3 normas de protocolo que salvarán tus acciones en Social Media

Publicado el 23 noviembre 2013 por David Gomez @davidgomez_r

Si te dedicas al Social Media sería muy interesante que hicieras un curso de protocolo, porque como podrás ver más adelante, muchas de las normas y comportamientos sociales que se suponían caducos y obsoletos están más vivos que nunca y no conocerlos te expondrá a arruinar buena parte de la eficacia de tus acciones en la Web. Hoy vamos a ver tres de ellas.

© European Union 2013 – European Parliament (CC)

No se habla con desconocidos

La primera norma que conviene conocer es que la “gente importante” no habla con desconocidos. Y esto es así para evitar que la asalten todo tipo de indeseables con propuestas alocadas haciéndole perder el tiempo y la paciencia.

Pues bien, ¡qué gente hay más importante que tus posibles clientes! En las Redes Sociales queremos ir a la casa de nuestro prospecto y para conseguir que nos inviten hemos de conseguir que sepan que existimos.

Para esto puedes optar por pedir a alguien que te conozca que os presente (por ejemplo organizando un concurso y/o premiando a tus followers por recomendaros ante sus amistades), o puedes organizar algún evento en tu “casa” (web, página o blog) e invitar a los “vecinos” a que se pasen por allí y os conozcan. Por supuesto, también puede ser un evento físico.

Después de haberos presentado las probabilidades de que hablen con vosotros y os presten su atención se incrementan extraordinariamente.

El “importante” saluda al recién llegado

Otra de las normas protocolarias establece que el recién llegado espere a que el anfitrión, o la persona a la que le han presentado, le tienda la mano para iniciar el preceptivo apretón de manos. En Social Media es igual, con el marketing de atracción lo que se pretende es que la persona interesada dé el paso de interesarse por nosotros.

Y cuando digo que se interese por nosotros no me refiero a que lo que quiera es conocer nuestros productos o servicios, sino que lo que busca es saber si realmente hay puntos comunes entre él y tú.

Quiere conocer cómo trabajas, tus valores, si conoces sus necesidades y si tu verdadero interés es el de ayudarle o solo el de ganar dinero a su costa. Por ello, tus contenidos deben responder, en primer lugar, esas cuestiones que nuestro interlocutor quiere conocer de nosotros.

Si alguien con aspecto “extraño” te quisiera vender un Rolex muy barato ¿te arriesgarías a comprarlo sin más? Puede que tú ofrezcas productos o servicios impresionantes, pero pregúntate si tú harías negocios importantes con alguien que no conoces y de quien no te fíes. ¿Verdad que no? Tu prospecto tampoco.

Hay un tiempo para cada cosa

Por último, recuerda que no se habla de negocios en las fiestas o en las reuniones sociales. La gente no está allí para trabajar (bueno, igual tú sí), sino para pasárselo bien. Por ello, cuando alguien se interese por tus servicios llévalo a tu “despacho”.

Tu web, es tu despacho profesional. Es ahí donde debes dirigir el tráfico para los negocios. Las redes sociales sirven para conocer a las personas con las que harás negocio, pero a nadie serio se le ocurriría sentarse a mirar catálogos o contratos en mitad de una fiesta.

Pero tu web es tu terreno. Quien llega ahí lo hace porque está interesado en conocer más de ti y de las soluciones que les ofreces. Ahí es donde puedes hablar con tranquilidad de las ventajas de trabajar contigo y de las bondades de tus servicios. En las Redes Sociales puedes presentarlos, pero es en tu web donde debes desarrollarlos.

Es importante recordar que en Social Media nos movemos en el terreno, en la casa, de nuestros prospectos y hemos de aprender a comportarnos como ellos esperan de nosotros, no sea que con un “Perdone, creo que no hemos sido presentados” se dé por por zanjado cualquier intento de conversación que viniera de parte nuestra.

¿Aplicas alguna otra norma de protocolo en tus acciones de Social Media?

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