El doctor Mikao Usui es el fundador del movimiento moderno del Reiki. Según información de reciente descubrimiento, era un practicante del budismo Tendai, un hombre de familia y un curador. Nació en el año 1865 en el seno de una familia de la baja aristrocracia y, de joven, la familia quería que se dedicara a los negocios; sin embargo, eso no era su deseo, así que estudió las artes curativas chinas y japonesas y, posteriormente, la medicina alopática occidental con los doctores misioneros cristianos. Gracias a una poderosa experiencia espiritual que tuvo lugar en el monte Sagrado Kurama, que más tarde describió a varios de sus estudiantes, obtuvo una tremenda capacidad natural para curar mediante la imposición de las manos. Más tarde, y mediante la contemplación y otras experiencias meditativas, descubrió cómo transmitir sus habilidades a los demás. Acuñó el término Reiki (Fuerza de la Vida Universal) porque transmite cómo se consigue la curación mediante la emisión de energía relajante a través de las palmas de la mano. El doctur Usui murió en 1926. Tal y como predijo durante su último año de vida, su legado sobrevivió y ahora se beneficia de él gente de todo el mundo. Si lo reconocemos como el auténtico curador y el dedicado humanitario que fue y seguimos su ejemplo, impregnaremos nuestra práctica de Reiki con la devoción y la dedicación que merece. El doctor Usui nos enseñó, liberalmente, UNA FORMA DE CONECTAR CON LA ENERGÍA DE LA VIDA UNIVERSAL, LA FUENTE DE TODA CURACIÓN.
El doctor Mikao Usui es el fundador del movimiento moderno del Reiki. Según información de reciente descubrimiento, era un practicante del budismo Tendai, un hombre de familia y un curador. Nació en el año 1865 en el seno de una familia de la baja aristrocracia y, de joven, la familia quería que se dedicara a los negocios; sin embargo, eso no era su deseo, así que estudió las artes curativas chinas y japonesas y, posteriormente, la medicina alopática occidental con los doctores misioneros cristianos. Gracias a una poderosa experiencia espiritual que tuvo lugar en el monte Sagrado Kurama, que más tarde describió a varios de sus estudiantes, obtuvo una tremenda capacidad natural para curar mediante la imposición de las manos. Más tarde, y mediante la contemplación y otras experiencias meditativas, descubrió cómo transmitir sus habilidades a los demás. Acuñó el término Reiki (Fuerza de la Vida Universal) porque transmite cómo se consigue la curación mediante la emisión de energía relajante a través de las palmas de la mano. El doctur Usui murió en 1926. Tal y como predijo durante su último año de vida, su legado sobrevivió y ahora se beneficia de él gente de todo el mundo. Si lo reconocemos como el auténtico curador y el dedicado humanitario que fue y seguimos su ejemplo, impregnaremos nuestra práctica de Reiki con la devoción y la dedicación que merece. El doctor Usui nos enseñó, liberalmente, UNA FORMA DE CONECTAR CON LA ENERGÍA DE LA VIDA UNIVERSAL, LA FUENTE DE TODA CURACIÓN.