Los mandalas son un círculo mágico donde se representa,a través de símbolos y diagramas, el universo.
Ningún mandala es igual a otro, del mismo modo que ninguna persona es igual a otra.
Ésta forma de representación mística, heredada del hinduismo y del budismo, nos aporta grandes beneficios. Todos ellos indispensables para serenar nuestro presente y crear un futuro más relajado. Sigue leyendo si quieres aprovechar las virtudes de los mandalas!
1- Ayudan a meditar mientras focalizamos nuestra energía en un sólo punto. Para meditar es necesario dejar la mente en blanco, sin que ningún pensamiento cruce por nuestra mente; de manera natural es más difícil lograrlo que utilizando algún sistema, como por ejemplo, los mandalas. Mientras los pintas no piensas en nada más, momento en el que la meditación se hace efectiva.
2-Nos ayuda a compartir y sacar al exterior nuestras emociones y sentimientos. Quizás no somos conscientes en el momento en que estamos centrados en diseñar y pintar nuestro mandala, pero cuando terminamos, podemos sacar en claro cómo nos sentimos a través de los colores que hemos escogido para nuestro diseño.
3- Desarrolla la concentración, alejando de la mente aquello que nos distrae. Si aún no has probado esto de los mandalas, desconocerás que, una vez comienzas a pintar, el mundo exterior desaparece para tí, de manera que tu capacidad de concentración aumentará cada vez mas. Este beneficio te ayudará en cada apartado de tu vida diaria.
4-Hacen crecer nuestra creatividad. A medida que te adentras en este sistema de meditación, tu cerebro responderá con mayor creatividad al desafío de crear nuevos diseños. La creatividad es una virtud que se puede entrenar,y que después de cierto tiempo, es una capacidad que trabajará muy rápido en diferentes situaciones del día a día.
A mí me parece que son suficientes beneficios como pasar por alto esta técnica que nos genera tanto bienestar.
¿Te animas a probarlos estas tardes de verano?