movimiento de la masa de energía material de la creación es trabajo espacial, pero no trabajo de poder-energía.134.3) 12:4.14 Aunque vuestros estimados espectroscópicos de las velocidades astronómicas son bastante confiables cuando se aplican a los dominios estelares pertenecientes a vuestro superuniverso y a sus superuniversos asociados, tales cómputos con referencia a los dominios del espacio exterior carecen completamente de crédito. Las líneas espectrales se desplazan de lo normal hacia el violeta por una estrella que se aproxima; asimismo esas líneas son desplazadas hacia el rojo por una estrella que se aleja. Muchas influencias se interponen dando la impresión de que la velocidad recesional de los universos exteriores aumenta en la proporción de más de ciento sesenta kilómetros por segundo por cada millón de años-luz que aumente en distancia. Con este método de cómputo, y cuando haya telescopios más poderosos, parecerá que estos sistemas remotísimos se están alejando de esta parte del universo a la increíble velocidad de aproximadamente cincuenta mil kilómetros por segundo. Pero esta aparente velocidad de recesión no es real; resulta de numerosos factores de error que incluyen los ángulos de observación y otras distorsiones espacio-temporales.5. El espacio y el Tiempo(135.2) 12:5.3 El tiempo y el espacio son inseparables tan sólo en las creaciones espaciotemporales, los siete superuniversos. El espacio no temporal (espacio sin tiempo) existe teóricamente, pero el único lugar verdaderamente no temporal es el área del Paraíso. El tiempo no espacial (tiempo sin espacio) existe en la mente correspondiente al nivel funcional del Paraíso.
(135.3) 12:5.4 Las zonas intermedias del espacio relativamente inmóviles que lindan con el Paraíso y separan el espacio ocupado del no ocupado son las zonas de transición del tiempo a la eternidad, de aquí la necesidad de que los peregrinos al Paraíso estén inconscientes durante este tránsito cuando éste culmina con la ciudadanía del Paraíso. Los visitantes conscientes del tiempo pueden ir al Paraíso sin ser adormecidos para este cruce, pero seguirán siendo criaturas del tiempo.
(135.4) 12:5.5 Las relaciones con el tiempo no existen sin movimiento en el espacio, pero sí existe la conciencia del tiempo. El concepto de lo secuencial puede llevar a la conciencia el concepto del tiempo aun en ausencia de movimiento. La mente del hombre está menos sujeta al tiempo que al espacio, debido a la naturaleza intrínseca de la mente. Aun durante los tiempos de la vida terrestre en la carne, a pesar de que la mente del hombre está rígidamente sujeta al espacio, la imaginación humana creadora está comparativamente libre del tiempo. Pero el tiempo mismo no es, genéticamente, una cualidad de la mente.
(135.5) 12:5.6 Existen tres niveles diferentes de conocimiento del tiempo:
(135.6) 12:5.7 1. Tiempo percibido por la mente: conciencia de secuencia, movimiento, y sentido de duración.
(135.7) 12:5.8 2. Tiempo percibido por el espíritu: discernimiento del movimiento hacia Dios y conciencia del movimiento de ascensión hacia niveles de divinidad en aumento.
(135.8) 12:5.9 3. La personalidad crea un singular sentido del tiempo mediante el discernimiento de la Realidad, más una conciencia de presencia y la noción de duración.
6. El Supercontrol Universal
Urantia 4

(136.6) 12:6.8 Los individuos tienen sus guardianes del destino; los planetas, sistemas, constelaciones, universos y superuniversos cuentan cada uno con sus respectivos soberanos que laboran por el bien de sus dominios. Havona e incluso el gran universo son vigilados por aquellos a quienes se ha confiado tan alta responsabilidad. Pero ¿quién fomenta y atiende las necesidades fundamentales del universo maestro como un todo, desde el Paraíso hasta el cuarto y más exterior de los niveles espaciales? Existencialmente tal sobreprotección probablemente es atribuible a la Trinidad del Paraíso, pero desde el punto de vista experiencial, la aparición de los universos post-Havona depende de:
(136.7) 12:6.9 1. Los Absolutos en potencial.
(136.8) 12:6.10 2. El Último en dirección.
(137.1) 12:6.11 3. El Supremo en coordinación evolutiva.
(137.2) 12:6.12 4. Los Arquitectos del Universo Maestro en administración, antes de la aparición de los soberanos específicos.
(137.3) 12:6.13 El Absoluto No Cualificado penetra todo el espacio. No tenemos completamente claro el estado exacto del Absoluto de Deidad y el Absoluto Universal, pero sabemos que este último funciona dondequiera que funcionan el Absoluto de Deidad y el Absoluto No Cualificado. El Absoluto de Deidad puede estar universalmente presente, pero difícilmente presente en el espacio. El Último está, o alguna vez estará, presente en el espacio hasta las fronteras exteriores del cuarto nivel espacial. Dudamos que el Último tenga jamás una presencia espacial más allá de la periferia del universo maestro, pero dentro de estos límites el Último integra progresivamente la organización creativa de los potenciales de los tres Absolutos.
