Mantenlo Simple llega a sus primeros mil seguidores. En la tradición judeo-cristiana, el número 1000 tiene una rica simbología. Antiguamente era el número más alto; era complicado llegar a contar algo tangible que siquiera se acercara a ese número, por lo tanto era un ejemplo de multitud, una representación de lo innumerable, de lo indefinido. Hay varios ejemplos de textos bíblicos que hacen referencia al número 1000 como señal de infinitud ( 2 Pe. 3:8 - Sal 105:8 - Dt. 7:9 - 1 Sam. 21:11 - Apo. 20:2 - Apo. 20:4,6).
En este caso la cuestión es más sencilla. Cuatro años después hay mil seguidores para este blog. No sé si todos lo lean, si de verdad lo sigan, pero cuando empecé, justo la primera semana de estar al aire, recuerdo que solo eran 37 personas. Un puñado nada más. Me gustan los ejercicios que hacen los gringos en su manera de pensar cuando calculan qué se necesita para 1000 personas; por ejemplo: cuántos autobuses las transportarían, cuántos trenes se necesitarían y cuántas canchas de no sé qué deporte podrían llenar. Es un poco tonto a veces porque son ejemplos casi siempre inútiles, pero no por eso dejan de ser divertidos. ¿Qué pasa con 1000 seguidores? A veces también tengo mis dudas sobre el algoritmo que usa WordPress para calcular los seguidores, pero bueno, qué importa eso.
Este blog es sobre la vida, sobre sus luces y sombras, sobre lo que la hace liviana y alegre, o sobre lo que la oscurece. Este blog es para ángeles y demonios al mismo tiempo, porque eso somos en todo sentido, pura dualidad para comprender la totalidad. Es un gusto que ustedes 1000 estén aquí. Mil gracias por seguir.
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