4 consejos muy fáciles que harán que la vuelta a la rutina no sea tan dura

Por Luciapardo

Y volvemos con fuerza, que mejor que un post como este para retomar la rutina y volver a ponernos en forma!
Espero que hayáis pasado un buen verano, aprovechando para descansar y disfrutar. Yo también lo he hecho, he conseguido evadirme por unos días de la rutina y he hecho todas aquellas cosas para las que no tengo tiempo el resto del año. Y, por supuesto, he disfrutado de las playas de mi tierra!
Ahora que empieza el mes de septiembre, la gran mayoría afrontamos la vuelta al trabajo. Pero, ¿cómo nos la tomamos? 
Me gustaría contaros 4 consejos muy fáciles que harán que la vuelta a la rutina no sea tan dura. Y os doy una pista: la clave está en nuestra actitud!


1. El lado positivo


Antes de afrontar la vuelta a la rutina, piensa en 3 cosas buenas que tiene tu trabajo, o todas aquellas obligaciones que tu cueste afrontar. A mi me funcionan algunas como: tengo unos compañeros muy buenos y muy majos, que me alegran el día; o mi trabajo es mi vocación, me dedico a lo que me gusta y tengo la suerte de poder hacerlo; o es un trabajo muy gratificante que me devuelve cosas buenas todos los días.
Intentar ver las cosas buenas de nuestro trabajo hará que no nos centremos exclusivamente en aquellas que más negativas, que nos desmotivarán y harán que nuestra cara el primer día sea todo un poema.


2. Piensa en el ahora


Mi consejo es que pienses en el momento presente, en el día a día. Descartaría pensar en las próximas vacaciones o el siguiente puente festivo, pues haría que solamente estuvieses centrado en ese momento, con ansiedad e impaciencia porque llegue. Impediría que fueses consciente de las cosas buenas que te pasan cada día, en cada momento.


3. Una motivación diaria 


Un truco que pongo mucho en práctica y que me funciona muy bien es prometerme algo bueno todos los días. Cosas pequeñas, sencillas, pero que me alegran el rato y hacen que el día sea más llevadero. Por ejemplo, a mi me gusta prometerme una bebida fría bien fresquita, un paseo por algún sitio que me guste, o incluso un pequeño capricho en el que lleve tiempo pensando.


4. Tres cosas buenas


Y otro consejo es que, una vez terminado el día, intentes pensar en tres cosas buenas que ha tenido. Una buena forma de no olvidarte de hacerlo sería preparar un pequeño cuaderno para ello, en el que cada día incluyas la fecha y las tres cosas estupendas que te han pasado.
La idea de estos consejos es que enfoques tu atención en todo lo positivo que tiene tu vida. Por supuesto que tiene cosas malas, todos pasamos por cosas que no nos gustan, y no nos queda más remedio que convivir con ellas. Pero, ¿por qué centrarnos sólo en lo negativo?
Os animo a ponerlos en práctica y espero que os resulten de ayuda!