¿Estás tratando de bajar de peso?
Hoy te voy a dar una ayudita.
Verás, si tu meta es desprenderte de varios de esos kilos molestos que tienes, ya sabrás que hay comidas que deberías DEJAR de comer y comidas que deberías incluir en tu dieta.
Y hoy vamos a hablar un poco sobre el primer grupo: alimentos que NO deberías comer o deberías disminuir al máximo.
Te voy a compartir 3 mal llamados “alimentos” (y le digo mal llamados porque la verdad no alimentan nada o mucho) que suelen ser parte de cualquier dieta (especialmente la latinoamericana).
Te apuesto a que estás consumiendo al menos 2 de ellos, y la tarea de hoy será identificarlos y hacer algo al respecto, porque si quieres quemar grasa, bajar de peso y verte mejor, consumirlos no te ayudará a lograrlo.
Vamos con ellos
3 Alimentos Que NO Deberías Comer (Si quieres bajar de peso)
1. Pan Blanco
¡Ouch! La debilidad de la mayoría. Vivir en una familia donde no se consuma el pan blanco enes casi imposible, pero este es el mismo hecho que está contribuyendo a que millones de personas no puedan bajar el peso que desean.
¿La razón?
Su valor nutricional es casi nulo y lo que realmente hace es elevar tu nivel de azúcar en la sangre, haciendo tu cuerpo más propenso a almacenar grasa en tus caderas, piernas, trasero y de más.
Es una desgracia, pero es la realidad.
Lo peor es que no satisface tu cuerpo y terminas teniendo hambre y antojos por algo dulce durante el resto del día. Aquí es donde terminas comiendo inclusive más pan u otros carbohidratos dulces que son igualmente nada nutritivos.
Lo mismo aplica para cualquier otro tipo de pan hecho a base de harina refinada (y sí… la lista es INMENSA).
Si eres fan a morir del pan, tu mejor opción es cambiarte al pan de grano entero/integral, que te da más fibra y te ayuda a sentirte más satisfecho, pero personalmente pienso que es mejor disminuir al máximo el consumo de todo pan y cambiarlo por otros alimentos que tengan un mejor efecto quema grasa y mejor valor nutricional para tu cuerpo.
2. Comida Frita
Este tipo de aceites son los que se conocen como grasas trans (grasas que NO deberías de consumir de ninguna forma), ya que ocasionan problemas como aumento en tus niveles de colesterol malo, disminución de niveles de colesterol bueno, inflamación, enfermedades del corazón, diabetes y hasta cáncer.
Casi nada.
El problema es, que muchos asocian esto sólo con las comidas fritas hechas en restaurantes de comida rápida, pero la verdad es que tú mismo lo puedes estar usando en tu hogar.
Primero, hay que ver mucha de la comida procesada o pre cocinada, lleva algún grado de aceite vegetal hidrogenado en sus ingredientes, o fue ya cocinado (perdón, frito) en este tipo de aceite antes de ser empaquetado y puesto en el supermercado de la esquina.
Este tipo de grasa también lo puedes encontrar en la margarina, aderezos para ensaladas, galletas, pasteles, donas, helados y demás.
Si tiene lista de ingredientes, lo mejor estar revisarla. Siempre.
Segundo, estás probablemente cocinando con algún aceite vegetal hidrogenado, como los de maíz, soya, etc. Este es el tipo de aceite que vemos en los supermercados por montón, en sus grandes botellas y que todo el mundo consume.
Y cuando ves que hay algo que la mayoría consume y ves que la mayoría de personas tienen obesidad… hay algo que no anda bien.
Tu mejor opción es cocinar con aceites saludables como el de oliva extra virgen o el de coco. Aunque lo mejor sería cocinar más al horno, a la parrilla o al vapor y consumir esos aceites puros en ensaladas por ejemplo.
Y con respecto a las comidas de restaurantes de comida rápida (que tienen poco valor nutricional gracias a las políticas de sus empresas) y a los alimentos prefabricados (que igualmente no buscan tenerte sano), ya sabrás que es mejor no optar por ellos y tomar siempre una decisión inteligente.
Siempre tendrás una mejor opción, es cuestión de tomarla.
3. Arroz Blanco
Pero es posible que tú no tengas esta suerte.
El arroz blanco tiene características similares a las del pan blanco. Su valor nutricional es súmamente bajo, tiene un índice glucémico alto que eleva el nivel de azúcar en la sangre y te hace almacenar grasa cuando lo no necesitas.