7. LA PARTE Y EL TODO
(137.7) 12:7.4 Dios no es esclavo de sus hábitos, de la cronicidad de la repetición de sus propias acciones voluntarias. No hay conflicto entre las leyes del Infinito; todas ellas son perfecciones de naturaleza infalible; todas son actos incuestionables expresivos de decisiones sin defectos. La ley es la reacción inmutable de una mente infinita, perfecta y divina. Las acciones de Dios son todas volitivas no obstante esta aparente uniformidad. En Dios «no hay variabilidad ni sombra de cambio». Pero todo esto que puede decirse verdaderamente del Padre Universal no puede decirse con igual certeza de todas sus inteligencias subordinadas o de sus criaturas evolutivas.
(137.8) 12:7.5 Porque Dios es inmutable, por tanto podéis vosotros confiar, en todas las circunstancias ordinarias, que hará lo mismo, de la misma manera idéntica y ordinaria. Dios es la garantía de la estabilidad para todas las cosas y seres creados. Él es Dios; por lo tanto no cambia.
(138.1) 12:7.6 Toda esta inmutabilidad de conducta y uniformidad de acción es personal, consciente y altamente volitiva, porque el gran Dios no es el esclavo indefenso de su propia perfección e infinidad. Dios no es una fuerza ciega y automática; no es un poder sujeto a una ley esclavizante. Dios no es ni una ecuación matemática ni una fórmula química. Es una personalidad libre y primordial. Es el Padre Universal, un ser sobrecargado de personalidad y la fuente universal de toda personalidad de las criaturas.
(138.2) 12:7.7 La voluntad de Dios no prevalece uniformemente en el corazón del mortal material que busca a Dios, pero si el marco temporal se extiende más allá del momento de abarcar la totalidad de la primera vida, entonces la voluntad de Dios se hace cada vez más discernible en los frutos del espíritu que se producen en la vida de los hijos de Dios guiados por el espíritu. Y si la vida humana se amplía ulteriormente para incluir la experiencia morontial, se observa que la voluntad divina resplandece con fulgor cada vez mayor en los actos espiritualizados de esas criaturas del tiempo que han comenzado a gozar las delicias divinas de experimentar la relación de la personalidad del hombre con la personalidad del Padre Universal.
(138.6) 12:7.11 La fraternidad constituye un hecho de relación entre todas las personalidades en la existencia universal. Ninguna persona puede evadir los beneficios o las sanciones que puedan sobrevenirle como resultado de una relación con otras personas. La parte se beneficia o sufre en relación con el todo. El buen esfuerzo de cada hombre beneficia a todos los hombres; el error o el mal de cada hombre aumenta las tribulaciones de todos los hombres. Según se mueve la parte, así se mueve el todo. Según es el progreso de la totalidad, así el progreso de la parte. Las velocidades relativas de la parte y el todo determinan si la parte se atrasa por la inercia del todo o si adelanta por el impulso de la fraternidad cósmica.
8. LA MATERIA, LA MENTE Y EL ESPÍRITU'
Urantia 4

140.10) 12:8.14 En el Paraíso, las tres energías, física, mental y espiritual, se hallan coordinadas. En el cosmos evolutivo, la energía-materia es dominante excepto en la personalidad, donde el espíritu, a través de la mediación de la mente, lucha por imponerse. El espíritu es la realidad fundamental de la experiencia de la personalidad de todas las criaturas, porque Dios es espíritu. El espíritu es inmutable, y por lo tanto, en todas las relaciones personales, trasciende tanto la mente como la materia, que son variables experienciales de logro progresivo.
Aprendamos a discernir y escuchar a nuestros corazones.
(140.11) 12:8.15 En la evolución cósmica, la materia es la sombra filosófica proyectada por la mente en presencia de la luminosidad espiritual del esclarecimiento divino, pero esto no invalida la realidad de la materia-energía. La mente, la materia y el espíritu son igualmente reales, pero no son de igual valor para la personalidad en el logro de la divinidad. La conciencia de la divinidad es una experiencia espiritual progresiva.
(141.1) 12:8.16 Cuanto más brillante sea el resplandor de la personalidad espiritualizada (el Padre en el universo, el fragmento de personalidad espiritual potencial en la criatura individual) tanto más grande será la sombra proyectada por la mente interviniendo sobre su investidura material. En el tiempo, el cuerpo del hombre es tan real como la mente o el espíritu, pero en la muerte, tanto la mente (identidad) como el espíritu sobreviven, mientras que el cuerpo no sobrevive. Una realidad cósmica puede no existir en la experiencia de personalidad. Y así, vuestra figura retórica griega —lo material como sombra de la substancia espiritual más real— tiene un significado filosófico.
9. LAS REALIDADES PERSONALES
(141.2) 12:9.1 El espíritu es la realidad personal básica de los universos, y la personalidad es básica para toda experiencia progresiva con la realidad espiritual. Cada fase de la experiencia de la personalidad en cada nivel sucesivo de progresión universal abunda en pistas para el descubrimiento de fascinantes realidades personales. El verdadero destino del hombre consiste en la creación de metas nuevas y espirituales y luego responder a los atractivos cósmicos de tales metas excelsas de valor no material.
(141.3) 12:9.2 El amor es el secreto de la asociación beneficiosa entre las personalidades. No es posible conocer realmente a una persona como resultado de un solo encuentro. No es posible conocer apreciativamente la música a través de la deducción matemática, aunque la música sea una forma de ritmo matemático. El número asignado a un abonado al sistema de teléfonos no identifica de ninguna manera la personalidad de ese abonado ni significa nada respecto de su carácter.
