La pasada debe de haber sido la semana más gris (cromáticamente hablando) de todo 2014 en Barcelona. Las lluvias han sido y siguen siendo constantes y el ambiente es, por lo general, un tanto sombrío. Pero sigue haciendo calor. Las temperaturas no nos abandonan ni nos dejan desamparados ante la llegada del “frío” diciembre, mes que me llena de ilusión y de magia a pesar de los pesares y le pese a quien le pese. Hoy celebro que es uno de diciembre. Hoy celebro que, aunque gris, el día recuerda que seguimos vivos: celebrando, disfrutando, aprendiendo y recordando. ¿No es ya suficiente razón para sonreír al invierno?
Si acaso algo me diera pena sería despedirme del mejor año que recuerdo en mucho tiempo, pero para eso todavía queda todo un mes de sorpresas, de fiestas, de luces y de color. Aunque empecemos por el gris, o incluso por el negro. Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma, como después del desamor vuelve la ilusión y tras la pérdida de un ser querido llega de nuevo la vida. Nada es tan gris como queremos pintarlo. Basta con abrir la mano y aferrar otro color de esa bonita caja de Crayola que guardamos con cariño en un cajón como si de nuestra niñez (ya olvidada) se tratase.
Y todo aquel que haya pasado por experiencias que le hayan cambiado (tanto que nunca podríamos volver a ser la persona que un día fuimos) que dé las gracias: porque seguimos vivos, porque seguimos aprendiendo, porque somos supervivientes que tras lamernos las heridas hemos vuelto a reunir fuerzas. Y como ni el tiempo ni la meteorología nos condicionan, extendamos eso de que “al mal tiempo buena cara”. O buen culo. O buenos botines. Y buenos bolsos. Y bonitos jerseys. Todo aderezado, claro está, con bonitas sonrisas.
¡Bienvenido diciembre!
The past week must have been the darkest of the year in Barcelona (chromatically speaking). Rain has been and still remains constant and the atmosphere is generally somewhat gloomy. But it is still kind of hot. Temperatures hasn’t still abandoned us before the arrival of the "cold" December, a month that fills me with joy and magic despite the bad times, no matter who may disagree. Today I am celebrating the first of December. Today I am glad that even though it may be a grey day it reminds me that we are still alive: celebrating, enjoying, learning and remembering. Isn't it a good reason to smile?
If anything made me feel sad it would be saying goodbye to the best year I can remember in a long time, but let’s not think about that yet as we still have a whole month full of surprises, holidays, light and color ahead. Even if the first colors were grey or black. It is said that calm comes after the storm, in the same way that after a heartbreak illusion comes again and after the loss of a loved one new life arises again. Things aren’t as gray as we want to paint them. Just open your hand and grab a nicer color in that old crayon box that we still keep under lock and key in a drawer.
So all of you who have gone through experiences that have changed you (in a way that you could never go back to the person you once were) be thankful: because you are still alive, because you keep on learning, because you are survivors who —after licking your wounds— have gathered your strength. Neither time nor meteorology can condition us, so you know: if life gives you lemons, just make lemonade! (Or a nice tequila shot!) Or show you nice ass. Or a pair of new shoes. Or a trendy handbag. And a beautiful sweater. But, firstly, show your nicest smile!
Welcome home, December!