Una taza (186g) de arroz blanco cocinado contiene 242 calorías que son prácticamente vacías y que definitivamente no le ayudarán a tu cuerpo a quemar esa grasa de la que te quieres deshacer.
Tu mejor opción, así como con el pan, es optar por arroz integral.
En calorías la diferencia no es mucha (216 calorías por taza), pero la diferencia es que obtendrás más nutrientes, empezando por la fibra que el arroz blanco no contiene.
Y la fibra es un nutriente que te ayudará a estar más satisfecho a la hora del día, sin tener que caer en la necesidad de comer harinas blancas, dulces, comidas preparadas con aceite hidrogenado o inclusive más arroz.
Cómo Hacer El Cambio
Si tienes una costumbre muy fuerte de “alimentarte” con comidas que caen en estas categorías (así si solo es en una de estas categorías), despojarte de estos alimentos de la noche a la mañana y esperar que el cambio no te de estragos, es una ilusión en la mayoría de los casos.
Porque cuando nuestra alimentación empieza a ser restringida de forma muy rápida, nuestro cuerpo hará todo lo posible por hacerte volver al ritmo de vida al que ya estaba acostumbrado, y eso no es nada lindo.
Puedes empezar a sufrir de una fuerte ansiedad, cansancio, desmotivación y ganas de tirar la toalla.
Lo cual curiosamente es lo MISMO que pasa cuando llevas una de esas dietas estrictas que te dictan gramo por gramo lo que debes comer.
Esto es una tontería y quiero que sepas que nunca te va a funcionar a adelgazar y mantener ese peso de por vida.
¿La Solución?
Lo mejor que puedes hacer es ir poco a poco.
Si quieres bajar de peso y verte mejor no solo en un par de meses sino de por vida, lo más sensato e inteligente que puedes hacer es implementar pequeños cambios que te ayuden a mejorar tu alimentación y estilo de vida poco a poco.
Por ejemplo, si sueles comer pan blanco todas las mañanas con tu desayuno, puedes empezar consumiendo pan de grano entero por las mañanas.
No estás desechando el resto de harinas blancas de tu dieta ni desechando el pan de tu desayuno, pero sólo el hecho de cambiarlo por el pan que te dará fibra y mayor valor nutricional, sentirás un excelente cambio en tu cuerpo.
Un cambio que estoy seguro podrás hacer.
Y si te sientes capaz de un segundo cambio, puedes ahora mismo ir a tu cocina, tomar tu botella de aceite vegetal y echarla a la basura. Y no te preocupes que no es pecado echar a la basura lo que no resultará saludable para nadie. Segundo, vas al supermercado, compras una botella de aceite de oliva extra virgen y lo usarás para cocinar tus comidas de ahora en adelante.
En un par de semanas cuando ya te hayas acostumbrado al cambio, puedes agregar otros 2 hábitos saludables, como cambiar tu arroz blanco por arroz integral y aderezar tus ensaladas sólo con un aderezo saludable hecho en casa a base de aceite de oliva, aceite balsámico, sal y pimienta.
No necesitas mas que eso.
Y si ves que este proceso de cambios paulatinos te gusta y te funciona, te recomiendo echarle un vistazo a mi programa para bajar de peso (que puedes ver aquí) que te ayuda a implementar hábitos saludables como estos todas, llevar un control de tus cambios y darte varias ideas para comidas saludables para todas las comidas del día…
… y que definitivamente no contienen ninguno de estos 3 alimentos.
Es un sistema anti-dietas ya que te enseña a desarrollar una vida y alimentación saludable, en vez de restringirte una gran cantidad de alimentos desde el primer día hasta el último, para luego caer en el temido efecto rebote.
Si te suena como una buena idea, he escrito un artículo que te revelará esta y otras verdades sobre las “dietas” y cómo solucionarlo. Para ver el artículo haz click aquí.
Terminando
Disminuir el consumo de estos 3 tipos de alimentos no es algo sencillo y yo he pasado por este proceso, pero sí te digo algo: Cuando estás dispuesto a algo que añoras con el alma, no ahbrá nada ni nadie que pueda contigo.
Como con toda meta que tengas en la vida, te toparás con obstáculos todas las semanas que te harán dudar si debes seguir adelante o rendirte de inmediato, pero si eres constante y trabajas duro por lo que quieres, verás que poco a poco el proceso se hace más manejable, fácil y podrás ver esa meta cada vez más cerca.
Ahora cuéntame, ¿con cuál cambio vas a empezar esta semana?
¡Espero tu respuesta en los comentarios!
[imágenes: jeffreyw, CalgaryReviews, Ray_from_LA @ Flickr]