(141.4) 12:9.3 La matemática, ciencia material, es indispensable para la discusión inteligente de los aspectos materiales del universo, pero tal conocimiento no es necesariamente parte de la comprensión más elevada de la verdad ni de la apreciación personal de las realidades espirituales. No sólo en los ámbitos de la vida, sino también en el mundo de la energía física, la suma de dos o más cosas es muy a menudo algo más que o diferente de las consecuencias previsibles de la adición de tales uniones. La entera ciencia de las matemáticas, el completo dominio de la filosofía, lo más elevado de la física o la química, no pueden predecir ni conocer que la unión de dos átomos gaseosos de hidrógeno con un átomo gaseoso de oxígeno daría lugar a una substancia nueva y cualitativamente superaditiva: el agua líquida. El conocimiento comprensivo de este fenómeno singular físicoquímico debería por sí solo haber prevenido el desarrollo de la filosofía materialista y de la cosmología mecanicista.
(141.6) 12:9.5 Vuestra religión se está tornando real, porque está brotando de la esclavitud del temor y de la servidumbre de la superstición. Vuestra filosofía lucha por emanciparse del dogma y de la tradición. Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades entre la verdad y el error, mientras lucha por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista.
(142.1) 12:9.6 El hombre mortal tiene un núcleo espiritual. La mente es un sistema de energía personal que existe alrededor de un núcleo espiritual divino y que funciona en un ambiente material. Tal relación vital de mente personal y espíritu constituye la potencialidad universal de la personalidad eterna. Los problemas graves, la desilusión permanente, las derrotas estrepitosas, o la muerte inescapable sólo ocurren cuando los autoconceptos tienen la arrogancia de desplazar totalmente el poder dominante del núcleo espiritual central, destruyendo así el esquema cósmico de la identidad de la personalidad.
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LAS ESFERAS SAGRADAS DEL PARAÍSO (DOCUMENTO 13)
(143.2) 13:0.2 Estos tres circuitos de siete mundos del Padre, del Hijo y del Espíritu son esferas de insuperable grandeza y gloria inimaginable. Incluso su construcción física o material es de un orden no revelado a vosotros. Cada circuito es de distintos materiales, y cada mundo de cada circuito es diferente, exceptuando los siete mundos del Hijo, los que son de igual constitución física. Las veintiuna esferas son enormes, y cada grupo de siete es eternizado de diferente manera. Hasta donde sabemos estas esferas siempre han sido así; como el Paraíso, son eternas. No existe ni registro ni tradición de su origen.
(143.3) 13:0.3 Las siete esferas secretas del Padre Universal, que giran alrededor del Paraíso en estrecha proximidad a la Isla eterna, son altamente reflexivas de la luminosidad espiritual del fulgor central de las Deidades eternas, vertiendo esta luz de gloria divina por todo el Paraíso e incluso sobre los siete círculos de Havona.
(143.4) 13:0.4 En los siete mundos sagrados del Hijo Eterno parecen originarse las energías impersonales de la luminosidad espiritual. Ningún ser personal puede habitar en ninguno de estos siete reinos fulgurantes. Con gloria espiritual iluminan todo el Paraíso y Havona, y dirigen pura luminosidad espiritual a los siete superuniversos. Asímismo, estas esferas brillantes del segundo circuito emiten su luz (luz sin calor) al Paraíso y a los siete circuitos con sus mil millones de mundos del universo central.
(143.7) 13:0.7 Los veintiún satélites del Paraíso sirven para muchos propósitos, tanto en el universo central como en los superuniversos, los cuales no son revelados en estas narraciones. Tan poco es lo que podéis comprender de la vida de estas esferas que no podéis esperar alcanzar una visión uniforme de ellas, ni en cuanto a su naturaleza ni a su función; hay allí millares de actividades que no os son reveladas. Estas veintiuna esferas abarcan las potencialidades de la función del universo maestro. Estos documentos tan sólo proporcionan un rápido vistazo de ciertas actividades circunscritas pertenecientes a la presente era universal del gran universo; más bien, de uno de los siete sectores del gran universo.
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1. LOS SIETE MUNDOS SAGRADOS DEL PADRE
(144.1) 13:1.1 El circuito de las esferas de vida sagrada del Padre contiene los únicos secretos inherentes a la personalidad en el universo de los universos. Estos satélites del Paraíso, el más interior de los tres circuitos, son los únicos dominios prohibidos en lo que se refiere a la personalidad en el universo central. El Paraíso inferior y los mundos del Hijo están igualmente cerrados a las personalidades, pero ninguno de estos dominios se ocupa directamente de la personalidad.
(144.2) 13:1.2 La orden más alta de los Hijos Estacionarios de la Trinidad, los Secretos Trinidizados de Supremacía dirigen los mundos del Paraíso del Padre. Poco puedo decir de estos mundos; de sus múltiples actividades puedo decir menos aún. Tal información atañe tan sólo a aquellos seres que en ellos funcionan y de ellos salen. Y aunque conozco un poco seis de estos mundos especiales, nunca he puesto pie en Divinington; ese mundo me está completamente prohibido.
