11 mitos que envuelven a las dietas (II)

Por Blogdefarmacia.com

Ésta es la segunda parte de los 11 mitos relacionados con la dieta, si no has leído la primera, hazlo ahora.

Mito 7. Haré abdominales para perder barriga.

Que nos notemos la zona del abdomen al hacer ejercicios de abdominales no significa que saquemos a relucir esos cuadraditos tan ansiados. El proceso de perder grasa es bastante generalizado, y cuando nuestro cuerpo va quemando grasas, lo hace de forma más o menos homogénea en todo nuestro cuerpo, y no por zonas, pese a nuestra insistencia.

Mito 8. Necesito hacer mil horas de ejercicio intenso al día.

Claro que no. Si sufrimos un sobrepeso considerable, no nos bastará con un paseíto de media hora al día, pero de aquí a practicar 2 o 3 horas de deporte intenso cada día, hay un mundo. Mover el cuerpo es indispensable en una dieta, pero lo podemos seguir haciendo de forma moderada, por ejemplo, practicando “jogging” 30 min. unas 3 o 4 veces a la semana, o caminando a buen paso 1 hora diaria.

Mito 9. Mi estado de emoción no influye en los kilos de más.

Pues lo cierto es que una buena parte de las personas tiende a ganar peso en períodos de tensión o estrés, y esto ha sido comprobado en diferentes estudios científicos.

Mito 10. En el plato, los hidratos de carbono por un lado y las proteínas por el otro.

Separar estos dos nutrientes, además de imposible en la mayoría de alimentos, es una tontería más que no debemos hacer. Mezclar proteínas y carbohidratos (es decir, alimentos altamente proteínicos y alimentos altamente carbohidratados), no repercute en ningún momento, ni en la digestión ni en la absorción de los mismos.

Mito 11. “Hoy no tengo hambre, me voy a saltar el desayuno”.

“Sí, y si te parece, sáltate también la comida, la merienda y la cena” podríamos argumentar a esa afirmación. Privarse de cualquier comida principal es un error mayúsculo que nunca debemos cometer. Nuestro cuerpo nos avisará con sensación de hambre continua, además de ralentizar el metabolismo puesto que cree que debemos retener la energía ingerida el máximo de tiempo.