Esta es la imagen que veo a diario en el desarrollo de mi labor... Tras esta puerta desarrollamos nuestra labor los enfermeros en mi lugar de trabajo. Pocos ven algo de lo que hacemos, pero todos los que acuden a nuestro servicio y todos los usuarios-enfermos que atendemos nos identifican al instante por nuestro trabajo, por nuestra atención y nuestros cuidados. Nos identifican al instante.
Soy enfermera desde hace 27 años ya. He pasado por infinidad de servicios, como casi todos los enfermeros de este país (primaria, especializada en diversos servicios de médica y quirúrgica, residencias...). Hoy día llevo a cabo una labor enfermera muy sencilla y muy humilde, pero imprescindible, como toda labor que un enfermero lleva a cabo hoy día si trabaja como tal. Hoy día soy enfermera de Análisis Clínicos. A veces observo a otros compañeros en otros servicios y unidades y envidio el calado, la importancia de su trabajo, su complejidad, su especialización... su trascendencia, por qué no decirlo. Pero entiendo que hasta el trabajo más simple, el más sencillo o el más humilde, como es el que llevo a cabo hoy día, es IMPRESCINDIBLE.
Eso sí: veo a otros enfermeros que hacen la misma labor que yo y observo con pasmo que no todos se esfuerzan en hacerlo bien, en cuidar a las personas que atienden y a los que les importa un comino las enormes repercusiones que pueden llegar a tener su trabajo cuando está mal hecho (y esta entrada también). Sí, siempre soy crítica y en un día como hoy sigo siéndolo. O sea que sin complejos: mi labor, aún sencilla, es tan necesaria como la de cualquier otro enfermero... y me desvivo a diario por hacerla bien, por cuidar a las personas que atiendo. Eso ya es mucho más de lo que otros, enfermeros o no, pueden decir de su trabajo en salud, en el mundo sanitario. Esto es lo único que deseo que se vea a diario de mi trabajo como enfermera.
Ya he escrito muchas otras veces sobre nuestra efeméride, el Día Internacional de la Enfermería. Reviso lo que escribí en otras ocasiones y leo con pena que nada ha cambiado desde que empecé este blog hace 7 años ya..., que casi no ha cambiado nada desde que terminé mi carrera y me puse a trabajar como enfermera hace 27 años. Tenemos casi casi los mismos problemas e invisibilidades.
Observo en las RRSS que lo que se ve en estos tiempos de nuestra profesión es: #PUCHERAZOCODEM, #YANOMAX..., porque se ven solo los actos vergonzantes de nuestros representantes legales...
Se lee hasta la saciedad acerca de nuestra reivindicación sobre la capacidad enfermera de Gestionar o #PRESCRIBIR capacidades cuestionadas, limitadas y ninguneadas, incluso denunciadas, por un lobby hiperpoderoso que tiene una enorme capacidad para que se legisle de forma restrictiva para la Enfermería y que, sin embargo, ha tolerado (o tolera en ciertos ámbitos) que las sustancias de homeopatía sigan siendo prescritas —con gran margen de beneficios— por algunos de los que sí tienen posibilidad legal de prescribir... en fin.
Sí, sí, me centro en lo mío...
El otro día escribí un tuit del que me siento muy orgullosa porque creo que sin intención manifesté lo que realmente pienso de nuestra profesión:
Mi visión de la enfermería: mi punto de vista La enfermería en este país hace en general muy bien su labor, se forma, investiga... es de las mejores, en general. Creo que el verdadero problema de la enfermería española es su pasotismo ante todas aquellas situaciones que no les recorte el sueldo o no les limite los puestos de trabajo —actitud muy válida, por otro lado, ojo—. «Si no nos tocan las habichuelas, me la trae al pairo» ese es el lema con el que dibujo a la enfermería española de hoy. Si se tiene que pagar cuotas colegiales que no sirven para nada, se pagan sin chistar. No preguntar, no decir, no ver y no escuchar... es muy cómodo. Y así nos va. NO cuestionar quién está en los altos puestos de representación, no cuestionar la colegiación obligatoria, no cuestionar si la formación en las universidades es la mejor y quién la imparte, no cuestionar denuncias que se hacen en nombre de toda la enfermería... En resumidas cuentas: pasotismo. Esta es la imagen que tengo de la enfermería hoy día.
Y por ahora, nada más. Cuidaos, por favor...