(144.3) 13:1.3 Una de las razones del secreto de estos mundos es que cada una de estas esferas sagradas disfruta de una representación especializada, o manifestación, de las Deidades que componen la Trinidad del Paraíso; no una personalidad, sino una presencia única de la Divinidad que sólo se puede apreciar y comprender por esos grupos particulares de inteligencias que residen en esa esfera específica, o que pueden ser admitidos en ella. Los Secretos Trinidizados de Supremacía son los agentes personales de estas presencias especializadas e impersonales de la Divinidad, y los Secretos de Supremacía son seres altamente personales, espléndidamente dotados y maravillosamente adaptados a su excelsa y exigente labor.
(144.4) 13:1.4 1. DIVININGTON. Este mundo es, en un sentido único, el «seno del Padre», la esfera de comunión personal del Padre Universal, y en él existe una manifestación especial de su divinidad. Divinington es el punto de reunión en el Paraíso de los Ajustadores del Pensamiento, pero es también el hogar de numerosas otras entidades, personalidades y seres que se originan en el Padre Universal. Muchas personalidades además del Hijo Eterno se originan directamente por los actos solitarios del Padre Universal. Sólo los fragmentos del Padre y aquellas personalidades y otros seres que se originan directa y exclusivamente en el Padre Universal fraternizan y funcionan en esta morada.
(144.5) 13:1.5 Los secretos de Divinington incluyen el secreto del otorgamiento y de la misión de los Ajustadores del Pensamiento. Su naturaleza, origen, y la técnica de su contacto con las criaturas más bajas de los mundos evolutivos es un secreto de esta esfera del Paraíso. Estas asombrosas transacciones no tienen nada que ver personalmente con el resto de nosotros, por lo tanto las Deidades consideran apropiado ocultar de nuestra plena comprensión ciertos rasgos de este gran y divino ministerio. Hasta el grado de nuestro contacto con esta fase de la actividad divina, se nos permite pleno conocimiento de estas transacciones, pero respecto a los íntimos detalles de este gran otorgamiento no se nos informa plenamente.
(145.1) 13:1.6 Esta esfera también contiene los secretos de la naturaleza, propósito y actividades de todas las otras formas de los fragmentos del Padre, de los Mensajeros de Gravedad, y de huestes de otros seres no revelados a vosotros. Es muy probable que esas verdades de Divinington que se me ocultan, si fuesen reveladas, no harían sino confundirme y dificultar mi trabajo actual, y además, tal vez estén más allá de la capacidad conceptual de mi orden de seres.
(145.2) 13:1.7 2. SONARINGTON. Esta esfera es el «seno del Hijo», el mundo personal de recibimiento del Hijo Eterno. Es la sede central en el Paraíso para los Hijos de Dios descendentes y ascendentes en el momento en que son plenamente acreditados y finalmente aprobados. Este mundo es el hogar paradisiaco para todos los Hijos del Hijo Eterno y de sus Hijos coordinados y asociados. Hay numerosas órdenes de filiación divina asociados a esta morada excelsa que no han sido reveladas a los mortales, puesto que ellos nada tienen que ver con el esquema de ascensión de la progresión espiritual humana a través de los universos y hacia el Paraíso.
(145.3) 13:1.8 Los secretos de Sonarington incluyen el secreto de la encarnación de los Hijos divinos. Cuando un Hijo de Dios se hace Hijo del Hombre, naciendo literalmente de una mujer, como ocurrió en vuestro mundo hace mil novecientos años, es un misterio del universo. Eso está ocurriendo en todas partes de los universos, y es un secreto de filiación divina de Sonarington. Los Ajustadores son un misterio de Dios el Padre. La encarnación de los Hijos divinos es un misterio de Dios el Hijo; es un secreto encerrado en el séptimo sector de Sonarington, un reino en el que nadie penetra salvo los que han pasado personalmente a través de esta experiencia única. Os han informado tan sólo de aquellas fases de la encarnación que tienen que ver con vuestra carrera de ascensión. Existen muchas otras fases del misterio de la encarnación de los Hijos del Paraíso de tipos no revelados, en misiones de servicio universal que no se os ha revelado. Y aún existen otros misterios de Sonarington.
(145.4) 13:1.9 3. SPIRITINGTON. Este mundo es el «seno del Espíritu», el hogar en el Paraíso de los seres elevados que representan exclusivamente el Espíritu Infinito. Aquí se congregan los Siete Espíritus Rectores y algunos de sus vástagos de todos los universos. En esta morada celestial también pueden encontrarse numerosas órdenes no reveladas de personalidades espirituales, seres asignados a las múltiples actividades universales que no se relacionan con los planes de elevación de las criaturas mortales del tiempo a los niveles paradisiacos de eternidad.
(145.5) 13:1.10 Los secretos de Spiritington comprenden los misterios impenetrables de la reflectividad. Os hablamos del fenómeno vasto y universal de la reflectividad, más particularmente tal como opera en los mundos sede central de los siete superuniversos, pero no nos explicamos este fenómeno, porque no lo entendemos plenamente. Comprendemos bastante, pero muchos detalles básicos son aún misteriosos para nosotros. La reflectividad es un secreto de Dios el Espíritu. Se os ha instruido respecto de las funciones de reflectividad en relación con el proyecto de ascensión de la supervivencia mortal, y efectivamente funciona de este modo; pero la reflectividad es también un rasgo indispensable de la operación normal de numerosas otras fases de trabajo universal. Esta dote del Espíritu Infinito se utiliza también en otros canales además de aquellos dedicados a hacer acopio de datos y diseminar información. Y hay otros secretos de Spiritington.
