4 Tipos de personas que deberías evitar según la Biblia

Publicado el 12 abril 2022 por Max Damián @soymaxdamian
Este es uno de esos temas cristianos que quizá muchos tengan problemas de aceptar.
Porqué nadie en su sano juicio esperar creer que Dios nos pide evitar cierto tipo de cristianos.
Sin embargo, la Biblia, que habla de muchos temas cristianos, si nos enseña el tipo de cristianos que debes evitar.
Y para conocer cuáles son estas personas que debes evitar, he escrito este artículo haciendo mención de cada uno de ellos.
Pero debo aclarar que este “evitar” no es para considerarlos enemigos, sino para procurar no ser contagiados de sus malas conductas.
Y con la intensión de acercarnos para hacerles ver el pecado en que viven.
Así que si quieres conocer el tipo de persona que debes evitar según la Biblia, continua leyendo este artículo hasta el final.
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1. Personas de malas influencias

Podrías creer que estos es una exageración, pero cada persona siempre será influenciada por otros.
Esto lo puedes notar por el auge de los “influencers”.
Personas que, aunque no lo notes, influencian sobre tus gustos, pensamientos y deseos.
Y más en nuestro tiempo.
En el que nuestra generación vive buscando constantemente la influencia de otros sobre sus vidas.
Pero no es quesea malo que alguien nos influencie.
De hecho, está en nuestra naturaleza la busque de un líder a quien seguir.
Por eso es que tenemos presidentes, diputados, maestros, padres, pastores, amigos, etc.
El punto aquí es si la influencia que está recibiendo es positiva o negativa. Si te está acercando a Cristo o no. Si te está llevando a pensar en las cosas del cielo o en las terrenales.
Y no me refiero solamente a las influencias en la iglesia, sino también a aquellas que recibes cada minuto de tu diario vivir.
Porque, si no lo habías notado, todo a nuestro alrededor está hecho para influenciar a la personas.
Los programas de televisión influencian sobre los jóvenes el ser liberales, tener cuerpos perfectos o vivir vidas siendo “imparables”.
En el otro lado puedes encontrar la música.
Que influencia la ideología de que si eres rico tendrás mujeres y diversión, o que si una mujer no se porta de cierto modo, no podrá conseguir que los hombres la amen.
Y en el caso evangélico, la influencia de los falsos maestros que dice que puedes ganarte el cielo a punta de dólares, o que si tu pastor no es “prospero”, no podrá bendecirte.
¡Ves que locura vivimos rodeados de tanta influencias!

Pero también están las buenas influencias, aunque solo haya mencionado las malas.
Sin embargo, en medio de todas estas influencias que recibimos a diario, Dios nos exhorta diciendo:
No os dejéis engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». (1 Co. 15:33)

En otras palabras, las malas influencias corrompen las buenas costumbres.
Te pregunto entonces:
  • ¿Qué influencias están llegando a tu vida?
  • ¿Estas influencias te acercan o alejan de Dios?
  • ¿Serías capaz de alejar estas malas influencias de tu vida por amor a Cristo?

Aunque pareciera que exagero, no siempre las cosas que te influencian van a convenirte.
Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica. (1 Co. 10:23)

2. Los falsos maestros

Saber distinguir los verdaderos y falsos maestros, en nuestros días, es muy importante para una vida cristiana saludable.
Pues últimamente nos hemos visto rodeados de predicadores que llevan doctrinas herejes al puedo de Dios.
Y gracias al poder que tienen las redes sociales, estos falsos maestros logran “cautivar” con sus doctrinas heréticas.
Hoy no se trata solo del falso Cristo que solía decir ser José Luis de Jesús Miranda, ni de la mentira que es Cristo Lisbeth (viuda de José Luis Miranda).
Sino también de herejías como las que dicen que el Espíritu Santo es una mujer y madre de toda la humanidad.
Incluso aquella mentira herética en la que se afirma que Eva tuvo sexo con la serpiente y de ahí nació Caín (la simiente caída).
Es más, los falsos maestros también han traído falsas doctrinas como la teología de la prosperidad, la teología feminista y los falsos milagros.
Ante estos falsos maestros, la Biblia nos enseña que debemos evitarlos.
Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza, no lo recibáis en casa, ni lo saludéis, pues el que lo saluda participa en sus malas obras. (2 Jn. 1:10-11)

Lo malo de estas personas no es solo las doctrinas heréticas que predican, sino también la capacidad de sacar textos fuera de contexto para sustentar sus argumentos.
Y como gran parte de los cristiano no cuenta con una sólida enseñanza teológica, terminan perdiéndose por falta de conocimiento (Os. 4:6).
Es que muchos de estos falsos maestros manejan muy bien la Biblia.
Tanto así que pareciera que lo que dicen es completamente Bíblico. Pues mezclan todo y terminan confundiéndote.

