Eso, más o menos, me ha sucedido al ver estas preciosas cestas. Amor a primera vista total. La de la cocinillas-pastelera me vendría de perlas para una persona cercana a la que le rechifla cocinar y que, de hecho, persigo habitualmente con la idea de que abra su propio blog (en serio que alucinaríais con algunas cosas que hace...). Ella es más de salado que de dulce, así que la cesta sería una variación de la que aparece en el post de hoy, pero vamos, lo que cuenta, que es la idea, me ha parecido una monada. Un detalle personal, con cada producto escogido con mimo, y que ilusionaría a cualquiera...
Me la pido!
Buen lunes :) Ay!!!!!!! Esa Lotería!
Coralia.
Vía
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