(145.6) 13:1.11 4. VICEGERINGTON. Este planeta es el «seno del Padre y del Hijo» y es la esfera secreta de ciertos seres no revelados que se originan en los actos del Padre y el Hijo. Éste es también el hogar en el Paraíso de muchos seres glorificados de ancestro complejo, aquellos cuyo origen es complicado debido a las múltiples y diversas técnicas que operan en los siete superuniversos. Muchos grupos de seres se reúnen en este mundo cuya identidad no se ha revelado a los mortales de Urantia.
(146.1) 13:1.12 Los secretos de Vicegerington incluyen los secretos de trinidización, y la trinidización constituye el secreto de la autorización para representar la Trinidad, para actuar como vicegerentes de los Dioses. La autorización para representar la Trinidad corresponde sólo a aquellos seres, revelados y no revelados, que son trinidizados, creados, eventuados, o eternizados por cualesquiera combinación de dos de la Trinidad del Paraíso o de los tres juntos. Las personalidades que surgen a la existencia mediante los actos de trinidización de ciertos tipos de criaturas glorificadas no representan sino la potencialidad conceptual movilizada en esa trinidización, si bien tales criaturas pueden ascender la senda del abrazo de la Deidad, abierta a todos los de su clase.
(146.2) 13:1.13 Los seres no trinidizados no comprenden plenamente la técnica de la trinidización aplicada por dos o tres Creadores o por ciertas criaturas. Vosotros no comprenderéis nunca plenamente tal fenómeno a menos que, en el futuro remoto de vuestra carrera glorificada, intentéis esta aventura y triunféis, porque de otro modo estos secretos de Vicegerington siempre os serán prohibidos. Pero para mí, un ser elevado de origen trinitario, todos los sectores de Vicegerington están abiertos. Comprendo plenamente, tanto como plena y sagradamente protejo, el secreto de mi origen y destino.
(146.3) 13:1.14 Existen aún otras formas y fases de trinidización que no han sido puestas en conocimiento de los pueblos de Urantia, y estas experiencias, en sus aspectos personales, están debidamente protegidas en el sector secreto de Vicegerington.
(146.4) 13:1.15 5. SOLITARINGTON. Este mundo es el «seno del Padre y el Espíritu» y el punto de reunión de una magnífica hueste de seres no revelados que se originan en los actos conjuntos del Padre Universal y el Espíritu Infinito, seres que comparten los rasgos del Padre además de su herencia del Espíritu.
(146.5) 13:1.16 Ésta es también el hogar de los Mensajeros Solitarios y de otras personalidades de las órdenes superangélicas. Vosotros conocéis a muy pocos de estos seres; hay vastísimas órdenes no reveladas en Urantia. El hecho de que ellos se encuentren domiciliados en el quinto mundo, no indica necesariamente que el Padre haya tenido que ver con la creación de los Mensajeros Solitarios o sus asociados superangélicos, pero en esta era universal él tiene que ver con su función. Durante la presente era universal ésta es también la esfera de acuerdo con su estado de los Directores del Poder Universal.
(146.6) 13:1.17 Existen numerosas órdenes adicionales de personalidades espirituales, seres desconocidos para el hombre mortal, que consideran a Solitaringtón su esfera de hogar paradisiaco. Debe recordarse que todas las divisiones y niveles de actividades universales están tan plenamente surtidas de ministros espirituales como lo está el ámbito ocupado en ayudar al hombre mortal a ascender a su divino destino paradisiaco.
(146.7) 13:1.18 Los secretos de Solitaringtón. Además de ciertos secretos de trinidización, este mundo encierra los secretos de la relación personal del Espíritu Infinito con algunos de los vástagos más elevados de la Tercera Fuente y Centro. En Solitarington se guardan los misterios de la íntima asociación de numerosas órdenes no reveladas con los espíritus del Padre, del Hijo y del Espíritu, con el triple espíritu de la Trinidad, y con los espíritus del Supremo, el Último y el Supremo-Último.
(146.8) 13:1.19 6. SERAFINGTON. Esta esfera es el «seno del Hijo y del Espíritu», y ésta es el hogar de la vasta hueste de seres no revelados creados por el Hijo y el Espíritu. Es también la esfera de destino de todas las órdenes ministradoras de las huestes angélicas, incluyendo a los supernafines, los seconafines y los serafines. También sirven en el universo central y los universos más lejanos muchas órdenes de espíritus magníficos que no son «espíritus ministradores para aquellos que serán herederos de la salvación». Todos estos trabajadores espirituales en todos los niveles y dominios de las actividades universales consideran Serafington su hogar en el Paraíso.
