27 de Marzo: Día Internacional del Teatro

Por Loracueto

Por: Verónica Ramírez Quiroz


Algunos miembros del Colectivo Artístico Baúl Polisémico

Desde el cielo llueven balas, por el agua corre sangre, la luna incita al desenfreno y la violencia; y en el campo se siembra el miedo a morir, entonces ¿qué nos queda? Aún existen posibilidades que nos ayudan a seguir viviendo y a seguir creando verdades a través de un escenario iluminado, en el que un espectador logra ver reflejado una realidad que puede ser posible, una realidad que puede ser veraz.Queremos que la humanidad abrace a un espacio en el que varios personajes interpretan situaciones, con las que podemos sentirnos identificados. Queremos una humanidad que vibre, grite, llore, ría, se abrace, se bese, y hasta perdone, con cada palabra mencionada en el escenario.Darle un nuevo significado a la vida y a nuestra manera de vivir, sería una buena barrera para protegernos del miedo, y de aquellos disparos que nos hacen transitar moribundos, en medio de momentos que ameritan un destello de toda la buena energía que tenemos guardada, pero que no usamos esperando que llegue la “mejor ocasión”.El teatro nos ofrece esa posibilidad en tiempo real, de resignificar la vida y de percatarnos de todo lo que el ser humano puede lograr al momento de interpretar un texto y darle valor a un personaje, pues no solo los actores experimentan nuevas emociones, el mundo entero logra volver a respirar esa sensación utópica de que todos nos amamos y que las acciones bélicas solo pueden existir dentro de una ficción.Siempre he creído que el teatro es ese arte capaz de remitirme a cualquier etapa de mi vida –incluso a aquellas que no he vivido- dándome la libertad de crearlas a mi manera. El teatro es ese arte que predice lo que aún no ha sucedido y le grita al mundo de qué se tiene que cuidar, a qué le tiene que temer y qué debe amar sin precaución alguna.Hoy 27 de marzo, quiero rendirle un homenaje a este invento creado por los griegos y al que llamaron teatro. Gracias al descubrimiento de este arte, que hice en el año 2012, hoy puedo decirle al mundo que soy una persona más libre, pues ahora ya no me afligen aquellos pensamientos y emociones que no expresaba por miedo a ser excluida.

Gracias al primer grupo de teatro que me acogió (Liberarte). Gracias al grupo del cual hago parte actualmente (Baúl Polisémico). Gracias a quienes han sido mis maestros(as), y a todos mis compañeros(as) de escena hasta el momento. Todo tiene una razón de ser y hoy entiendo más que nunca la razón de su existencia.