Por más nublado que esté el cielo, aunque lo veamos gris y todo tapado, no podemos olvidar jamás que tarde o temprano saldrá el sol. Y a veces lo olvidamos…
Nos olvidamos de cosas que traicionan nuestros valores y no los honran, nos olvidamos de mirar al futuro con una sonrisa. Por eso, en el artículo de hoy encontrarás 10 cosas que no debes dejar de hacer por ti y para ti.
1. Nunca dejes de soñar
Nuestros sueños nos mantienen motivados, nos hacen mirar hacia adelante, tener metas. Nos sirven en cierta manera de brújula a la hora de decidir hacia donde ir y qué decisiones tomar. Sueña siempre y sobre todo, sueña a lo grande. Un sueño a lo grande lo vas a ves, no lo perderás por el camino. Visualízalo, siéntelo, vívelo dentro de ti y haz que vivirlo en el mundo que te rodea sea una realidad.
2. Nunca dejes de escuchar tu voz interior
La gente más infeliz es la que se preocupa constantemente por el qué dirá el resto del mundo sobre lo que hacen y dicen. Son esas personas que ahogan su voz interior. Han dejado de escucharla y ahora sólo oyen las voces de los demás. Tu voz interior nunca te va a engañar, nunca te dirá nada que te vaya a ir mal porque nunca va a actuar en contra de ti mismo. Mantente firme en tus convicciones, está bien escuchar a los demás, pero teniendo en cuenta que sus voces son sólo opiniones.
3. Nunca dejes de cometer errores
Equivocarse es un indicio de que estás haciendo algo. Estás moviéndote hacia algún sitio. Si no estuvieras haciendo nada, no te equivocarías, por esa razón no hay que dejar de cometer errores, ya que el mayor error, sería no hacer nada. No te arrepientas por haberte equivocado, son sólo lecciones que nos enseñan el camino a seguir.
4. Nunca dejes de intentar hacerlo mejor
Unas veces ganamos, otras perdemos. Cuando perdemos, no hay que pensar en ello como una pérdida. Tu carga se ha aligerado, así que vas a poder viajar mejor por tu camino de la vida. Siempre hay una versión mejor de cada uno de nosotros y lo sabemos, pero no nos enseñan a mostrarla, a utilizarla, a sacar todo el provecho posible. Tenemos demasiados prejuicios. Suelta carga y saca la mejor versión de ti, irás más rápido hacia tus metas.
5. No dejes de escuchar a la gente negativa
Aunque pueda parecer sorprendente si aprendemos a escuchar las historias negativas, podemos obtener una gran lección. Cuando alguien tira por tierra tus sueños o augura un mal futuro, debes recordar que están hablando de ellos mismos, no de ti.
6. Nunca dejes de dar pequeños pasos hacia adelante
Para avanzar, no tienes que tenerlo todo resuelto, basta con ir dando pequeños pasos que nos vayan acercando cada vez más hacia nuestra meta. Lo importante no es dar un salto enorme, sino llegar. Ir avanzando a través de pequeños pasos es importante para ir viendo resultado y poco a poco tener más motivación a cada paso que damos.
7. Nunca dejes de sonreír
La sonrisa nos ayuda a mantener el equilibrio. No dejes nunca de sonreír. Sonreír alivia el estrés disminuye la tensión. Puede hacer cambiar tu humor cuando estás negativo o triste. Tiene el funcionamiento de un analgésico pero de manera natural. Además, por todo esto, nos ayuda a ser más positivos, cosa es sano mantener.
8. Nunca pares de pensar en positivo
Todo lo que consigues en tu vida, es fruto de tus pensamientos. Lo que haces depende de ti, depende de que lleves a la acción tus pensamientos. Por tanto, los pensamientos pueden construir, tienen energía. Aquí radica la importancia del pensamiento positivo.
9. Nunca dejes de reírte de ti mismo y de la vida
Cuando nos tomamos la vida demasiado en serio, y nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos, acabamos por temer cada paso que vamos a dar. No vivimos relajados, no nos reímos. Si se puede, hay que relajarse y reírse de las circunstancias, especialmente cuando no salen como las habíamos planeado. Las personas con un buen sentido del humor tienen una mejor percepción de la vida.
10. Nunca dejes que se te escape este momento sin tomar consciencia de él
El poder del ahora. Estás aquí y ahora. Para y toma consciencia de ello. Vamos tan apresurados, corriendo todo el día, que no nos damos cuentas de cómo se nos va pasando el tiempo, momento a momento. Para por un segundo y respira, nota el aire entrando en tus pulmones. Siéntete vivo. Estás donde tienes que estar. Para cambiar, actúa sobre el ahora, siendo consciente.
Espero que estos 10 puntos te hayan ayudado a cambiar un poco tu perspectiva y sobre todo a no olvidar que nunca debes dejar de hacerlos.
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