(147.1) 13:1.20 Los secretos de Serafington comprenden un triple misterio, uno sólo de los cuales puedo mencionar: el misterio del transporte seráfico. La capacidad de varias órdenes de serafines y de seres espirituales aliados de envolver dentro de sus formas espirituales todas las órdenes de personalidades no materiales y transportarlas en largos viajes interplanetarios, es un secreto encerrado en los sectores sagrados de Serafington. Los serafines del transporte entienden este misterio, pero ellos no lo comunican al resto de nosotros, o tal vez no pueden. Los otros misterios de Serafington pertenecen a las experiencias personales de tipos de espíritus servidores hasta ahora no revelados a los mortales. Nos cohibimos de hablar de los secretos de esos seres estrechamente relacionados porque vosotros casi podríais comprender tales órdenes de existencia tan cercanas, y equivaldría a una traición de nuestra responsabilidad presentar nuestro conocimiento de tal fenómeno, por parcial que sea.
(147.2) 13:1.21 7. ASCENDINGTON. Este mundo singular es «el seno del Padre, del Hijo y del Espíritu», el punto de reunión de las criaturas ascendentes del espacio, la esfera de recepción de los peregrinos del tiempo que están atravesando el universo de Havona en su camino al Paraíso. Ascendington es en realidad la morada en el Paraíso de las almas ascendentes del tiempo y del espacio hasta que alcanzan el estado de Paraíso. Durante la estadía en Havona, vosotros los mortales pasaréis la mayor parte de vuestras «vacaciones» en Ascendington. Durante vuestra vida en Havona, Ascendington será para vosotros lo que los directores de reversión fueron durante la ascensión en el universo local y en el superuniverso. Aquí os ocuparéis de millares de actividades que escapan a la imaginación mortal. Y al igual que en todos los adelantos anteriores en el ascenso hacia Dios, vuestro yo humano entrará aquí en una nueva relación con vuestro yo divino.
(147.3) 13:1.22 Los secretos de Ascendington incluyen el misterio de edificación gradual y certera en la mente mortal y material de una contraparte de carácter e identidad espiritual y potencialmente inmortal. Este fenómeno constituye uno de los misterios más perplejantes de los universos: la evolución de un alma inmortal en la mente de una criatura mortal y material.
(147.4) 13:1.23 Jamás comprenderéis plenamente esta misteriosa transacción hasta que lleguéis a Ascendington. Precisamente por eso Ascendington todo se abrirá ante vuestros ojos maravillados. Un séptimo de Ascendington me está prohibido —ese sector que se ocupa de este mismo secreto que es (o será) posesión y experiencia exclusiva de vuestro tipo de seres. Esta experiencia pertenece a vuestra orden humana de existencia. Mi orden de personalidad no tiene relaciones directas con estas transacciones. Por lo tanto, su conocimiento me está prohibido pero finalmente será revelado a vosotros. Pero aun después de que os sea revelado, por alguna razón seguirá siendo siempre vuestro secreto. Vosotros no nos lo revelaréis, ni tampoco lo revelaréis a ninguna otra orden de seres. Sabemos de la fusión eterna de un Ajustador divino y un alma inmortal de origen humano, pero los finalistas ascendentes conocen esta misma experiencia como una realidad absoluta.
Urantia 4
2. LAS RELACIONES EN LOS MUNDOS DEL PADRE
148.5) 13:2.6 Los mundos del circuito interior son realmente mundos de fraternidad o de estado más que verdaderas esferas de residencia. Los mortales alcanzarán algún estado en cada uno de los mundos del Padre, salvo en uno. Por ejemplo: cuando vosotros los mortales llegáis a Havona, se os concede el permiso para visitar Ascendington, donde se os acoge cálidamente, pero no se os permite visitar los otros seis mundos sagrados. Posteriormente a vuestro paso por el régimen del Paraíso y después de vuestra admisión al Cuerpo de los Finalistas, se os concede el permiso para ir a Sonarington puesto que sois hijos de Dios a la vez que seres ascendentes: y aún sois más. Pero siempre quedará un séptimo de Sonarington, el sector de los secretos de encarnación de los Hijos divinos, que no estará abierto a vuestro escrutinio. Jamás serán esos secretos revelados a los hijos ascendentes de Dios.
(148.6) 13:2.7 Finalmente tendrás pleno acceso a Ascendigtón y acceso relativo a las otras esferas del Padre, excepto Divinington. Más incluso cuando se te conceda permiso para llegar a las otras cinco esferas secretas, cuando te hayas convertido en finalista, no se te permitirá visitar todos los sectores de esos mundos. Tampoco se te permitirá arribar a las costas de Divinington, el «seno del Padre» aunque con seguridad estarás repetidamente «a la diestra del Padre». Nunca a través de toda la eternidad surgirá la necesidad de tu presencia en el mundo de los Ajustadores del Pensamiento.
3. LOS MUNDOS SAGRADOS DEL HIJO ETERNO
(149.6) 13:3.3 Por lo que yo sé, ninguna personalidad ha estado jamás en ninguna de estas esferas del Hijo Eterno. En toda mi larga experiencia dentro y fuera del Paraíso, jamás se me ha asignado a visitar uno de estos mundos. Ni siquiera las personalidades co-creadas del Hijo Eterno van a estos mundos. Inferimos que se admiten a estos mundos espirituales todos los tipos de espíritus impersonales, independientemente de su origen. Como yo soy persona y tengo forma espiritual, cualquiera de estos mundos indudablemente me parecería vacío y desierto, aunque se me permitiese visitarlo. Las elevadas personalidades espirituales no son dadas a la gratificación de una curiosidad sin un fin determinado, o pura aventura inútil. Hay en todo momento demasiadas aventuras fascinantes y llenas de propósitos como para permitir el desarrollo de intereses en proyectos inútiles o irreales.