Así que, ante estos falsos maestros, debes estar preparado con la Palabra de Dios.
Nútrete de ella todos los días, y haz estudio de la Biblia usando diversos recursos cristianos (comentarios, diccionarios, mapas, etc).
Y cuando recibas o escuches alguna predica o enseñanza, fíltralo siempre a través de la Palabra de Dios.
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así. (Hch. 17:11)

Porque a veces puede predicar más de hombre y menos de Dios. Más de psicología y menos de sana doctrina.
Y si resulta que es una enseñanza que no está en la Biblia, recházala.
No tienes por qué estar diciendo amén a cada cosa que se diga sin comprobar que esté respaldado por la Biblia.
Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaran otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema. (Ga. 1:8-9)

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3. Cristianos con vidas dobles

El Apóstol Pablo tuvo a bien escribir cartas a la iglesia de Corinto mientras él residía en Éfeso.
Y entre los muchos temas que el Apóstol trata en su primera carta, se encuentra un caso de inmoralidad sexual (cap. 5).
Pues había llegado a oídos de Pablo que un hombre mantenía una relación incestuosa con la mujer (su madrastra) de su padres.
En efecto, se oye que entre vosotros hay inmoralidad, y una inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los gentiles, al extremo de que alguno tiene la mujer de su padre. (1 Co. 5:1)

Y la iglesia, sabiendo lo que pasaba, estaba haciéndose de la vista gorda ante esta situación (1 Co. 5:2).
El problema era más gran aun.
Pues este hermano en pecado no mostraba deseos de querer arrepentirse.
Es decir, vivía en pecado y al mismo tiempo seguía participando dentro de la iglesia.
Así que luego de que Pablo da las instrucciones de cómo debe actuarse con este hermano (1 Co. 5:5), procede a pedir lo siguiente:
En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales; no me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendríais que salir del mundo. Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ese, ni siquiera comáis. (1 Co. 5:9-11)

En otras palabras, el Apóstol Pablo está diciendo que con aquellos cristianos de doble moral, no tengas una amistad íntima.
Porque sabiendo que vive en inmoralidad y dice llamarse cristiano, su actitud podría contagiarte y desearías vivir como él (1 Co. 5:6-7).

Pero esto no queda ahí.
Si bien es cierto Pablo nos pide alejarnos de cristianos con vidas dobles (no arrepentidos), también es cierto que a este hermano debemos buscar la manera de hacerle ver su pecado.
El hecho que no seas su íntimo amigo y no compartas su vida inmoral, no quiere decir que debas tratarlo como enemigo.
Y si alguno no obedece nuestra enseñanza en esta carta, señalad al tal y no os asociéis con él, para que se avergüence. Sin embargo, no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a un hermano. (2 Tes. 3:14-15)

Nuestra labor como iglesia es alentarnos unos a otros (1 Tes. 5:11) y orar uno por los otros (Stg. 5:16).
Pero si con todo esto dicho hermano persiste en seguir viviendo en pecado, entonces se le debe considerar anatema.
Tal como el Apóstol Pablo lo hizo con el hombre en pecado de 1 Corintios 5.
Entregad a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. (1 Co. 5:5)

4. Personas que causan división

El Apóstol Pablo también habló muy fuertemente acerca de las personas que causan división dentro de la iglesia.
Y es muy común encontrar dentro de las iglesias diversos tipos de divisiones.
Pues hay hermanos que no comparten algunos temas cristianos que se predican en la iglesia, y otros, que alientan a discusiones debido a enseñanzas que escuchan de predicadores ajenos a su iglesia.
Ah pero, esto no quiere decir que no se deba discutir temas concernientes a la sana doctrina.
Si una iglesia comienza a difundir, por ejemplo, la teología de la prosperidad, es normal que haya divisiones.
Pero si aquella iglesia persiste en el error, es mejor apartarse de ahí.
Ahora, siguiendo el tema del que hablamos, es necesario también alejarnos de personas cuya “misión” es dividir la iglesia.
Por ejemplo.
Hay hermanos que con chismes dividen la iglesia con respecto a la vida del pastor y su familia, o aquellos que levantan acusaciones contra los jóvenes.
Incluso, hasta en los mismos grupos de trabajo existen divisiones causadas por favoritismos de quienes los lideran.
Ante esto, el Apóstol Pablo dijo lo siguiente:
Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, deséchalo, sabiendo que el tal es perverso y peca, habiéndose condenado a sí mismo. (Tit. 3:10-11)

En otras palabras, si notas que hay algún hermano causando divisiones, amonéstalo estando él y tú a solas.
Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos. (Mt. 18:16)
Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y el publicano. (Mt. 18:17)
Como ves, la Palabra de Dios no solo nos anima a alejarnos de quienes causan divisiones, sino también a procurar hacerles ver su pecado.
Pero si esta hermana o hermano insiste en su práctica pecaminosa, debe ser apartado de la iglesia.
Porque los tales son esclavos, no de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos, y por medio de palabras suaves y lisonjeras engañan los corazones de los ingenuos. (Ro. 16:18)

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En conclusión

La iglesia de Cristo está llena de personas con diversos tipos de conducta.
Muchos de los cuales son piadosos y temerosos en la sana doctrina, y otros, que buscan su propio bien.
Y aunque es necesario que el trigo y la cizaña convivan hasta el tiempo de la cosecha, también es necesario evitar a hermanos con conductas no santas.
Digo evitar por no decir “no tener amistad íntima con ellos”.
Porque también es necesario amonestarles y hacerles ver el pecado con el que viven.
Recuerda el dicho popular: “manzana podrida pude a las demás”.
Y de este modo es como hemos llegado al final de este artículo. Espero haya sido de mucha bendición para tu vida.
Si tienes alguna opinión sobre este tema, házmelo saber abajo en los comentarios. Y no olvides compartir este post en tus redes sociales.
Dios te guarde.🙏
¡Vuelve pronto!🤗