Tal vez una de las películas más flojas que he visto en los últimos meses, y la peor del músico/cineasta Rob Zombie, que en este caso, no sólo sale mal librado por sus personajes planos, historia sin sentido sino por esa sensación de "acomodo" y falta de riesgo, que fue lo que le dio a sus primeras obras, el "ideal" de renovación en el cine de terror y del mismo slasher; Zombie, que con su últimas dos o tres películas, no ha recibido ni el favor de la crítica y del público en general, también ha ido perdiendo la confianza de los productores, por ende, con esta obra, tuvo que recurrir al crowfunding y a un prepuesto más reducido, que no sólo se hace evidente en lo visual sino en las secuencias más sangrientas y "polémicas".
Con guión del mismo Zombie, que nos ubica a mediados de los años 70, en esa América Profunda y gótica propia del cine slasher y de supervivencia, en la que cinco trabajadores de una feria ambulante son raptados una noche antes de Halloween para que sobrevivan a un macabro juego llamado 31; serán doce horas de violencia, payasos asesinos y la lógica de este tipo de obras.
Casi presentado como un videojuego, la historia se termina centrando en la supervivencia de los 5 raptados, la aparición de unos, cada vez más macabros y dementes payasos junto a la lucha final, que será mediada por la reglas de este juego.