4. LOS MUNDOS DEL ESPÍRITU INFINITO
(150.5) 13:4.6 Las moradas ejecutivas de los Siete Espíritus Rectores son, en realidad, las sedes centrales en el Paraíso de los siete superuniversos y sus segmentos correlativos en el espacio exterior. Cada Espíritu Rector preside un superuniverso, y cada uno de estos siete mundos se asigna exclusivamente a uno de los Espíritus Rectores. No existe literalmente ninguna fase de la administración subparadisiaca de los siete superuniversos que no esté contemplada en estos mundos ejecutivos. Ellos no son tan exclusivos como las esferas del Padre o las del Hijo, y aunque el estado de residente está limitado a los seres nativos y a los que trabajan allí, estos siete planetas administrativos están siempre abiertos a todos los seres que deseen visitarlos, y que puedan disponer de los necesarios medios de transporte.
(151.1) 13:4.7 Para mí, estos mundos ejecutivos son los sitios más interesantes y fascinantes fuera del Paraíso. En ningún otro lugar del vasto universo puede uno observar actividades tan variadas, en las que participan tantas órdenes diferentes de seres vivientes, que tienen que ver con operaciones en tantos niveles distintos, ocupaciones que son a la vez materiales, intelectuales y espirituales. Cuando se me concede un período de licencia de mis funciones, si por casualidad me encuentro en el Paraíso o en Havona, generalmente acudo a uno de estos mundos activos de los Siete Espíritus Rectores, para inspirar allí mi mente con espectáculos de empresa, devoción, lealtad, sabiduría y eficacia. En ninguna otra parte puedo yo observar tan sorprendente interasociación de actividades de la personalidad en los siete niveles de la realidad universal. Y siempre me estimula observar las actividades de aquellos que saben hacer tan bien su trabajo, y que tan plenamente disfrutan haciéndolo.
(151.2) 13:4.8 [Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría comisionado para este trabajo por los Ancianos de los Días en Uversa.]
EL UNIVERSO CENTRAL Y DIVINO (DOCUMENTO 14)
5. LA VIDA EN HAVONA
(158.6) 14:5.3 Las reglamentaciones del universo central son adecuada e inherentemente naturales; las reglas de conducta no son arbitrarias. En cada requisito de Havona se divulga la razón de la rectitud y el reinado de la justicia. Y estos dos factores, combinados, equivalen a lo que en Urantia se denomina equidad. Cuando lleguéis a Havona, disfrutaréis haciendo con naturalidad las cosas del modo en que deben hacerse.
(158.7) 14:5.4 Cuando los seres inteligentes alcanzan por primera vez el universo central, son recibidos y hospedados en el mundo piloto del séptimo circuito de Havona. A medida que los recién llegados progresan espiritualmente y adquieren comprensión de la identidad del Espíritu Rector de su superuniverso, son transferidos al sexto círculo (es sobre este modelo en el universo central que se han designado los círculos de progreso de la mente humana). Una vez que los seres ascendentes han alcanzado una comprensión de la Supremacía y están por lo tanto preparados para la aventura de la Deidad, se trasladan al quinto circuito; y después del logro del Espíritu Infinito, son transferidos al cuarto. Después del logro del Hijo Eterno, se les traslada al tercero; y cuando han reconocido al Padre Universal, proceden al segundo circuito de mundos, donde se familiarizan más con las huestes del Paraíso. La llegada al primer circuito de Havona significa la aceptación de los candidatos del tiempo para el servicio del Paraíso. Indefinidamente, según la longitud y naturaleza de la ascensión de la criatura, permanecen en el círculo interior del logro espiritual progresivo. Desde este círculo interior, los peregrinos ascendentes proseguirán hacia adentro, hasta obtener la residencia en el Paraíso y la admisión en el Cuerpo de Finalistas.
(159.3) 14:5.7 El tónico de la aventura, el estímulo de la curiosidad, no desaparecerán de tu carrera hasta que no hayas atravesado el último de los circuitos de Havona y visitado el último de los mundos de Havona. Y entonces, el impulso, el ímpetu de la eternidad hacia adelante, reemplazará a su predecesor, la atracción de la aventura del tiempo.
(159.4) 14:5.8 La monotonía es indicio de inmadurez de la imaginación creadora y de inactividad de la coordinación intelectual con la dote espiritual. Cuando un mortal ascendente comienza la exploración de estos mundos celestiales, ya ha alcanzado la madurez emocional, intelectual y social, si no la espiritual.
(159.5) 14:5.9 No sólo encontrarás cambios inimaginados que te confrontarán según avances en Havona de circuito en circuito, sino que tu asombro será inefable según progreses de planeta en planeta dentro de cada circuito. Cada uno de estos mil millones de mundos de estudio es una verdadera universidad de sorpresas. El asombro continuo, la maravilla interminable, es la experiencia de los que atraviesan estos circuitos y visitan estas gigantescas esferas. La monotonía no es parte de la carrera en Havona.
(161.7) 14:6.20 Los mundos de Havona son el laboratorio mental de los creadores de la mente cósmica y los ministros de la mente de todas las criaturas que existen. La mente es diferente en cada mundo de Havona y sirve como modelo original para todos los intelectos de las criaturas espirituales y materiales.
