No importa si la comida es familiar, de ocio o de trabajo, hay ciertas cosas que no se deben hacer o decir en una mesa entorno al vino según recomendaciones de nuestro sumiller. Está claro que no es un pecado no saber de vinos, pero tampoco es bueno ir
1. Agitar la copa ni bien te han servido Es muy común la gente que cuando le dan a catar un vino, lo primero que hace es agitar la copa para oxigenar el vino, supongo que por imitar a los catadores, es una práctica habitual entre los profesionales del ramo, pero que, si nos fijamos bien, estos profesionales, antes de agitar la copa, huelen "a copa quieta" el vino antes de seguir con el siguiente paso, agitarlo. El vino siempre debe olerse primero sin agitar la copa para detectar algún fallo o defecto del mismo y luego se precederá al suave y pequeño movimiento circular de la copa para que las moléculas olfativas de la bebida se multiplique y podamos disfrutar mejor de las cualidades organolépticas del mismo, hazlo suavemente, no vaya el vino a salir disparado de la copa, suele pasar.
2. Pedir el segundo vino más barato de la carta Si haces esto, todos se darán cuenta que no ha
3. Hablar de vino cuando ni si quiera saber como agarrar la copa Nuestro sumiller nos cuenta que existen muchos clientes que se aprenden una pocas palabras técnicas sobre vino y las decantan de primeras en la mesa con afán de querer sorprender al profesional o a su acompañante, haciendo creer que sabe de vinos, pero, a la hora de probar el
4. No pidas vinos muy caros que no ves en la carta, es posible que los tengan En alguna ocasión, recuerdo que un cliente acompañado de una atractiva señorita, al parecer una nueva cita, inspeccionaba minuciosamente mi carta de vinos recientemente estrenada, al poco de la inspección, pregunta, ¿No tendrás Château D´Yquem del ´96? vino, que obviamente no estaba en la carta, pero, que si tenía en la bodega, me quedaron del último cambio de carta, dos botellas que reservé y quité de la carta para ofrecerlas a clientes conocedores y habituales del restaurante, botellas claro que rondaban los 600€ si mal no recuerdo, el cliente, al escuchar mi positiva respuesta al respecto, se quedó claramente con el rostro desencajado, luego de un
5. Tratar de pedir el vino cuando no tienes ni idea, aunque te lo pidan tus acompañantes Esto suele pasar más en mesas grupales, donde siempre hay uno que dice: que lo pida tal o cual que el sabe de vinos!!! Y ¡zas! le toca el turno al que menos sabe de vinos, no pasa nada si todo el grupo son amigos tuyos, pero si hay algún desconocido y sabe algo de vinos, te aseguro que el tema no acabará bien!, además, si sabe algo más que tu (siempre hay alguien que sabe más que uno), se quedará pensando...y encima este es el que sabe del grupo, ¿Qué sabrán los otros? Es mejor ser humilde y ceder el testigo a alguien más experimentado o pedir recomendación de los profesionales.
7. Hablar de vino cuando no sabemos lo que saben nuestros acompañantes Como se ha mencionado antes, siempre hay alguien que se ha preocupado en aprender algo más sobre lo que se mete al cuerpo que nosotros, hay que ir con pies de plomo y poco a poco, para ver el nivel de nuestros acompañantes y así no quedar en una mala posición.
8. Decirle al sumiller, sirva sirva, que este ya lo conozco Bien sea al camarero o sumiller, decir esto, solo demuestra el poco conocimiento que tenemos acerca del vino, recuerda, cada vino es una experiencia única, no por ser de la misma bodega, mismo vino, incluso misma añada, el vino no tiene porque estar igual, hay que probar todos los vinos.
9. Decir, este vino es una mierda o similar Hablar de esta manera sobre vinos que están en correctas condiciones de consumo, es más que inadecuada, las palabras correctas para indicar que un vino no nos gusta es precisamente esta, decir: no me gusta, no es de mi gusto, o me gusta poco es lo adecuado, recuerda que existe mucho trabajo detrás de una botella de vino, trabajo de gente hace lo mejor que puede para que dicha bebida llegue a nuestras mesas y resultaría injusto tanto desprecio, aunque lo que hacen no sea de nuestro agrado.
10. Decir aquello de blanco para el pescado y tinto para la carne Estas palabras se siguen escuchando de manera constante en las mesas de los restaurantes, palabras que están más que desfasadas, existen vinos de todo tipo, color y calibre para un maridaje adecuado, vinos blanco para carnes, tintos para pescados o mariscos, vinos dulces para quesos... en fin, el abanico es casi interminable, si tienes dudas, ya sabes, pregunta al profesional.