De un tiempo a esta parte me he cuestionado mi propio consumo de azúcar y es que, hay azúcar en casi todo lo que comemos. De hecho, si fuéramos conscientes de todo el azúcar que ingerimos a diario y evitáramos la mayor parte del mismo, perderíamos peso.
Esto no es tarea fácil, se trata de un verdadero ejercicio de lectura de etiquetas, pero a la vez es interesante para darnos cuenta de lo que comemos. A diario ingerimos cantidad de alimentos procesados de los que, seguramente, nunca hemos leído la etiqueta.
Para limitar nuestra ingesta de azúcar, deberíamos:
Elegir alimentos que contengan 5 gramos de azúcar o menos por porción, limitar de la misma manera los edulcorantes naturales como el agave, la miel, melaza y evitar los edulcorantes artificiales tanto como sea posible.
Para endulzarnos la vida:
Bebe agua u otras bebidas sin calorías en lugar de zumos azucarados, refrescos o bebidas deportivas.
Elige bien los cereales para el desayuno, mejor si son integrales y comprueba su contenido en azúcar, que suele ser elevado. Opta por mermeladas, jaleas y conservas sin azúcar añadido y utiliza otras salsas y condimentos con moderación.
Consume queso bajo en grasa, galletas integrales y yogur bajo en grasa en lugar de dulces, pasteles y galletas.
Añade fruta, ya sea fresca o congelada, a tus recetas para aportarles sabor y valor nutricional. Elige frutas frescas como postre en lugar de pasteles, helados y otros dulces. Compra fruta enlatada en agua o jugo y no en almíbar.
A ver que tal os resulta, yo voy a probar…