(161.8) 14:6.21 Estos mundos perfectos son las escuelas superiores de la mente para todos los seres destinados a la sociedad del Paraíso. Proporcionaron abundante oportunidad para que el Espíritu ensayara la técnica del ministerio de la mente en personalidades confiables y asesoras.
(161.9) 14:6.22 Havona es una compensación para el Espíritu Infinito por su labor vasta y altruista en los universos del espacio. Havona es el hogar y el retiro perfectos para el infatigable Ministro de la Mente del tiempo y el espacio.
(162.13) 14:6.38 Estos mundos proveen el estímulo para todos los impulsos humanos hacia el logro de los verdaderos valores espirituales en los más altos niveles concebibles de la realidad. Havona es el objetivo preparadisiaco de capacitación para todos los mortales ascendentes. Aquí los mortales alcanzan la Deidad preparadisiaca —el Ser Supremo. Havona se alza ante todas las criaturas volitivas como la compuerta del Paraíso y del logro de Dios.
(163.1) 14:6.39 El Paraíso es el hogar, y Havona el taller y el campo deportivo de los finalistas, y todo mortal que conozca a Dios anhela ser finalista.
(163.2) 14:6.40 El universo central no es solamente el destino establecido del hombre, sino que es también el punto de partida de la carrera eterna de los finalistas según emprendan alguna vez la aventura universal no revelada en la experiencia de explorar la infinidad del Padre Universal.
(163.3) 14:6.41 Incuestionablemente, Havona seguirá funcionando con significación absonita aun en futuras edades universales que tal vez presencien el espectáculo de los peregrinos del espacio que intentan encontrar a Dios en niveles superfinitos. Havona tiene la capacidad de servir como universo de capacitación para seres absonitos. Probablemente será la escuela superior cuando funcionen los siete superuniversos como escuela intermedia para los graduados de la escuela primaria del espacio exterior. Tendemos a opinar que las potencialidades de Havona eterna son realmente ilimitadas, que el universo central tiene capacidad eterna para servir como universo de capacitación experiencial para todos los tipos de seres creados pasados, presentes y futuros.
(163.4) 14:6.42 [Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría comisionado para este trabajo por los Ancianos de los Días en Uversa.]
Urantia 4
LOS SIETE SUPERUNIVERSOS (DOCUMENTO 15)
(164.3) 15:0.3 Del vasto cuerpo de conocimiento que se refiere a los superuniversos, tan sólo puedo deciros muy poco, pero existe en todos estos reinos una técnica operante de control inteligente tanto de las fuerzas físicas como de las espirituales, y las presencias de la gravedad universal funcionan en poder majestuoso y armonía perfecta. Es importante que os forméis primero una idea adecuada de la constitución física y organización material de los ámbitos superuniversales, porque así estaréis mejor preparados para aferrar el significado de la maravillosa organización proporcionada para su gobierno espiritual y para el avance intelectual de las criaturas volitivas que moran en las miríadas de planetas habitados esparcidos aquí y allí en todos los siete superuniversos.
8. EL CONTROL Y REGULACIÓN DE LA ENERGÍA(176.3) 15:8.8 Somos capaces de reconocer la mayoría de las leyes que gobiernan el equilibrio universal y de predecir mucho de lo que pertenece a la estabilidad universal. Prácticamente, nuestros pronósticos son confiables, pero siempre nos enfrentamos con ciertas fuerzas que no responden plenamente a las leyes del control de la energía y de la conducta de la materia que nosotros conocemos. La previsibilidad de todos los fenómenos físicos se vuelve cada vez más difícil a medida que procedemos hacia afuera en los universos a partir del Paraíso. Al pasar más allá de los límites de la administración personal de los Gobernantes del Paraíso, nos enfrentamos con una incapacidad cada vez mayor para calcular, de acuerdo con los estándares establecidos y la experiencia adquirida, en relación con las observaciones que tienen que ver exclusivamente con los fenómenos físicos de los sistemas astronómicos cercanos. Aun en los reinos de los siete superuniversos estamos viviendo en el medio de acciones de fuerza y reacciones de energía que saturan todos nuestros ámbitos y se extienden en equilibrio unificado a través de todas las regiones del espacio exterior.
(176.4) 15:8.9 Cuanto más nos alejamos, tanto más certeramente encontramos esos fenómenos variables e imprevisibles que son tan infaliblemente característicos de la presencia y obra inimaginables de los Absolutos y de las Deidades experienciales. Y estos fenómenos han de ser indicativos de un supercontrol universal de todas las cosas.
(176.5) 15:8.10 Aparentemente el superuniverso de Orvonton está ahora descargándose; los universos exteriores parecen estar cargándose para actividades futuras sin paralelos. El universo central de Havona está eternamente estabilizado. La gravedad y la ausencia de calor (frío) organizan y mantienen la materia; el calor y la antigravedad desorganizan la materia y disipan la energía. Los directores de poder y los organizadores de la fuerza vivientes son el secreto del control especial y la dirección inteligente de la metamorfosis interminable del universo en formación, desintegración, y formación renovada. Las nebulosas pueden dispersarse, los soles quemarse, los sistemas desaparecer, los planetas perecer, pero los universos no se descargan.


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