Vivimos pendientes de los horarios infantiles: Nos levantamos con ellas, preparamos desayunos, vestimos niñas, jugamos con ellas, preparamos comida, comemos, si se puede se duerme siesta y si no se puede, intentamos descansar aunque sea sin dormir, merendar, ir a al parque, baños, preparar cenas, dar cenas, acostar niñas y dormir... Y a todo esto únele, la parte logísitica de la casa, hacer camas, vaciar lavavajillas, recoger cocina, ir a comprar, pasar la mopa, aspiradora, mocho, escoba... o lo que tú utlices, poner lavadora, tender, recoger ropa, planchar.... Y un sinfín de tareas más...
Durante los meses estivales, todo se relaja, vivimos a otro ritmo, y echamos de menos, que llegue el frío, que los días acorten, que no dure tanto el día, y que podamos tener un rato para nosotras...
Pues ha llegado Octubre... Y hoy, por primera vez en meses, estoy en casa, delante de la tele, que no tiene dibujos animados puestos, sin ver nada, con el ordenador en las rodillas, escribiendo y pensando en el rato que voy a descansar en el sofá, hasta que ta que ir a por Blanca al cole, o Claudia decida que ya no quiere dormir más siesta..
Me encantan las rutinas, saber que todo tiene un orden. Que las niñas, no van descontroladas, que ellas son conscientes de que después de comer toca para una cole, y para la otra dormir. Que voy a recuperar un poco de entidad propia.
Es complicado, estar feliz, por la ausencia de una de ellas, alguien dirá la típica frase de #malamadre.. Pero que queréis que os diga: si trabajara fuera de casa, estaría deseando volver a casa para disfrutarlas, pero estos momentos de silencio, paz, orden.. Salón sin juguetes por el suelo, también se agradecen y de alguna manera sientan fenomenal.. Así que Bienvenido Octubre... Cómo os quiero RUTINAS!!!
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