Revista Educación

¿Volverán los besos?

Por Siempreenmedio @Siempreblog
¿Volverán los besos?

Ahora que parece que esta pandemia terminará más pronto que tarde, aunque prefiera decirlo con la boca chica, vuelvo a preguntarme algo que me rondó la cabeza los primeros meses del confinamiento, aquellos en los que nos saludábamos a varios metros de distancia, aunque nos diéramos miles de besos y achuchones con los ojos.

Primero se puso de moda saludarnos uniendo los codos, en un ejercicio de ensayo inicial de algún que otro challenge de Tik Tok; después dimos un paso más y comenzamos a chocarnos los puños, como en una competición deportiva entre rivales; también ese contacto se entendió de riesgo y empezamos a ver en algunos escenarios el pliegue del brazo sobre el pecho, al más puro estilo Napoleón, y a continuación su pequeña reverencia. Siempre pensé que aquello era lo más ridículo del mundo, pero comprendí que todo era en pro de evitar los contagios y un giro más en el protocolo diplomático.

Mi deseo por volver a recuperar los besos y los abrazos lo compartí con amigos y familiares, pero la mayoría me aseguraba que por supuesto lo haríamos cuando fuera posible. Yo, sin embargo, notaba cada vez más distancia en esos saludos, en especial en el entorno familiar. Ver a tu madre, a tu padre o a tu hermano y ni darles ni un toquito en la espalda, un arrumaco... pero, lo peor, no ser consciente de ello.

Yo dudo de que regresemos a aquellos hábitos y lo lamento, la verdad; esto que me venía rondando la cabeza veo que no solo me preocupa a m í. Y no digo que en el ámbito profesional haya que recuperar los dos besos, sobre todo cuando se trata de mujeres, que quizá hasta venga bien esa distancia para eludir el confianceo de algunos.

No hay nada que cueste más modificar que las malas costumbres; solo espero que tal y como nos esforzamos en esa frialdad obligada cuando saludamos aún a conocidos, amigos, familiares y colegas de profesión, regresemos a la calidez de los besos y los abrazos, al menos con quien nos apetezca. Yo me lo voy a poner como objetivo una vez sepamos que no queda ninguna variante de COVID al acecho.

Si no, siempre nos quedará Sánchez y Macron.


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